Tras conocerse el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de septiembre, el cual registró una caída del 0,4%, según informó el Banco Central, surgieron diversas reacciones por parte del mercado y de analistas del mundo privado.
Si bien, la noticia del Banco Central está en línea con la tendencia negativa de la actividad que predijo el mercado, el dato se ubicó en la parte más optimista de las expectativas, considerando que se esperaba una contracción de la economía de hasta el 2%.
A juicio de agentes económicos, esto confirmaría que el reajuste de la economía está siendo más suave de los esperado.
En ese sentido, el departamento de estudios de Coopeuch, afirmó que el "Imacec de septiembre tuvo una caída interanual de 0,4%, sorprendiendo positivamente al mercado que esperaba una contracción más cercana al 1,0%. De hecho, ajustando por estacionalidad y efecto calendario, el Imacec de septiembre aumentó respecto al mes anterior, lo que es positivo teniendo en cuenta el proceso de ajuste que vive la economía".
"Si bien la caída interanual del Imacec será el inicio de un período continuo de contracciones -las que se mantendrán hasta buena parte de 2023- también confirma que el proceso de ajuste está siendo más suave de lo esperado, con un sector servicios y comercio mostrando una resiliencia importante en la variación mes a mes. Con todo, a partir de este resultado actualizamos nuestra proyección de crecimiento a 2,2% para 2022, y a -1,2% para 2023", agregó.
Por su parte, Inversiones Security sostuvo que "el Imacec de septiembre puede ser visto como una buena noticia, ya que refleja una resiliencia de la actividad económica mayor a la prevista, que llevaría al PIB a cerrar el año con un alza en torno a 2%, por sobre el 1,5% que hemos venido proyectando".
No obstante, advirtió que los factores que están detrás de la desaceleración siguen vigentes. "Las condiciones financieras tanto externas como internas se han deteriorado, en un contexto de nivel de incertidumbre local que sigue elevado, manteniendo acotada la inversión", concluyó.
Por su parte, el economista jefe de BICE Inversiones, Marco Correa, expuso que "si bien la actividad de este mes fue más positiva que lo esperado, no representaría un importante cambio en la tendencia negativa de la economía local. Además, esta es la primera variación negativa en términos anuales desde febrero del año 2021, tendencia que se mantendría hasta mediados del próximo año. Lo anterior, pues los factores de incertidumbre locales e internacionales continúan presentes. Así, considerando la caída en las expectativas de los consumidores, aumento en las tasas de interés, ausencia de nuevos estímulos y conflictos geopolíticos internacionales, estimamos que el PIB registraría un crecimiento en torno a 2,0% este año y una caída cercana a -0,9% el 2023".
Priscila Robledo, economista jefe en Fintual, dijo que "debido a las altas bases de comparación, prácticamente todos los analistas esperaban que la tasa de crecimiento pasara a terreno negativo en septiembre. Sin embargo, la contracción fue menor a lo esperado por el consenso (-1.1% de acuerdo a la encuesta de Bloomberg). Comparado con el mes previo, la economía creció 0.2%, contrario a la expectativa del mercado, que anticipaba una caída de -0.4%".
"Todos los sectores se expandieron en el mes, y la principal sorpresa del reporte vino por el lado de los servicios, especialmente con la expansión del comercio, pese a que el INE registró una contracción en dicho sector. El mejor desempeño del sector comercio se explica, en parte, por el estímulo extraordinario que entregó el Gobierno durante agosto, de $120.000 al 35% de la población más vulnerable".
