El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos registró un alza de 0,4% en febrero de este año, frente a enero, según informó el Buró de Estadísticas laborales este martes.
En la comparación interanual, los precios al consumidor subieron un 6,0% frente a febrero de 2022, igual a lo que estimaba el consenso del mercado (6%).
"El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de todos los artículos, y representó más de 70% del incremento, con los índices de alimentación, recreación y menaje del hogar y las operaciones también contribuyen", indica el reporte.
"El índice de alimentación aumentó un 0,4% en el mes con la comida en casa índice subiendo un 0,3%", añade.
Junto con ello, la entidad explicó que "el índice de energía disminuyó 0,6% durante el mes debido a que el gas natural y los índices de fueloil
disminuyeron".
El IPC subyacente, sin incluir alimentos y energía, subió un 0,5% mensual en febrero, tras aumentar 0,4% en enero, mientras que en la comparación interanual subió un 5,5%, igual a lo esperado por el mercado (5,5%).
Comparado con la situación hace un año, la inflación ha estado bajando por ocho meses seguidos. En febrero, los precios al consumidor subieron 6% respecto del año previo, un descenso respecto del aumento de 6,4% registrado entre enero del año pasado y enero de este año, y muy por debajo del 9,1% registrado en junio.
Aun así, la inflación sigue muy por encima de la meta del banco central, de un 2% anual. Los precios básicos aumentaron 5,5% anual en febrero, un leve descenso con respecto al 5,6% registrado en enero.
Las presiones inflacionarias siguen afectando a gran parte de la economía. Los alquileres, los precios en los supermercados y el costo de hoteles, restaurantes y pasajes de avión han estado subiendo a medida que los estadounidenses siguen buscando vivienda, viajando, comiendo afuera y asistiendo a eventos de entretenimiento.