EMOLTV

Imprentas en alerta por boleta electrónica: Aseguran que sería "una guillotina" para unos 3 mil puestos de trabajo

Si la transición hacia la factura electrónica provocó que las empresas gráficas de menor tamaño disminuyeran en un 22%, hoy el gremio tiene mayores temores respecto a la nueva medida que impulsa el Gobierno dentro de su reforma tributaria.

10 de Septiembre de 2018 | 08:01 | Por Patricia Marchetti Michels, Emol
imagen

Desde la industria de la impresión piden plazos entre uno y cinco años para adaptarse a la medida.

LUN
SANTIAGO.- La reforma tributaria del Gobierno se había mantenido en completo hermetismo hasta la noche del 21 de agosto cuando el Presidente Sebastián Piñera dio las primeras luces de sus ejes principales. Y fue esa misma noche, cuando las imprentas nacionales se enteraron de una medida que amenaza -nuevamente- al rubro: la boleta electrónica.

Fue como un déjà vu. Es que si hace tres años las empresas que se dedicaban a imprimir facturas tuvieron que dejar de producirlas producto de la implementación de la factura digital, ahora la aspiración de La Moneda llegó "como guillotina para el negocio", lamentan desde el gremio impresor.


Sucede que, aunque "se trata de un proceso inevitable y que responde a un fenómeno global", son medidas que "han afectado mayoritariamente a empresas familiares abocadas al área de formularios", cuenta a Emol la presidenta de la Asociación Gremial de Industriales Gráficos de Chile (Asimpres), Marcela Lahosa.

Así, si la transición hacia la factura electrónica provocó que las empresas gráficas de menor tamaño disminuyeran en un 22% y le significara perder el trabajo a 2.000 personas -según información del SII-, las proyecciones del impacto de la boleta digital en este segmento son aún más desalentadoras.

"En total, en Chile, existen unas 5.000 imprentas, pero las que se verán golpeadas con esta medida de la reforma serán fácil unas 1.000", revela el segundo vicepresidente del directorio de Asimpres, Nelson Cannoni.

Y continúa: "Esas 1.000 imprentas que se dedican a esto pueden tener contratados desde uno a cinco trabajadores, porque son micro y pequeñas empresas, por lo que, una vez implementada la medida, podríamos ver unas 3.000 personas cesantes". Cifras que respalda también la gerente gremial de la asociación, María Eugenia Mingo.

"Cuando hablamos de 'los productores de boletas' nos referimos a los que hacen esos típicos talonarios de boletas amarillas, rosadas y azules de los almacenes"

Nelson Cannoni, vicepresidente Asimpres

Dentro de esos números, figura el caso de Eduardo, un autodenominado "imprentero" que se dedica a hacer boletas en La Cisterna desde hace 20 años. En conversación con Emol, el emprendedor reconoció estar "urgido". Es que las máquinas que usa para hacer sus papeles costaron $60 millones cada una y "con esto de la boleta electrónica estas impresoras ya no van a servir para nada, quedarán obsoletas".

De hecho, Cannoni coincide y comenta que si se aprueba la reforma tributaria con esta medida, "desde ese día, estas máquinas van a valer cero pesos desde el punto de vista de su función (...) me darían más por ellas como kilos de fierro que como impresoras de boletas".

Por ello, Eduardo y sus dos empleados -que son parientes- están pensando en "un cambio radical del negocio, una reconversión, porque si no, se acabó esta pega no más". Y para respaldar que "no es de exagerado", Eduardo recordó que después de la implementación de la factura electrónica perdió un 25% de sus ingresos y ahora, todo su negocio, se sostiene gracias a la boleta.

Un "proceso inevitable" donde "hizo falta el acercamiento del Gobierno"

"El anuncio de la implementación de la documentación tributaria digital lo recibimos hace más de 15 años, por lo que como gremio hemos tenido tiempo para prepararnos", indica Lahosa y recuerda que, en su momento, "la noticia significó un análisis preocupante, porque la estructura de nuestra industria era muy distinta a la que vemos hoy".

"La verdad es que aquí el pyme se ha visto obligado a ser carne de perro y se ha tenido que ir adaptando a la fuerza de algunas cosas. En definitiva, se entiende la medida, pero la preocupación por el mundo de las imprentas existe y además hay muchas dudas de su implementación"

Roberto Rojas, presidente Conupia

Cannoni coincide. Sin embargo hace hincapié en un punto que hace que este proceso diste en demasía con el vivido con la factura electrónica: "Con lo de la factura el Gobierno y el gremio estuvieron en conversaciones y se llegó a un acuerdo de darle un plazo como de 10 años a la industria para que le hiciera frente a la transición, el Estado tuvo la prudencia de habernos advertido".

Pero ahora, "la guillotina cayó de una y sin conversaciones de por medio" y agrega: "No podemos ir en contra de la tecnología, eso está claro, pero ¿debería haberse el Estado acercado a nosotros para conversarlo? yo creo que sí".

"Esto es más o menos lo que les pasó a los colegas de la industria del plástico, que de un día para otro les cambiaron las reglas del juego. Y si bien todas estas medidas hacen bien para el medio ambiente, y en el caso de la boleta quizás para tener una mayor recaudación, generan graves problemas a los emprendedores", considera.

¿Es posible aspirar a la boleta electrónica en todo el país?

Para Roberto Rojas, presidente de la Conupia -la confederación que tiene bajo su alero al de los impresores- hay más dudas que certezas con el "corazón" del proyecto de ley que impulsa el Gobierno en este punto en particular de la digitalización del sistema.

Es que, más allá de los efectos económicos y laborales que traería la iniciativa para el rubro de los impresores, "no queda claro si efectivamente esta medida va a disminuir de manera eficiente los grados de evasión de impuestos que hay". Además, "tampoco se sabe de qué manera se va a implementar desde el punto de vista operacional".

"¿Cómo vamos a capacitar a todos los almaceneros de Chile? ¿qué pasa con las zonas aisladas del país, donde no tienen estos teléfonos inteligentes ni internet? ¿quién va a correr con el costo de estos nuevos sistemas en los locales?", son algunas de las preguntas que hace el dirigente gremial.

Y desde el lado de los almaceneros del país, Roberto Zúñiga, vicepresidente de la Confederación Nacional del Comercio Detallista y Turismo de Chile, declara que "es un poco complicado el tema para nosotros, porque el comercio más pequeño no tiene los medios para emitir este tipo de boletas digitales".

"En su gran mayoría los almaceneros no poseen los elementos necesarios para adaptarse a la boleta electrónica. Muchos no trabajan con transbank y para qué hablar de los celulares inteligentes. Hay comercios rurales que cuando se hizo lo de la factura, en vez de adaptarse, simplemente dejaron de darla no más, es que esto del internet tiene 20 años y los comerciantes más de 60"

Roberto Zúñiga

Por eso, el dirigente gremial propone que haya una cláusula de la reforma que pueda excluir a algunos locales de barrio y que, para el resto, el Estado contribuya con parte de los costos asociados a la modernización de los sistemas.

Es más, Zúñiga revela a Emol que hace unas dos semanas, en el Consejo Consultivo del Ministerio de Economía, "le expresamos al subsecretario Ignacio Guerrero lo complicado que es este tema de la boleta electrónica para nosotros, nos escuchó y bueno, ahora se viene la discusión de la reforma en el Congreso, pero nosotros ya prendimos la alerta".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?