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El Mercurio
TOKIO.- Los principales bancos japoneses, liderados por el grupo financiero Mizuho, anunciaron la creación de su propia moneda electrónica, J Coin, con la que buscan frenar la dependencia del efectivo en Japón, la más alta entre los países desarrollados.
La nueva moneda será convertible a yenes y se usará en un sistema gratuito para la realización de pagos y transferencias a través de teléfonos móviles, explicó este martes una portavoz de Mizuho.
El objetivo principal de la J Coin es frenar la dependencia del dinero en efectivo en Japón, país donde el 70% de las transacciones se realizan de esta forma, el porcentaje más elevado entre los países desarrollados, donde la media se ha reducido hasta cerca del 30%.
"Japón es un país muy especial (en este sentido) y necesitamos reducir la dependencia que existe del dinero en efectivo", dijo la portavoz de Mizuho, que considera que el lanzamiento de la J Coin tendría efectos positivos sobre la economía nipona, al reducir los costes de gestión del efectivo y las tarifas por liquidación.
Los pagos con J Coin estarían libres de tarifas tanto en el pago como en las transferencias nacionales, mientras que el coste del envío de dinero a nivel internacional sería menor.
Los bancos y empresas que usen la moneda electrónica recibirán a cambio información de los patrones de compra de los usuarios, datos valiosos para la elaboración de sus futuras estrategias, informó el diario económico Nikkei.
Mizuho y otros grupos financieros han mantenido ya una reunión junto al regulador financiero de Japón para estudiar la viabilidad del proyecto, cuya meta es que se aplique a nivel nacional y con la mayor participación posible de bancos y compañías del país asiático.
El banco se amparó en la confidencialidad del encuentro para no desvelar el número de participantes, las conclusiones alcanzadas o cuándo estaría disponible, al encontrarse en un "estadio temprano".
Según informaciones recogidas por el diario Nikkei, entre los interesados actualmente en el proyecto se encontrarían el banco Japan Post y unas 70 entidades financieras regionales, y la meta sería tener listo el marco legal de la moneda para 2020.