Importantes hallazgos sobre la situación en que se encuentra el sistema de Atención Primeria de Salud en Chile (APS), fueron los que dio a conocer recientemente la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) a través del borrador de su estudio titulado "Eficacia en la gestión de atención primera de salud".
Se trata de un estudio mandatado por el Gobierno en 2020 y realizado entre diciembre de ese año y septiembre de 2021. Y si bien la versión final -junto a un conjunto de recomendaciones- se entregará en las próximas semanas al Presidente Gabriel Boric, hasta el próximo 27 de abril algunas de las conclusiones más relevantes del trabajo estarán publicadas en la página web de la CNEP.
El documento contiene una serie de puntos que identifican la realidad de las APS en el país, en cuanto a su capacidad de prevención y eficiencia,
advirtiendo una serie de problemas como déficit de médicos, baja cobertura y la carencia de un sistema digital que le permita funcionar de manera más eficiente.
Respecto a esto último, la entidad llevó a cabo un piloto de gestión digital de citas médicas en 12 establecimientos APS en la Región Metropolitana denominado "Teletriage", el cual replica la experiencia de sistemas como el de Reino Unido.
“De acuerdo a las estimaciones que hemos realizado, al extrapolar la implementación de esta estrategia a nivel nacional, por concepto de reasignación de recursos, uso de tecnología, más otras herramientas (como gestión de citas por mensajería), la cobertura podría aumentar sobre 1 millón y medio de beneficiarios”, aseguró Rodrigo Kell, secretario ejecutivo de la CNEP.
Específicamente, por asignación de recursos, el estudio indica que el tiempo liberado por estos eventos es equivalente a aumentar en cerca de un 20% el volumen de atención presencial. Lo anterior equivaldría a un aumento potencial de cerca de 1,7 millones de citas médicas anuales a nivel nacional.
Considerando que, en promedio, el número de citas por persona al año son tres, entonces esto permitiría aumentar potencialmente en 566 mil personas más. Así, por el efecto de esto en particular, la cobertura se incrementaría desde 50 a 54%.
También se identificó que la cobertura en personas en edad laboral aumentó cerca de 13 puntos porcentuales, respecto a misma medición previa implementación de Teletriage.
Por concepto de uso de tecnología en la estrategia, "permitiría un aumento potencial de entre 500- 900 mil beneficiarios, orientado principalmente a personas en edad laboral que presentan la menor tasa de cobertura (alrededor de 40%)", apuntó.
Esta estrategia consiste en una plataforma web donde la persona solicita una cita y el equipo clínico del consultorio prioriza su atención en función del perfil sanitario del usuario y no por orden de llegada. Lluego contacta a la persona y coordina la cita.
De acuerdo a experiencias piloto, alrededor de un 80% de las solicitudes de atención se cierran en un periodo de 7 días o menos. "El hecho de habilitar una plataforma, priorizar y mantener contacto con el usuario permite mejorar el acceso (sobre todo jóvenes y adultos) y dar mayor oportunidad (a los más complejos), como también, poder programar la atención y ser más costo eficiente", afirmó la CNEP.
"De esta manera, Teletriage cambia el paradigma actual, donde las citas son solicitadas de forma presencial en el establecimiento en el cual esta´ inscrito el beneficiario y donde la atención se programa según orden de llegada, solo priorizando a adultos mayores, embarazadas y menores de 5 años, según recomendaciones ministeriales", agregó.
El análisis, además, reveló que alrededor de 1 de cada 3 solicitudes pueden resolverse de manera remota. "Esto se traduce en diversos beneficios, tanto para los pacientes como para los establecimientos", subrayó.
Específicamente, las cifras de los pilotos sugieren que 3 de 4 atenciones remotas se resuelven con una interacción que toma entre un cuarto y la mitad del tiempo de atención de una consulta presencial.
Brecha en infraestructura
Por otra parte, en el estudio de concluyó que se necesitaría una inversión aproximada de US$1.000 millones para cerrar la brecha en infraestructura que tienen las APS en Chile. Aquello, sin considerar los recursos que se podrían requerir para mejorar la infraestructura existente.
De acuerdo con este cálculo, se estima que se requieren 337 recintos asistenciales a lo largo del país.
La inversión aproximada en estos centros equivaldría a US$930 millones en obras civiles, US$42 millones en equipos y un costo de mantenimiento anual estimado de US$6 millones. En consecuencia, cerrar la brecha en la capacidad de la atención primaria implicaría un aumento equivalente a casi el 30% del presupuesto de APS para 2022.
Krell comentó que “es indiscutible que el país ha ido reduciendo las brechas de infraestructura pública de salud. Estos esfuerzos han estado concentrados en la construcción de hospitales, principalmente de alta y mediana complejidad, lo que ha traído beneficios, pero también consecuencias: sobrecarga de interconsultas, debido a la falta de capacidad resolutiva del nivel primario; sobrecarga de los servicios de urgencia, dada la baja capacidad resolutiva a nivel secundario y primario; y fragmentación en la atención, en parte por las limitantes al flujo de información de los pacientes”.
Para CNEP, el foco en el levantamiento de hospitales en los planes de inversión de los últimos gobiernos estaría siendo ineficiente, en cambio, trasladar la inversión y el gasto hacia políticas de prevención y detección temprana de enfermedades (con e´nfasis en la APS) implicaría tratamientos menos costosos y más efectivos", agregando que "el costo por atención en hospital de alta complejidad es al menos 20 veces más que la atención primaria".
Segu´n estimaciones para este proyecto, un consultorio adicional de APS (CESFAM o CECOSF) reduciría, en promedio, cerca de un 5% las Hospitalizaciones Evitables (HE).
También existen brechas importantes en la dotación de infraestructura de atención primaria de urgencia (SAPU o SAR). En concreto, a enero 2022, solo 139 comunas en Chile contaban con al menos un centro de atención primaria de urgencia. "En otras palabras, cerca de un tercio de la población inscrita en FONASA no tiene acceso en su comuna a un servicio de atención primaria de urgencia".
La CNEP estima que la implementación de centros de urgencia a nivel primario permitiría reducir en 31% las HE por cada mil beneficiarios, teniendo un efecto aún mayor sobre aquellas HE ligadas a cuadros agudos; donde estos centros permitirían reducir en torno al 38% las HE. Esto es especialmente relevante en el caso de Chile, donde las HE agudas representan casi el 50% del total de las hospitalizaciones evitables en un año.
Según un estudio de la Universidad San Sebastián, realizado en el marco de esta investigación, las HE generan un gasto anual a nivel hospitalario equivalente al 10% del presupuesto APS para 2022 (alrededor de 300 millones de dólares), por lo que reducirlas tiene ventajas para el sistema en su conjunto. A modo de ejemplo, reducir en un 20% la utilización de días cama por HE, permitiría atender a 70 mil casos de la lista de espera quirúrgica.