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"Pone una cuota de riesgo" y "es prematura": Expertos abordan consulta de política exterior y si afectaría la imagen de Chile

Economistas analizaron las señales que entrega el Gobierno, a propósito de la iniciativa que apunta a desarrollar un ciclo de diálogos ciudadanos para conocer las percepciones sobre comercio internacional.

15 de Mayo de 2022 | 06:17 | Por Ignacia Munita C., Emol
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José Miguel Ahumada, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, liderará el proceso de consulta ciudadana de política exterior.

El Mercurio
Una serie de cuestionamientos e inquietudes en el mundo político ha despertado la propuesta de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) de realizar una consulta ciudadana que recoja las percepciones de la sociedad civil y el mundo empresarial, a fin de delinear y legitimar la estrategia de comercio exterior que impulsaría el gobierno del Presidente Gabriel Boric.

La idea, según han explicado las autoridades, apunta a desplegar un proceso participativo entre agosto y octubre de este año, siguiendo prácticas similares a las que se han llevado a cabo en otros países que son socios comerciales nuestros, como es el caso de Nueva Zelanda, Australia y Canadá.

Con lo anterior, la entidad liderada por José Miguel Ahumada busca "legitimar" las decisiones que se tomen en este ámbito durante esta administración, y también dar certeza a todos los stakeholders. Sin embargo, la iniciativa generó dudas tanto entre ex autoridades como entre expertos en comercio internacional, sobre todo por las señales que estaría entregando el Ejecutivo al exterior.

En efecto, si bien Rodrigo Yáñez, ex subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, comentó a EmolTV que un ejercicio de escucha a los actores vinculados parece "válido", afirmando que puede ser "una oportunidad para poder interactuar con ese sector que hoy día está bien invisibilizado", también manifestó ciertos reparos.

No obstante, el problema, a su juicio, ha sido "lo resumido del lanzamiento de los detalles de esta consulta y estos verbos que se usaron que fueron desafortunados en términos de que es para 'redefinir' la política comercial y para 'legitimar' la política comercial, lo que va mucho más allá de lo que la canciller Urrejola explicó y precisó, de que este es un ejercicio de escucha".

"Cuando se lanza una consulta para 'redefinir' y 'legitimar', evidentemente que despierta temores que yo creo que fueron despertados de una manera innecesaria si es que realmente lo que se quiere hacer es otra cosa", resaltó.

Por su parte, Hugo Lavados, ex director de ProChile, aseguró que "el impacto de conceptos como 'darles legitimidad a los Tratados de Libre Comercio (TLDC)' es importante. Sobre todo si se hacen públicos, sin socializarlos al interior del Gobierno y a los miles de interesados, en los exportadores, trabajadores de esos sectores y miles de relacionados en las cadenas productivas".

En una carta dirigida a El Mercurio, el economista solicitó que "ojalá se estudie a fondo el proceso productivo, el desarrollo tecnológico y el valor agregado de productos basados en recursos naturales. Exportar fruta fresca, alimentos procesados, vino o servicios no es propio de una economía 'extractivista', mal nombre para un concepto erróneo", y remarcó diciendo que "la diversificación de la matriz productiva no se logra exportando menos".

Señales del Gobierno

Al ser consultados por el impacto que esta consulta ciudadana de política exterior puede tener sobre la imagen de Chile hacia el exterior, e incluso para los mismos socios comerciales con los que ya cuenta nuestro país, Juan Nagel, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, asegura que "esto en sí no es anormal, ni debiera ser motivo de preocupación, ya que se enmarca de una promesa del nuevo Gobierno de beneficiar a algunos sectores considerados 'estratégicos'".

Sin embargo, acotó que "la idea de consultar a la población acerca de esto es curiosa por varios aspectos. Primero, es poco probable que la población tenga el conocimiento técnico o el interés en participar de esta consulta".

"Segundo, se supone que el gobierno ya tiene capital político como para perseguir la agenda que busca. Y tercero, pareciera que esta idea no ha sido consultada con otros actores importantes dentro del propio Gobierno, como el Ministerio de Hacienda. Creo que lo que están pensando los socios comerciales es que es una idea prematura, que aún no se concreta, y que tiene probablemente no resulte", apuntó.

Pero el director del centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría lo ve de otra forma. A su juicio, "esta consulta pone una cuota de riesgo, pone una cuota de incertidumbre, porque la pregunta es qué saldrá de esta consulta".

"Se ha señalado que no genera compromiso, sino que un instrumento de escucha a los distintos stakeholders involucrados, a distintos sectores de la población involucrados en los efectos y consecuencias del comercio internacional. Pero de todas formas plantea la posibilidad de puedan haber cambios a lo ya hecho, y eso sin duda que puede generar conflictos con socios comerciales y perjudicar la imagen del país, porque es un paso más en desconocer la historia de larga data, tendencias y trayectorias que han sido validadas por una sucesión de gobiernos en el pasado los últimos treinta años", explicó.

Con todo, Andrés Rebolledo, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad SEK y ex director de la Direcon bajo el segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, indicó que se trata de "procesos de consulta que se hacen habitualmente, Chile lo hizo, sobre todo los últimos años, con mucha prioridad, a propósito de negociación de tratados de libre comercio, donde se convocaba a todos los que estuvieran interesados en un determinado TLC".

Ahora bien, comentó que "es bien importante definir el alcance –de la consulta-. Yo creo que hay que acotarla a quienes de alguna manera han estado involucrados en estos procesos, como lo han hecho por muchos años ya. Me refiero por cierto a la sociedad civil, representaciones sindicales, el sector privado, y todo eso".

En segundo lugar, habló de fijar "preguntas que permitan de alguna manera, con flexibilidad y apertura, responder y tener una reacción flexible y con libertad en ese sentido".

"Esperaría que la consulta eventualmente quede estable, o que se muestre que la política comercial de Chile ha sido muy buena para el país, que ha contribuido al crecimiento al desarrollo económico del país, y ojalá que esto permita también seguir fortaleciendo esa vía"

Andrés Rebolledo, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad SEK
Tras ello, mencionó: "yo esperaría que en esa consulta, entre otras cosas, quienes han sido beneficiarios de estos tratados pudieran plantear su opinión, que quienes plantean eventualmente algunas modificaciones en acuerdo también lo hagan. Esperaría que la consulta eventualmente quede estable, o que se muestre que la política comercial de Chile ha sido muy buena para el país, que ha contribuido al crecimiento al desarrollo económico del país, y ojalá que esto permita también seguir fortaleciendo esa vía".

En ese sentido, Nagel declaró que la consulta "debiera enfocarse en aquellos sectores que se hayan visto perjudicados por los tratados y que tenga interés en que se cambien, por ejemplo, el sector manufacturero y metalmecánico. También debería tomar en consideración a aquellos sectores económicos que se hayan visto beneficiados por los tratados. Estoy pensando en la industria salmonera, la agroindustria, y en las comunidades donde esas industrias son fuertes. Definitivamente no debiera ser una consulta demasiado abierta, dada la naturaleza técnica del tema".

Y concluyó que "hasta ahora no hay señales de que esto sea un peligro relevante. Los países renegocian tratados muchas veces – pensemos, por ejemplo, en el Brexit, o en la renegociación del NAFTA. Los socios de Chile saben que hay un nuevo gobierno que tiene una visión diferente acerca del libre comercio, y siempre que este proceso se lleve a cabo con criterios técnicos, dialogando, y de la mano de los actores relevantes, no debiera haber muchos problemas".