BUENOS AIRES.- Para muchos en Argentina nombrar al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que el actual Gobierno negocia un crédito para paliar el desplome de su moneda, supone evocar una maltrecha relación que se agravó con la crisis de 2001, por las duras exigencias que tuvo el organismo para cobrar sus préstamos.
Ayer martes, el Presidente Mauricio Macri anunció que negocia una línea de apoyo financiero con el organismo internacional para afrontar la fuerte caída del peso argentino en los últimos días frente al dólar.
"Esto nos permitirá fortalecer nuestro programa de crecimiento y desarrollo... enfrentar el nuevo escenario global y evitar una crisis como la que enfrentamos antes en nuestra historia", dijo el Mandatario en un discurso.
Aunque oficialmente no se habló de cifras por ser una negociación aún en pañales, según fuentes que conocen las tratativas la cuantía económica solicitada al FMI rondaría los US$30.000 millones, una vía de financiación que, según el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, es la más barata que existe porque ese organismo "presta a tasas inferiores" a las del mercado, consigna Clarin. La cifra también es revelada por Bloomberg.
El discurso fue la primera vez que Macri habló con el país luego que el Banco Central elevara abruptamente la tasa de interés de referencia tres veces en 10 días hasta el 40%, la más alta entre las principales economías globlales.
La moneda se ha desplomado más de 20% este año, arrastrando activos desde bonos a las acciones.
