SANTIAGO.- El histórico acuerdo que obligó a Freeport-McMoRan a ceder el control de la mina de oro más grande del mundo y la segunda mayor mina de cobre a Indonesia podría no ser el resultado definitivo, en tanto ambas partes se preparan para una batalla de fuerte tinte político por el precio del activo y cómo se manejará.
Eso es lo que anticipa el ex máximo responsable de la compañía estadounidense en Indonesia, Chappy Hakim, quien alguna vez comandó la fuerza aérea del país y que sigue desempeñándose como asesor de Freeport en el país asiático, luego de su renuncia como CEO en febrero.
Sin embargo, dada la naturaleza política de las negociaciones, que se prolongan desde hace años, considera que no pueda predecirse qué terminarán por acordar las partes.
"Los resultados pueden ser inesperados... Hay muchos intereses colaterales relacionados con políticos. Es por eso que no me gusta. Los políticos son como golfistas con mucha fuerza pero sin dirección", afirmó Hakim.
La lucha por Grasberg
La confrontación por Grasberg se relaciona con una lucha en el seno del gobierno por obtener apoyo popular mediante un mayor control sobre los recursos del país, al tiempo que se trata de no desalentar una inversión muy necesaria.
Indonesia es uno de los países con más abundancia de recursos del mundo, pero la inversión extranjera directa en su sector minero fue negativa en el segundo trimestre de 2017, cuando las compañías desinvirtieron US$625 millones, el peor éxodo desde 2012.
Luego de años de parálisis que llevaron a Freeport a despedir trabajadores, suspender la producción e invocar fuerza mayor por la interrupción de las exportaciones de cobre, ambas partes acordaron el 29 de agosto que el Gobierno aumentaría su participación en PT Freeport Indonesia a 51% a un valor de mercado justo y que se daría a la compañía una licencia para la operación de Grasberg hasta 2041, 74 años después de que obtuviera un primer contrato de explotación minera en la zona.
Dadan Kusdiana, vocero del Ministerio de Energía, aseguró que el Ejecutivo respetaría el acuerdo "como lo ha hecho siempre".
Sin embargo, aún queda por resolverse cómo se evaluarán las acciones desinvertidas en la unidad y quién las comprará. Freeport y el Gobierno de Indonesia ya han dicho que tienen diferentes puntos de vista sobre cómo abordar esos importantes temas.
Riza Pratama, vocero de la compañía en Indonesia, indicó que las negociaciones con el Gobierno continuaban y que la compañía no haría declaraciones en esta etapa. "Hay muchos puntos difíciles a negociar", señaló Hakim.
Las acciones de Freepot han caído más del 8% desde el 29 de agosto, cuando Adkerson estaba en Yakarta para detallar el progreso en las conversaciones.
Mientras que el cobre ha registrado un alza cercana al 18% este año a US$6.506 la tonelada, y este mes alcanzó su nivel más alto desde 2014.