"Un escollo adicional para combatir la crisis en América Latina ha sido la altísima informalidad, la cual dificulta el acceso a la ayuda estatal, porque no se sabe cómo llegar a esas personas", decía hace unos días en un seminario de Icare el ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo. Análisis que desde el inicio de la pandemia también ha sido puesto en evidencia por distintos ministros: "El gran problema es la informalidad en Chile, si supiéramos quiénes son esos trabajadores, sería mucho más fácil llegar a ellos y ayudarlos", ha dicho en reiteradas ocasiones la titular de Trabajo, María José Zaldívar.
Pero no sólo a nivel local la informalidad es tema. En Perú las estimaciones apuntan a que si antes de la crisis seis de cada 10 trabajadores estaban en el sector informal, dicho número llegaría a nueve de cada 10, o sea cerca del 90% de los ocupados. Lo anterior, de la mano con una caída de 12% del PIB en 2020 y un desempleo que alcanza el 55%.
En Argentina, ya en abril se calculaba que la informalidad laboral rondaba el 50% y los expertos apuntaban que, de la mano con el deterioro económico, el escenario empeoraba. "Acá uno de los grandes problemas que tenemos es que gran parte de la economía es informal, tenemos una economía muy regulada, con leyes y carga tributaria casi europea y gran parte de la población no puede acceder a pagar esos impuestos, a cumplir esas reglas", comentaba en el mismo seminario de Corbo el líder empresarial trasandino, Roberto Murchison, presidente de IDEA.
Las cifras de Chile son menores, pero de todas formas preocupan a los expertos. ¿La razón? Si bien antes de la pandemia el país registraba una tasa de ocupación informal de casi el 30%, la cifra cayó a 22,3% en el trimestre móvil abril-junio, pero dicho retroceso se dio al mismo tiempo que un desplome de más de 15% de la fuerza de trabajo y de 20% de los ocupados.
"La informalidad ha caído, porque lo que está ocurriendo en estos meses de la crisis es que ha aumentado la proporción de las personas formales porque los empleos informales son los que se ha ido destruyendo primero", explica a Emol el economista y director del Centro de Estudios Logitudinales de la PUC, David Bravo.
Si bien destaca que el gran problema será el cómo recuperar los puestos de trabajo en general, dice que "es esperable que la informalidad crezca", dado que la historia pasada muestra que después de las crisis los empleos independientes e informales aumentan "como estrategia de sobrevivencia de la gente, la cual necesita tener ingresos como sea".
"La posibilidad de crear 3 millones de empleo en un periodo corto es prácticamente imposible, o sea necesitaríamos una recuperación de la economía a un nivel que se ve muy improbable en el escenario político que tenemos. Es altamente probable que en la medida que las restricciones sanitarias se vayan levantando, esas personas caigan en situación de informalidad"
Cecilia Cifuentes, economista
Similar es el análisis hace Cecilia Cifuentes, economista y directora del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la Universidad de Los Andres, que proyecta que la tasa de ocupación informal podría llegar al 40% post pandemia. "Por supuesto que el empleo informal es una estrategia de sobrevivencia, porque son personas que van a tener dificultades para reinsertarse en el mercado laboral en una economía que va a estar creciendo poco".
"Lo más probable es que la informalidad suba harto en Chile y es un tema muy complejo, porque si uno suma cuánto ha aumentado el desempleo, más el número de personas que ha salido de la fuerza de trabajo -o sea que antes tenía un trabajo y ahora está desempleada, pero tampoco está buscando-, más el número de los que está suspendido por la Ley de Protección del Empleo, son 3 millones de trabajadores que están en una situación bien compleja", explica.
"La posibilidad de crear 3 millones de empleo en un periodo corto es prácticamente imposible,o sea necesitaríamos una recuperación de la economía a un nivel que se ve muy improbable en el escenario político que tenemos. Es altamente probable que en la medida que las restricciones sanitarias se vayan levantando, esas personas caigan en situación de informalidad. Aquí el principal desafío que tenemos hacia adelante es lograr que estas personas puedan reinsertarse en el mercado laboral y en un trabajo formal, pero es muy, muy difícil lo que viene por delante", sostiene Cifuentes.
Medidas que incentiven la formalización
Lorena Flores, directora del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, comenta que "la informalidad en países como el nuestro hace que esas personas, las informales, son como que no existen, están en la lista negra", por lo que hace especial énfasis en que el fenómeno debe ser combatido con incentivos a la formalización, con el fin de que los apoyos del Estado lleguen a esos trabajadores.
"Acá hay una cosa que se desnuda con mucha fuerza, que es que tenemos niveles de informalidad altos y que en situaciones como esta se manifiesta el costo de que sea así. Necesitamos un acuerdo país en formalizar todo lo que se pueda formalizar"
Ignacio Briones, abril de 2020
"Lleva años combatir la informalidad, pero es importante poner incentivos a volver a ser formal. Hoy muchas personas dicen 'no, no me pagues con boleta, porque me van a quitar la cotización', entonces hay que buscar estrategias para que esto sea al revés: por ejemplo, 'mira, si cotizas, el Gobierno además te pondrá un subsidio extra por formalidad'", ejemplifica la experta laboral con la idea que llama "subsidio a la formalización".
"La falta de avances notorios en este tema en los últimos años yo creo que tiene que ver con que hay incentivos a que las personas se informalicen. Por ejemplo, todos aquellos que son formales pagan cotizaciones, si tú das una boleta hoy, el SII te retiene inmediatamente para tu cotización futura y eso hace que mucha gente diga que mejor no hace boleta, porque necesita el dinero ahora", analiza.
Por último, Flores marca un punto que considera clave: "Creo que hay que entender que el empleo asalariado no es la única forma de empleo y vamos a tener que, de aquí en adelante, seguir pensando en políticas para los cuenta propia, los empleadores más pequeños, los independientes, todos, porque todas las formas de empleo son importantes".
"Si tú me preguntas si va a subir el empleo informal, yo digo que sí y fuerte. Ahora, en el equivalente con Perú, si me preguntas si Chile va a pasar de tener menos del 30% al 50%, claro, eso me sorprendería mucho, sería un cambio drástico y no lo creo. Si tuviera que apostar por algo, no veo que podamos llegar a esas condiciones, tendríamos que estar en una situación verdaderamente desastrosa"
David Bravo, economista
Por su parte, Bravo opina que "lo que se está discutiendo sobre incentivos, subsidios al empleo creo que es bien importante, porque estos subsidios lo que hacen es incentivar la formalización y eso va a ser crucial en la recuperación". Para Cifuentes también es "súper relevante que se apliquen políticas de capacitación en todo lo que son las nuevas tecnologías, porque los que están perdiendo primero el empleo son los menos capacitados y los que menos educación tienen, y para ellos será mucho más difícil reinsertarse en la economía formal".
"Debería notarse la preocupación sobre este tema post pandemia"
"La verdad es que yo pienso que Chile no ha hecho una batalla contra la informalidad, no creo que se lo haya puesto como un objetivo", expresa Bravo. "Con la pandemia y la recuperación viene a ser aún más necesario abordar este tema y, como vamos a tener que poner muchos recursos de todas maneras, el ideal sería ponerlo con una perspectiva de largo plazo, no solamente como algo de pasar recursos a la gente".
Así, el economista del Centro de Estudios Longitudinales cree que, tras las declaraciones de autoridades de Gobierno durante estos meses, "se debería notar la diferencia respecto a la preocupación por este tema post pandemia. Si decimos que 'esto desnudó' esta situación, el punto es que ahora las herramientas que se vayan a tomar efectivamente aborden eso y nos permitan en dos, tres años más poder estar en un mejor pie, precisamente ahora que va a haber que recuperar un montón de empleo".
Consultada por si debería ser un foco de preocupación y trabajo del Ejecutivo después de la crisis, Cifuentes también considera que sí, pero remarca que "debería haberlo sido desde mucho antes". "Es impresionante ver que en los último años el país creció pero no hubo ningún avance en términos de formalidad y aquí yo creo que también han influido las reformas laborales que se han hecho y que han desincentivado a la contratación formal".
En ese sentido, expresa que "va a ser súper importante en este objetivo de mayor formalidad lo que se haga en materia de pensiones, porque si vamos a poner un sistema de reparto con una cotización adicional de 6% que va a ser un impuesto al trabajo formal, vamos a ir en contra de ese objetivo". Lo anterior, considerando que tanto la propuesta de La Moneda como las de sectores de oposición consideran componentes de solidaridad.
"La oposición está pidiendo que el 6% vaya todo a reparto, pero los que cotizan son sólo los formales. Probablemente después de la crisis la tasa de informalidad llegue al 40%, entonces, en el caso que el 6% vaya a reparto, solo el 60% de los trabajadores va a estar haciéndose cargo de las cotizaciones para todo el resto y uno no puede pensar que un grupo de trabajadores sean los que carguen el costo de todo el sistema".
