PARÍS.- El primer ministro de Francia, el conservador Edouard Philippe, apostó por ir "rápido" en la aplicación de la reforma laboral del presidente francés, Emmanuel Macron, a pesar de la controversia que suscita en varios sectores.
"No nos comprometeremos en una reforma tan profunda sin una fase de discusión con los sindicatos y el Parlamento (...) Pero una vez discutidos los asuntos, hay que ir rápido, porque no podemos esperar dos años" para culminar la reforma, Philippe, en una entrevista publicada hoy por el diario Journal de Dimanche.
En una primera fase, la reforma laboral preconizada por Macron pretende otorgar a las empresas más poder para negociar con los empleados las condiciones de trabajo, siempre que se cumplan las reglas del salario mínimo, la duración semanal (35 horas) y la igualdad profesional.
En el último cambio, la ley laboral, realizada por el anterior Ejecutivo socialista en 2016, Francia vivió multitudinarias protestas, encabezadas por los sindicatos.
"Nuestro país tiene que avanzar. Hay cosas muy buenas, pero también desafíos enormes. Los franceses no nos perdonarán que no hagamos nada. Debemos avanzar con determinación, aprovechando este momento de esperanza", opinó Philippe, que fue expulsado del centro-derechista Los Republicanos después de aceptar el cargo de jefe de Gobierno propuesto por el socioliberal Macron.
El primer ministro también comentó la heterogeneidad del gabinete, con ministros socialistas, conservadores, centristas y procedentes de la sociedad civil.
"Es inédito y apasionante intentar algo que nunca nadie ha intentado. Ha generado una esperanza y un entusiasmo al que debemos responder", señaló Philippe, que oficializó ayer su marcha como alcalde de Le Havre.
El jefe de Gobierno también asumió que una de sus tareas es lograr que de las legislativas del 11 y el 18 de junio salga un parlamento afín al proyecto de Macron.
