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Estalla la "guerra" de cervezas en Argentina: CCU demanda a Quilmes por "prácticas desleales"

La investigación girará en torno a los contratos que firma la cerveza argentina con sus clientes, los cuales consistirían en la entrega de mercadería y beneficios a cambio de exclusividad.

08 de Mayo de 2017 | 16:28 | Emol
BUENOS AIRES.- Ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), CCU Argentina presentó una denuncia contra su competidora local Quilmes (de la multinacional Ab InBev), por presunto abuso de posición dominante y prácticas desleales.

Según consigna el medio local Clarín, la denuncia está bajo análisis de la CNDC, que ya abrió un sumario para determinar si Ab InBev condiciona o impide el ingreso de sus competidores con acuerdos de exclusividad a cambio de beneficios, como la entrega de mercadería barata o gratis.

De acuerdo al medio trasandino, Quilmes niega rotundamente la existencia de acuerdos de ese tipo: "Hay algunos arreglos empresarios, pero no son de exclusividad ni se bloquea a nadie", dijo una fuente del grupo belga, cuyas marcas controlan el 74% del mercado local.

Desde Defensa de la Competencia aseguran que el expediente está avanzando y que "está en una instancia de búsqueda de pruebas". Varios pasos más adelante que otra denuncia similar presentada por Otro Mundo, una marca de cerveza artesanal, que es aliada de CCU.

"Quilmes es el principal jugador del mercado. Y por vía de contratos de exclusividad, dificultan la llegada de nuestros productos a supermercados, autoservicios y bares", explicó Pablo Fazio, CEO y fundador de Otro Mundo. "Esto que denunciamos -añadió- no es un hecho aislado: es una práctica sistemática de Ab InBev en todo el mundo".

Ambas denuncias, la de la filial argentina de CCU Chile y Otro Mundo, son similares pero corren en paralelo. De todos modos, la primera tiene otra relevancia ya que CCU rivaliza en todo el mundo con Ab InBev, que además de Quilmes es dueña de Stella Artois y Patagonia.

Las acusaciones contra Quilmes levantan temperatura en un contexto en el cual el nivel de consumo de cervezas cayó a 4,1 litros per cápita en Argentina, el nivel más bajo de la última década.

Lo que está investigando CNDC son los contratos que firma Quilmes con bares, pubs, boliches, almacenes, despensas y supermercados, con el supuesto objetivo de controlar total o parcialmente los puntos de venta y los mejores lugares de las góndolas.

"¿Cómo lo hacen? Le dan gratis heladeras, sombrillas, mesas y vajillas a cambio de que vendan únicamente sus marcas", señala Diego Garrido, abogado patrocinante de Otro Mundo. "Desde esa posición, ocupan la góndola entera y no dejan lugar a otros productores. Esas cosas ya ocurrieron en otros países, donde el coloso de turno impide la competencia", completa Aníbal Loggia, presidente de CAPCA, una de las cámaras de cervezas artesanales.

A las acusaciones de CCU, se suma Guido Ferrari, fundador de la cervecera artesanal Berlina, la cual rivaliza con Patagonia, la marca artesanal perteneciente a Ab InBev.

"Si te fijás, todos los paradores del Cerro Catedral (alrededor de 10) son de Quilmes”, puntualiza Ferrari. Pero Quilmes argumenta que eso no es ilegal, que son acciones típicas de marketing, y que no hay contratos de exclusividad de por medio. "Son arreglos empresarios, son alternativas publicitarias", sostienen enfáticamente.