SANTIAGO.- Si bien el último misil de Pyongyang que voló sobre Japón el martes por la mañana generó en un primer momento una conmoción en los mercados asiáticos, los inversionistas no parecen apresurarse a corregir precios.
El índice Kospi (Corea del Sur) de acciones cerró con un descenso de apenas 0,2% y redujo así una declinación anterior de 1,6% en tanto inversionistas individuales compraban acciones.
Mientras que el won se debilitó 0,6% por dólar luego de una declinación de 0,8% a mediodía.
"Todos lo tomamos muy en serio, pero no hay mucho que podamos hacer al respecto", afirmó Mark Mobius, el presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group, en una entrevista desde Hong Kong. "La gran interrogante es la reacción de los japoneses, estadounidenses y coreanos del sur".
El misil cayó en el océano Pacífico unos 1.200 kilómetros (745 millas) al este de la isla de Hokkaido, del norte de Japón, declaró a la prensa Yoshihide Suga, primer secretario del Gabinete. El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in ordenó un despliegue de fuerza como respuesta, por lo que cuatro aviones de combate F-15K realizaron lanzamientos de bombas.
Jim Rogers, presidente de Rogers Holdings, también estima que la forma en que Donald Trump reaccione ante lo que el primer ministro japonés Shinzo Abe calificó "una amenaza seria, grave, sin precedentes" es un interrogante aún mayor.
"Me preocupa lo que podría hacer Donald Trump". "No voy a comprar nada. No haré absolutamente nada. No creo que esto sea algo de gran importancia", señaló.
A pesar de su cercanía, los inversionistas de Japón y Corea del Sur permanecen relativamente impasibles y dicen que aún no tienen planes de deshacerse de sus tenencias en los mercados de Corea del Sur sólo sobre la base de los hechos del martes. Las siguientes son algunas de sus opiniones.