La Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago dictó una orden de no innovar, tras el recurso presentado por el cuerpo médico de Clínica Las Condes, debido a los cambios de contratos de arrendamiento de instalaciones a los médicos que impulsó la compañía.
En concreto, este fallo suspenden 559 términos de contratos de arriendo efectuados por la clínica a sus médicos, que se harían efectivos desde el 1° de octubre próximo.
De esta manera, los actuales contratos de arrendamiento podrían seguir vigentes después de la fecha antes indicada, al menos hasta que se dicte sentencia definitiva en el recurso.
Cabe consignar que sus efectos solo alcanzan a los médicos que no han suscrito un nuevo contrato con la clínica, porque todavía mantienen vigente las condiciones de sus cláusulas originales.
Estos cambios en los contratos estaban programados para implementarse a partir del 1 de octubre, en virtud del nuevo modelo de negocios impulsado por el controlador de la clínica, el Grupo Auguri, ligado a la empresaria Cecilia Karlezi.
Los abogados Sebastián Oddo y Martín Coronado, en representación de la Clínica Las Condes, habían realizado una presentación ante la Corte de Apelaciones de Santiago, adjuntando una serie de antecedentes para que ese tribunal declare inadmisible el recurso de protección ingresado la semana pasada por el cuerpo médico de la entidad para evitar las modificaciones contractuales.
Por su parte, el cuerpo médico dio a conocer a principios de esta semana el análisis de la Consultora Económica TValora -en calidad de perito independiente- del impacto del nuevo modelo de pago que quiere implementar CLC.
Allí se indicó que, primero, el modelo discrimina por especialidad, exigiendo un pago "proporcionalmente mucho menor a médicos cirujanos en desmedro de sus pares que no realizan cirugías", que puede llevar a los primeros a pagar entre un 40% o 50% de sus ingresos a la clínica.
Segundo, que se incentiva "desmedidamente" la generación de ingresos por parte de los médicos, "poniendo el énfasis en que realicen muchas consultas por hora o muchos procedimientos quirúrgicos en el mes"; tercero, "se penaliza a médicos que por motivos personales o de salud optan por no tener una jornada de trabajo completa en la clínica", lo que afecta "especialmente que médicos jóvenes, médicos que hacen docencia, que trabajan en el sistema público o que optan por compatibilizar trabajo y familia".
Por último, se señaló que el modelo penaliza también a médicos jóvenes o con menos trayectoria en la clínica al hacerlos pagar proporcionalmente mucho más que a sus pares con más edad o antigüedad en la clínica.