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Banco Central mejora su proyección de crecimiento económico este año, pero ve probable que Chile entre en recesión en 2023

El ente rector publicó este miércoles su segundo Informe de Política Monetaria del año.

08 de Junio de 2022 | 09:19 | Por Ignacia Munita C., Emol
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El Mercurio
El Banco Central publicó esta mañana su segundo Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, en el cual elevó su rango de proyección de crecimiento para la economía chilena para 2022, estimando una expansión entre 1,5 y 2,25%.

De esta forma, el ente rector prevé una recuperación más robusta que la proyectada en el IPoM de marzo, cuando apostaba por un crecimiento de entre 1% y 2% para este año.

"El mayor dinamismo del consumo durante la primera parte del año lleva a revisar al alza su proyección de crecimiento para 2022, retrasando su ajuste hacia la segunda parte de este año y 2023", resalta en el documento la entidad presidida por Rosanna Costa.

No obstante, la entidad no destacar que Chile entre en recesión en 2023 y el el PIB anote una variación de entre -1,0 y 0% (más bajo que el -0,25 y 0,75% previsto en marzo), para luego crecer entre 2,25 y 3,25% en 2024.

Con respecto a la inflación, el instituto emisor señala que esta ha continuado aumentando, ubicándose significativamente por sobre lo previsto en el IPoM de marzo, considerando que el excesivo incremento que registró la demanda interna en 2021 sigue teniendo una influencia relevante en el alza de la inflación en el último año.

No obstante, el Central menciona que su comportamiento más reciente se debe, en mayor medida, a las presiones de costos externas derivadas del incremento de los precios de alimentos y materias primas, además de las persistentes dificultades en las cadenas productivas y de suministros a nivel global.

En el escenario central, el ente emisor estima que "la variación anual del IPC seguirá aumentando, hasta valores algo por debajo de 13% durante el tercer trimestre".

A partir de allí, prevé que la escalada de precios comenzará a descender, "terminando 2022 en torno a 10%, lo que es significativamente superior a lo previsto en marzo".

"En este caso, los principales cambios responden a los mayores precios de los alimentos incluidos en este índice, al efecto del alza del tipo de cambio y a los cuellos de botella logísticos en el precio de los bienes. También tiene un efecto el mayor consumo privado que se está observando y los impactos de segunda vuelta del incremento en la inflación esperada", agrega.

Hacia 2023 y 2024, se sigue contemplando que la inflación total y su contraparte subyacente tendrán un sostenido descenso, ubicándose ambas en torno a 3% para mediados de 2024, el fin del horizonte de política monetaria de dos años.

"En esta proyección, la inflación total cerrará 2023 alrededor de 3%, mientras que la inflación subyacente se ubicará más cercana a 4% anual. El descenso de esta última será más lento que el de la inflación total y comenzará más tarde que lo previsto en marzo, reflejo de la mayor persistencia de los shocks de costos externos y de la relevancia de los efectos de segunda vuelta", expone el BC.

Inversión

En el plano externo, se prevé que el impulso que recibirá la economía chiena se ha reducido, pricipalmente por el empeoramiento de las condiciones financieras globales ante el retiro de los estímulos monetarios.

Así, el Banco Central subraya que "las proyecciones del escenario central consideran que los precios internacionales de los alimentos y las materias primas se mantendrán elevados por varios trimestres. Ello es coherente tanto con menores términos de intercambio para Chile, como con condiciones financieras más estrechas, dada la respuesta de política monetaria esperada en las principales economías".

Adicionalmente, las proyecciones consideran una reducción del crecimiento de los principales socios comerciales.

El IPoM destacó que para la Formación Bruta de Capital Fijo se prevén caídas más significativas durante este año y el próximo. "Los fundamentos de la inversión también han empeorado. En el caso de las condiciones financieras, juegan un rol relevante el deterioro ya ocurrido en el mercado de capitales y los menores niveles de ahorro de largo plazo para el financiamiento de la inversión", explica.

Así, para este año, se prevé una caída de 4,8%, mayor al 3,8% previsto en marzo, mientras que para 2023 la baja sería de 2,2%, frente al 0,2% anterior.

Tasas de interés

Tras la decisión de llevar la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 9% este mes, su mayor nivel desde que se nominalizó en 2001, el Consejo estima que "serán necesarios ajustes adicionales de menor magnitud en la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de dos años".

De todos modos, adiverten que "los riesgos siguen siendo elevados, en particular por el nivel que ha alcanzado la inflación y su mayor persistencia. Los riesgos en torno a la evolución del escenario macroeconómico siguen siendo importantes".

Escenarios de sensibilidad y riesgos

Asimismo, el IPoM señala que la parte alta del corredor de TPM refleja "escenarios de sensibilidad donde la persistencia de la inflación podría
ser mayor que la prevista. Esto podría ocurrir si el consumo privado continúa sin mostrar un ajuste significativo en los próximos trimestres".

"Los fundamentos de la inversión también han empeorado. En el caso de las condiciones financieras, juegan un rol relevante el deterioro ya ocurrido en el mercado de capitales y los menores niveles de ahorro de largo plazo para el financiamiento de la inversión"

Banco Central
"Un escenario de este tipo también puede darse si se incrementan las fuertes presiones de costos globales. Ello agudizaría el problema inflacionario, dando paso a una reacción más intensa de la política monetaria de diversos bancos centrales en el corto plazo, pero aumentando la probabilidad de una recesión global en el mediano plazo", subraya el informe.

Junto con ello, expone que es probable que "la contracción de la actividad y la demanda sea más intensa, ya sea por una mayor debilidad de la inversión o una mayor velocidad de ajuste del consumo privado".

"Tampoco puede descartarse que en el escenario externo se observe una reducción de las presiones de costos globales y una inflación que ceda en la mayoría de las economías, incluido Chile", añade.

También apunta que existen escenarios donde la economía enfrentaría cambios más significativos, que ubicarían el crecimiento por fuera del rango de proyecciones del escenario central. "Uno de esos escenarios podría darse si el desarrollo de la invasión rusa a Ucrania adquiere características mucho más nocivas sobre la economía mundial", acota.

Ello también podría suceder "si las condiciones financieras globales sufren un empeoramiento aún más significativo, por ejemplo, ante un escenario donde la evolución de la inflación lleve a un ajuste mucho mayor al esperado de la política monetaria de las principales economías".

Se suma que "las expectativas de inflación a dos años plazo de economistas y operadores financieros persisten por sobre 3%, y que las expectativas de las empresas a horizontes más largos también han aumentado. Es importante destacar que inflaciones altas por períodos prolongados se vuelven más persistentes y la evidencia indica que el costo de ajustarlas aumenta, con el consecuente impacto en el bienestar de la población".
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