TALLIN.- El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo este jueves sin cambios sus tasas de interés, en su mínimo histórico desde hace más de un año, y aseguró que no contempla bajarlas más, al tiempo que se declaró optimista sobre la evolución económica de la zona euro.
Según los analistas, el hecho de que no contemple bajarlas a medio plazo es un pequeño cambio en el lenguaje de la institución, que indica más confianza en la economía de la zona euro y podría ser el punto de partida de un futuro abandono de su actual política monetaria acomodaticia.
"Esperamos que (las tasas) se mantendrán a su niveles actuales por un periodo prolongado en el tiempo", adelantó el presidente del BCE, Mario Draghi, en una rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobernadores, el órgano ejecutivo, que excepcionalmente se reunió en Tallin (Estonia).
La institución mantiene así su tasa principal en 0%, el tipo aplicado a la facilidad de préstamo en 0,25% y el interés de facilidad de depósito en el -0,40%.
Por el momento no piensa subirlas hasta "mucho después" de que termine su programa de compra de deuda pública y privada (el llamado QE, 'Quantitative easing'), que se prevé durará hasta 2018.
Este programa mantendrá hasta entonces su ritmo de compra mensual en 60.000 millones de euros.
La compra de deuda y las tasas bajas empezaron como una medida del BCE para luchar contra la deflación, que afecta negativamente a la actividad económica, un riesgo que ahora parece alejarse.
El BCE también mejoró sus previsiones de crecimiento para la zona euro (1,9% de incremento del PIB en 2017, frente al 1,8% en su previsión anterior), pero revisó a la baja las de inflación (1,5% en 2017).