PARÍS.- La OCDE rebajó este martes sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena en 2017, pero las elevó para 2018, en un contexto marcado por la mejora de la demanda externa y una política monetaria más flexible.
En su informe semestral de perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) avanzó un alza del producto interno bruto (PIB) del 1,5% este año y del 2,9% el siguiente, lo que supone una décima menos en el primer caso y una décima más en el segundo respecto a hace seis meses.
En el informe publicado en junio pasado, el organismo internacional apuntó una subida del 1,6% este año y del 2,8% el siguiente, lo que supone una caída de nueve décimas en el primer caso y una subida de dos en el segundo respecto a su estimación realizada en noviembre de 2016.
Ahora, el organismo apuntó que, a medida que las exportaciones y la inversión empresarial progresen, habrá un fortalecimiento del mercado laboral que a su vez redundará en una reducción de la disparidad de los ingresos y en un estímulo del consumo privado.
El crecimiento de la economía chilena, según su análisis, se está recuperando, y la confianza empresarial mejora ayudada por tasas de interés históricamente bajas, una mayor demanda externa y mejores precios del cobre.
El organismo da su aprobación a la política monetaria y recuerda que el Banco Central bajó las tasas de interés del 3,5% en diciembre de 2016 al 2,5% el pasado mayo, muy por debajo de lo habitual.
Los tipos de interés, que determinan el costo de los créditos, son uno de los instrumentos utilizados para mantener la inflación controlada y la institución bancaria prevé ajustarla de forma progresiva a mediados de 2018.
La OCDE destacó también la intención de las autoridades chilenas de rebajar el déficit del Ejecutivo del 2,7% del PIB en 2017 al 1,9% el año que viene.
Su informe adelantó igualmente que la reforma a la educación, la simplificación de la regulación de las exportaciones y el emprendimiento y nuevos programas de apoyo para las empresas elevarán la inversión.
Advirtió, no obstante, de que una caída de la inversión en infraestructuras podría pesar sobre el crecimiento a largo plazo, si el actual plan de incrementar los proyectos entre entidades públicas y privadas no se materializa.
La OCDE alertó igualmente de que los principales riesgos para el crecimiento de la economía chilena están vinculados con la evolución de las materias primas y con la situación de sus principales socios comerciales, como China, EE.UU. y los países latinoamericanos.