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"Escándalo de Primus" por dentro: Las primeras sospechas del posible fraude y la supuesta "mitomanía" de sus protagonistas

Existieron algunos capítulos que se vivieron dentro de la empresa y que fueron quebrando las relaciones entre los ex ejecutivos Francisco Coyemans e Ignacio Amenábar y los dueños de la misma, además de despertar dudas. A finales de febrero serán formalizados por estafa y otros delitos.

30 de Enero de 2024 | 11:31 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
El 27 de febrero será un día clave en el caso Primus. Y es que durante esa jornada serán formalizados los ex ejecutivos del factoring Francisco Coeymans e Ignacio Amenábar, acusados por la empresa de los delitos de estafa, administración desleal, uso malicioso de instrumento privado mercantil falso y "blanqueo de capitales".

Si bien Coeymans, ex gerente general de la compañía, ha desestimado las acusasiones e incluso ha pedido que lo indemnicen, fuentes de la empresa aseguran que hay evidencia de sobra respaldada digitalemnte para sustentar las acusaciones.


El caso ha dado que hablar no solo por tratarse de un eventual fraude de enormes proporciones, sino que también por la trama que se ha ido revelando a medida de que avanza la investigación, que incluiría cheques falsos, empresas creadas en un día, aparatos para espiar y fiestas en el extranjero.

Este último matiz, de hecho, es uno de los que más se ha destacado. Y es que desde Primus denunciaron que tanto Coeymans como Amenábar viajaban a Perú con dinero de la empresa. Allí, señalaron, habrían acostumbrado a reunirse con modelos peruanas. Una de ellas habría tenido una relación con Coeymans, quien la habría invitado a viajar y le habría desviado dinero obtenido de manera fraudulenta.

Pero además de esos episodios, existieron algunos capítulos que se vivieron dentro de la empresa y que fueron quebrando las relaciones entre los ex ejecutivos y los dueños de la misma, además de despertar sospechas. Esto, hasta que se destapó lo que hoy se investiga como fraude.

La compra que no fue y las primeras dudas


La relación entre el vicepresidente ejecutivo de Primus, Eduardo Guerrero, y Francisco Coyemans e Ignacio Amenábar era de confianza. Guerrero, de hecho, conocía a Coeymans desde la universidad y había sido alumno de su padre, Juan Eduardo, quien a su vez fue director de Primus.

Según fuentes al interior de Primus, una de las primeras dudas de Guerrero en torno a la intenciones de Coeymans surgió a partir de una oferta que les hicieron para comprar la empresa. En estricto rigor el episodio comenzó en 2020, cuando Coeymans habría intentado convencer a los dueños de Primus, entre ellos a Guerrero, de vender la compañía a un supuesto inversor Panameño, con la excusa de los "riesgos" que habían debido al estallido y la pandemia.

Ellos se habrían negado y, a cambio, tanto Coeymans como Amenábar habrían pedido mayores niveles de autonomía, lo que les habría sido concedido. Las dudas, en todo caso, aún no surgían, sino que se hicieron latentes una vez que a Primus le llegó otra oferta, de parte de Latam Trade, que habría sido muy atractiva.

Y es que, según personeros que conocieron de cerca lo que ocurrió durante esos años al interior de la empresa, cuando a Francisco Coeymans se le notificó de esa posibilidad, habría reaccionado con reticencia, y habría llegado a decir que no le gustaría que se vendiera la empresa porque era como su "familia".

Habría sido justamente esa reacción la que habría generado algunas dudas dentro de la empresa, pues había sido el mismo Coeymans quien había propuesto la posibilidad de vender hace apenas unos años. ¿Cómo ahora dice que es su familia, si antes quería vender? Se habrían preguntado algunos.

Un tiempo después, dicen quienes conocieron los hechos, Coeymans y Amenábar habrían vuelto a poner sobre la mesa la compra de la empresa. Esta vez, por un inversos mexicano, lo que nunca se llegó a concretar.

Los nombres en el hecho esencial


Según fuentes desde el interior de Primus, cuando Eduardo Guerrero aumentó el control sobre Coeymans y Amenábar, a comienzos de 2023, después de una serie de episodios que lo terminaron por convencer de hacerlo. Es que se habría encontrado con operaciones que le parecieron sospechosas.

Para investigarlas, decidió suspender momentáneamente de sus cargos a los ex ejecutivos e informar la decisión a través de un hecho esencial a la CMF.

Sin embargo, tras conversar con ellos, se habría convencido de no poner sus nombres en el documento. Y es que, hasta entonces, aún no habría estado convencido de que las operaciones fueran malintencionadas; podía tratarse de errores. En ese contexto, tanto Coeymans como Amenábar, le solicitaron que no los identificara en el documento que informaría de las suspensiones, argumentando que una situación como esa afectaría irremediablemente su imagen y les impediría, en el futuro, volver a trabajar con normalidad.

Fue así como, finalmente, el documento que informó acerca de la suspensión no llevó los nombres de los ejecutivos.

"Traición" y "mitómanía"


En su declaración ante la Fiscalía de Las Condes, Eduardo Guerreró, según consignó La Tercera, señaló sentir un grado de "traición" al "enterarnos de la cantidad de ilícitos cometidos por Francisco e Ignacio, dañando irremediablemente a quienes fuéramos no sólo sus socios, sino también sus leales amigos".

Fuentes que han seguido desde el interior el caso señalan que dentro de la compañía ya no sólo se habla de "traición", sino que también de una "mitomanía", fundamentalmente de Francisco Coeymans, y también de "delincuentes".

Algunos, se señala, se habrían sentido "cuenteados" por los ex ejecutivos y estarían, de algún modo, sorprendidos, para mal, con su propio grado de ingenuidad ante las supuestas mentiras en que creyeron.

También hay quienes hablan de que tienen que pagar "con cárcel".

Defensa de Coeymans

En un escrito, Coeymans se defendió y sostuvo que él fue el que formó Primus e "invité a Raimundo Valenzuela y Eduardo Guerrero a participar como inversionistas. Es totalmente absurdo pensar que quise perjudicar mi propio patrimonio".

"Este conflicto entre privados se traduce simplemente en que una parte de los socios quiso vender la empresa con un problema interno conocido y avalado por todos los demás socios y como éste no pudo comprar sencillamente decidió reventarlo públicamente y hacer aumentos de capital sin sentido con el fin de diluir nuestra propiedad en Primus", aseguró.

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