EMOLTV

El gran "dumping" chino que arrastró a Huachipato y amenaza fuerte a las economías del mundo

El país asiático está "inundando" mercados con productos baratos, lo que podría terminar con idustrias locales de diversos países e impulsar el desempleo.

22 de Marzo de 2024 | 08:02 | Por Pablo San Martín, Emol
imagen
EFE
La Siderúrgica Huachipato es la más reciente víctima de la competencia desleal de parte de empresas chinas, arrastrando a la histórica compañía chilena a suspender de forma indefinida sus operaciones y provocando un fuerte remezón en la región del Biobío por los serios efectos económicos que el posible cierre definitivo traería.

La radical decisión de Huachipato se tomó luego de que la Comisión Antidistorsiones recomendara al Gobierno sobretasas arancelarias por un promedio de 15,3% a tres empresas chinas, lejos del 25% a todas las compañías del país asiático que había solicitado la acerera.

Y es que, según la propia entidad, Huachipato es víctima de "dumping", una práctica anticompetitiva que la potencia mundial está llevando a cabo hace varios años y que ha encendido las alertas en distintas partes del mundo por la fuerte amenaza que representa.

El "dumping" consiste en la venta de productos a un valor inferior a su precio normal o al costo de producción. En el caso de lo que ocurre con China, se habla de "dumping" porque el país asiático exporta productos que vende más baratos afuera de lo que se venderían en su propio territorio. De este modo, se imposibilita a las empresas para competir, pues no pueden bajar sus precios al nivel de las compañías chinas, las cuales son controladas por el Estado por lo que cuentan con el respaldo -y subsidios- de este.

El gran "dumping" chino que afecta al mundo lleva tiempo. Y algunos países ya han tomado medidas. Tras lo que ocurre hay intenciones, causas y consecuencias. Además de una preocupación de occidente por no quedar atrás como potencia.

El "gran dumping chino": Las causas


China está inundando los mercados extranjeros con productos baratos, como el acero o los automóviles eléctricos. ¿A qué se debe esto? El país asiático está pasando por un periodo de deflación, que llevó a los precios al consumidor a caer un 0,8% en enero, en comparación con el año anterior, y que significó una baja de un 2,5% en los precios al productor, en medio de intentos por parte de las empresas de ese país para encontrar compradores.

Esto ha llevado a que dentro del país la demanda se debilite, sin que su capacidad para producir decaiga. Es decir, China cuenta con una producción manufacturera sólida que no encuentra compradores en su propio país. En ese contexto, la potencia -que de algún modo controla por medio del Estado a todas las empresas y que puede absorber eventuales pérdidas- opta por exportar lo que no se consume en su territorio a otros mercados.

Así, apuntalados por créditos baratos otorgados por el Gobierno, las compañías se deshacen de los excedentes e intentan consolidarse en otras partes del mundo, vendiendo más barato y perjudicando a la competencia. Esto, si bien ha tenido un reimpulso en el último tiempo, está ocurriendo hace algunos años, pues China ha vivido -desde 2009- distintos periodos de deflación.

El fenómeno, en todo caso, no es nuevo. Y es que en la década de los 2000 China también inundó el mundo con productos baratos. ¿La diferencia? Compraba mucho a cambio, lo que no estaría ocurriendo ahora dada su frenazo economíco, y estaría significando solo perjuicios para diversas economías.

El "gran dumping chino": Las eventuales consecuencias


En la década de los 2000 los productos baratos chinos acabaron con miles de fábricas en todo el mundo, lo que permitió al país asiático apoderarse de distintas industrias. Este auge de productos chinos permitió a varios países mantener una inflación baja, a cambio, en todo caso, de los empleos ligados a las manufactureras locales.

Actualmente, un dumping chino sin freno, creen algunos expertos, podría tener, fundamentalmente, dos consecuencias: una caída de los precios y una expansión del país asiático como líder en la industria tecnológica, clave para las potencias mundiales.

En este sentido, David Autor, profesor de economía del Instituto de Tecnología de Massachusetts, señaló a The Wall Street Journal que "las preocupaciones son más fundamentales" ahora, pues China compite con economías avanzadas en automóviles, chips computacionales y maquinaria compleja, industrias consideradas importantes para el liderazgo tecnológico.

Esto ha llevado a Estados Unidos, Europa y Japón a dar apoyo económico a las industrias que se consideran estratégicas, pues de caer estas, sería China la que quedaría de forma exclusiva en esos mercados.

Las medidas que ha tomado el mundo


Pero Occidente no solo ha decidido avanzar en el apoyo a su industria manufacturera, sino que también ha aplicado aranceles difrerenciados a los productos chinos.

Uno de los casos más citados es el de Estados Unidos, país que en 2018 impuso una salvaguarda de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las importaciones de aluminio desde el país asiático. La medida le valió acusaciones de "proteccionismo" al entonces Presidente Donald Trump.

La decisión, en todo caso, no estuvo exenta de consecuencias, pues China respondió también con gravámenes a las importaciones norteamericanas, lo que llevó a ambos países a una disputa legal, que terminó con el litigio a favor de Washington.

En la Unión Europea el caso es similar. También en 2018, la Comisión Europea estableció aranceles de entre el 17,2% y el 27,9% a las importaciones de ciertos aceros resistentes a la corrosión procedentes de China. ¿El objetivo? Tal como Estados Unidos y como se solicita desde Chile, contrarrestar precios excesivamente bajos.

En la actualidad, también desde Europa, se investiga si los autos eléctricos chinos están incurriendo en dumping, o competencia desleal. Por ahora, la Comisión europea (CE) puso en marcha registros aduaneros a los coches eléctricos de ese país. La decisión de si se aplican o no los aranceles está prevista para julio.

Mientras que en Latinoamérica, si bien Chile es un buen ejemplo de las consecuencias del "dumping" chino, hay otros países de la región que también han sido víctimas de esta práctica, particularmente en la industria del acero.

En el 2000, China exportaba 80.500 toneladas de acero a Latinoamérica, frente a los 10 millones de toneladas anuales que vende actualmente, lo que ha provocado un proceso de desindustrialización en la región y ha llevado a los países a tomar distintas medidas de defensa comercial.

Brasil -el gran productor de acero en Latinoamérica- anunció hace algunas semanas el inicio de una investigación por supuesta competencia desleal de parte de empresas chinas. México, por su parte, tomó una medida histórica y subió a 25% los aranceles al acero de la potencia asiática.

Argentina también se ha visto golpeada. A finales de febrero la siderúrgica Acindar, controlada por la multinacional ArcelorMittal, anunció que parará durante un mes la producción en sus cinco plantas debido a una abrupta reducción de entre el 35 y el 40% de las ventas en los últimos meses.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?