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Expertos al debate: ¿Aportan al desarrollo económico de Chile los inmigrantes sin profesión?

Esta semana se originó una intensa discusión en redes sociales, con visiones opuestas sobre el efecto que tienen estas personas en el país.

21 de Febrero de 2018 | 08:02 | Por Fernanda Mujica, Emol
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Marcha del domingo organizada por la Coordinadora Nacional de Inmigrantes.

El Mercurio
SANTIAGO.- El domingo pasado se realizó una marcha en la que los inmigrantes pidieron al Gobierno que acogiera su petitorio de un proceso extraordinario de regularización migratoria.

Según la encuesta Casen de 2015, la población inmigrante registrada a nivel nacional alcanzaba los 465 mil. Por otra parte, los datos del Departamento de Extranjería y Migración indican que en 2016 se otorgó el permiso de permanencia definitiva a 53.622 personas. Además, el Gobierno estimó en 600 mil los inmigrantes que fueron registrados en el Censo 2017.

En medio del debate sobre el aporte de los extranjeros al desarrollo del país, se dio en las redes sociales una intensa discusión con distintos argumentos a favor y en contra respecto de este tema.

El economista Paul Fontaine planteó en su Twitter: "¿Será cierto que hay algo corrupto en la inmigración de haitianos? Se debería pedir visa a Haití. Inmigrantes sin calificación no son un aporte a Chile. Inmigrantes deberían tener clasificación técnica o profesional o traer inversión y dar empleo. Similar a requisitos de EE.UU."

Frente a esto, la periodista Mónica Rincón le preguntó si sólo una persona que tuvo educación puede ser un aporte y si "el que sin ser "calificado" (como tú lo describes) quiere aportar con su honradez y trabajo a Chile ¿no aporta? Qué triste esta ola, tan popular, anti inmigración".

En respuesta a esto, el cientista político Patricio Navia señaló que la llegada de inmigrantes no calificados aumenta la competencia de trabajos mal pagados. "Abrir las puertas a inmigrantes no calificados significa cerrarlas a alzas del sueldo mínimo. Hay que elegir".

Mientras que el investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), Raphael Bergoeing, manifestó en la misma red social que "discusión por inmigración: Es necesaria una política migratoria y que los inmigrantes tanto de baja como alta calificación sí aportan al desarrollo" del país.

A raíz de la discusión que generó este tema, Emol conversó con distintos expertos sobre cómo afecta la inmigración al desarrollo económico de Chile, analizando la llegada de trabajadores calificados y no calificados o con baja calificación, además de la regularización de estas personas que se mantienen trabajando de manera informal.


¿Cómo afecta la inmigración al desarrollo económico de Chile?
Existen mercados segmentados en el mundo laboral y el impacto es diferente. Los inmigrantes calificados aportan con su conocimiento y experiencias nuevas, que son de utilidad en las empresas chilenas. En cambio, los no calificados generan una paulatina sustitución con el trabajador chileno equivalente, el cual aspira a trabajos mejor remunerados, por lo cual debemos recibir ambas categorías.

Es habitual que en la medida que sube el nivel educacional en un país existen cada vez menos trabajadores dispuestos a realizar trabajos de menor calificación. Dicha escasez se transforma en un freno al desarrollo sectorial, por lo cual la inmigración de no calificados contribuye a resolver la restricción de mano de obra. Hace algunos años se realizó una regularización migratoria en donde se corrige la distorsión que provoca la obsoleta ley migratoria actual. Una gran cantidad de las personas que están con visa de turista vencida ya participan activamente en el mercado del trabajo, pero por su categoría irregular lo hacen sin contrato de trabajo ni seguridad social.

Mientras no modernicemos nuestra ley migratoria debemos resolver el problema que hoy afecta a miles de personas.La política migratoria debe ser definida en la nueva ley, ya que en la actualidad la inmigración se está produciendo desde los países más pobres de América, generándose guetos en varias ciudades de Chile en donde el hacinamiento y la pobreza se acentúan. Creo que nuestra política migratoria debe promover la formalidad ante todo, de manera tal que el inmigrante que desea trabajar en Chile lo haga con todos sus papeles al día. Si cumplen con las mismas obligación que tenemos todos lo chilenos pueden tener acceso a los beneficios de nuestra red social.
Tomás Flores, economista y académico de la Universidad Mayor.
La principal característica de los migrantes es que son individuos autoseleccionados en el país de origen, es decir, migran aquellos con mayor propensión al esfuerzo, menos adversos al riesgo, más ambiciosos. Esto implica que independientemente de la calificación, en promedio son más productivos que los trabajadores equivalentes en el país de residencia. En nuestro caso, tengo la impresión de que no hay escasez de trabajadores calificados, pero sí de trabajadores menos calificados que hagan su trabajo con un estándar mínimo aceptable. En mi opinión esto se ve reflejado en el sector servicios, la calidad de servicio que provee un colombiano, venezolano o haitiano en promedio es bastante mayor que la de un chileno. Además, que muchos no calificados toman trabajos que los chilenos no desean o consideran degradantes. La competencia solo nos beneficiará.

Los inmigrantes son un aporte en términos económicos, sin importar su origen y su calificación. La evidencia para Estados Unidos muestra que el aporte mayor lo hacen los inmigrantes de países africanos pobres. No cabe duda además que aportan culturalmente tanto en términos artísticos, musicales, culinarios, etc. Todo esto ayuda al desarrollo del país. Especialmente en un país como el nuestro donde la gente tiene un alto grado de desconfianza, es clasista y racista, la diversidad cultural traerá ganancias en productividad. Debería regularizarse la situación, pero no con el fin de expulsar a los inmigrantes, sino que con el fin de integrarlos con derechos y obligaciones a nuestra sociedad.
Felipe Balmaceda, profesor de economía de la Universidad Diego Portales.
Hace dos o tres años vino un especialista en crecimiento de la Universidad de Harvard, que dijo que justamente lo que le faltaba al país para tener una mejor proyección en términos de crecimiento era diversidad en su fuerza laboral y en sus ideas. Él decía que faltaban inmigrantes, faltaban visiones, un poco comparando con la experiencia de otros países que con grupos distintos han logrado mayores niveles de innovación. Entonces, desde el punto de vista del desarrollo y del crecimiento económico a largo plazo, uno esperaría que los inmigrantes enriquezcan las proyecciones, con una fuerza laboral más diversa.

La preocupación aparece siempre por el impacto que esto pueda tener en el mercado laboral. Hay evidencia, como en Estados Unidos, que ellos reciben muchos inmigrantes, de que lo que ocurre no es que los inmigrantes desplacen a los nacionales, sino que vienen a ocupar posiciones en el mercado laboral que ya los nacionales dejaron de ocupar, eso pasa con los inmigrantes de baja calificación.

Por eso no debería haber una preocupación, porque no hay evidencia de que algún país haya colapsado en términos de empleo. Tanto los de alta calificación como los de baja calificación podrían ser un aporte en términos de desarrollo económico.

También hay otros puntos de vista, como los derechos humanos, en que no debemos pensar en ellos sólo como trabajadores, sino que tienen derecho a ser tratados como seres humanos independiente de donde vengan. Hace falta una especie de legislación para ordenar estos temas, todavía no tenemos una legislación potente en términos de cómo vamos a recibir a los inmigrantes en Chile. Los inmigrantes que ya están acá y que están trabajando en condiciones de informalidad, eso no debería pasar (...) y lo que debería pasar ahora es tratar de regularizar todo esto.
Claudia Sanhueza, economista e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).
El migrante promedio que llega a Chile tiene un nivel de escolaridad más alto que el nacional, usualmente habla mejor el español, es flexible y resiliente frente al mercado laboral. En ese sentido, el impacto tanto de inmigrantes calificados y no calificados sigue siendo positivo para nuestro país, y si Chile quiere continuar la senda del desarrollo, necesita de ambos para alcanzar su potencial social, cultural y económico.

Los migrantes no calificados tienden a adaptarse rápidamente al mercado laboral, como en las áreas de servicios, construcción, agricultura y gastronomía. Históricamente han desarrollado grandes industrias, como la de restaurantes de especialidad, como la comida peruana, china, italiana, colombiana, etc. sin tener un respaldo académico tan alto.

Un proceso de regularización debe estar acompañado de una mejora en la infraestructura existente, las visas y el acceso a documentos de identificación. Se debe mejorar los sistemas de visas existentes y mejorar los procesos de información y acceso a RUT, para no generar potenciales problemas de accesos a servicios y diseñar políticas publicas.

Los migrantes que viven en nuestro país colaboran social, cultural y económicamente. Buscan mejorar su calidad de vida, la calidad de vida de sus familias, y de paso, mejoran la calidad de vida de las personas del país que lo reciben.
Álvaro Bellolio , director ejecutivo de Nuevas Contingencias Sociales (NCS)
Los inmigrantes calificados pueden estar más centrados en emprendimiento, desarrollo de sectores que requieran capital humano específico y empleos calificados para los cuales exista una baja oferta laboral actualmente. Por otro lado, los inmigrantes de menor calificación también asumen trabajos que pueden ayudar en varios aspectos al desarrollo de determinados sectores o grupos.

Las diferencias en ese sentido se reflejan más en los grupos o sectores que ganan y pierden con la llegada de cada uno (...) lo más probable es que en ambos casos haya una ganancia, esto es un impacto positivo para Chile.

Desde el punto de vista profesional, de acuerdo con la evidencia de otros países y en parte también en Chile, la opción de "cerrar" la entrada a un grupo es una ilusión puesto que en la práctica no podemos efectivamente bloquear la frontera ni hay una manera obvia de evitar su permanencia. Es probable que una prohibición o restricción a la entrada de inmigrantes no calificados sólo termine creando grupos de inmigrantes sin documentación, exacerbando una situación que ya observamos en estos momentos. Generar un sistema en que los trabajadores terminen en un sector informal no beneficia a nadie.

Donde sí es posible avanzar mucho es en tener una política migratoria explícita y transparente, con reglas conocidas.
José Tessada, economista y académico UC.
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