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Escándalo de Primus: La declaración en que se reconocen cheques falsos que complica aún más a ex gerente general

El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago dictó una orden de detención en contra de Francisco Coeymans, por no presentarse a la audiencia de formalización.

03 de Abril de 2024 | 17:22 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
Esta semana el escándalo de Primus -en cuya trama el factoring acusa a dos de sus ex ejecutivos de estafa, asociación ilícita y espionaje- volvió a traer movimiento. Esto, porque Francisco Coeymans, ex gerente general de la compañía, se ausentó de la formalización a la que debía asistir hoy en medio de la investigación, por lo que el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago dictó una orden de detención en su contra.

Según su abogado se encuentra en Perú, con covid y una licencia médica por siete días. Algo que no convenció a la fiscalía, ni tampoco al tribunal.

Pero eso no fue todo. Y es que ayer declaró por segunda vez ante Fiscalía Ignacio Amenábar, ex director comercial de la compañía, a quien Primus acusa de formar parte del esquema de defraudación.


En su nueva testificación, Amenábar reconoció esta vez la existencia de "operaciones fraudulentas", pero apuntó como principal responsable a su otrora jefe Francisco Coeymans.

La falsa compra para tener más poder


En su declaración, Amenábar señaló que, en momentos en los que el negocio tenía complicaciones, Coeymans engañó "a los demás socios, esta vez, simulando un supuesto comprador interesado en Primus con el solo propósito de lograr, mejorar significativamente su renta y aumentar muchísimo más sus atribuciones y grados de autonomía".

"Esta estrategia le resultó exitosa, dado que, ante la negativa de los demás socios para avanzar en dicha venta, obtuvo las atribuciones y libertades buscadas, que constituyeron los elementos esenciales que viabilizaronque Coeymans pudiera cometer el fraude hoy sujeto a investigación".

Según la declaración del ex director comercial incluso se llegaron a concretar gestiones, "que terminaron siendo una farsa".

Amenábar continuó así señalando: "Reconozco la existencia de operaciones irregulares que involucraban a (Antonio) Guzmán, (Patricio) Rivadeneira, y otros. Si bien operaban regularmente, muchas de sus operacionesfueron fraudulentas".


Añadió, en esa línea, que "sin embargo, el verdadero tamaño y relevancia en la cartera de estos clientes eran manejados y ocultados al directorio por Coeymans, en particular a los señores Valenzuela y Guerrero, quienes permanentemente preguntaban en específico por esos clientes, que claramente no les gustaban, por lo cual Coeymans en los directorios se encargaba de mostrar un tamaño menor de concentración asociada a ellos, sabiendo que por la política financiera de la compañía lo anterior estaba prohibido".

Los cheques falsos


Amenábar también habló acerca de los cheques falsos acerca de los que se les acusa. Con respecto a aquello, indicó que algunos de los clientes de Primus -dada la complejidad de la situación por la que atravesaban- "intentaron salir de sus obligaciones de un modo fraudulento, todo lo cual fue concebido por personas distintas a mí".

"Francisco Coeymans me comentó esto en privado y me indicó que Rivadeneira le había ofrecido, por ejemplo, el mecanismo de los cheques falsos. En este caso particular, yo no participé en ese mecanismo defraudatorio, ni en su diseño ni en su operación, lo cual constaté al leer la contestación de Primus Capital a la demanda laboral de Francisco Coeymans", agregó.

"Con eso -añadió también- un gran porcentaje de las platas giradas
volvían a Primus Capital y se hacían abonos a deudas de clientes denunciados o de los mismos, generando un aumento de la exposición en el grupo de clientes denunciados, dado que un porcentaje importante de esas operaciones quedaba en poder de estas empresas, o de sociedades relacionadas a Francisco Coeymans, lo que fue generando un importante beneficio para los que participaban de este mecanismo defraudatorio".

"Al mismo tiempo -continuó detallando en su declaración- dado que la instrucción del directorio era disminuir la exposición en los clientes cuestionados, este tipo de operaciones simulaba esta disminución, ocultándole el incremento no autorizado al directorio, informando de la disminución de la exposición. Todo esto, con operaciones con clientes nuevos ('empresas en un día') que no calificaban, ya que ni siquiera tenían inicio de actividades, ni cuenta corriente".

"Decidí quedarme callado"


Tras esa parte, Amenábar da cuenta de lo que hizo al momento de enterarse.

"Reconozco que una vez que se empezaron a cursar esas operaciones Francisco Coeymans me llamó a su oficina y me contó abiertamente que él tenía consciencia de que se estaba generando una 'bicicleta', que estaba haciendo y organizando con Rivadeneira para ir dejando la cartera 'más ordenada'. Quedé estupefacto, no sabía qué hacer y decidí erróneamente quedarme callado".

Según explicó en la instancia, le preguntó al ex gerente general acerca de lo que se estaba haciendo, pero este "sostuvo tajante que no quedaba otra alternativa y que confiara en él, pues me logró engañar convenciéndome de que esto se iría solucionando de a poco, en la medida que se fuera abonando a la deuda y que este grupo de clientes finalmente nos terminarían pagando, lo que también lograría atraer a inversores (eventuales compradores) a quienes estaba buscando para vender la compañía".

En esa línea, agregó que "yo no construí ese sistema de defraudación, pero sí colaboré sin estar plenamente consciente de ello por instrucciones de Francisco Coeymans quien como gerente general era mi jefe directo. A dicho esquema se sumaron, además de los cheques a los que aludí, facturas falsas, clientes no acreditados o de papel o sin iniciación de actividades".

Amenábar, además, quiso dejar clara su postura. "Quiero ser enfático en el sentido que, de las operaciones fraudulentas (cheques falsos, facturas ideológicamente falsas, creación de sociedades de papel, cobro de documentos bancarios y sustitución de estos por otros falsos) no fui partícipe. Sí reconozco haber sabido de algunas de ellas".

"Ignoraba que Coeymans suplantaba a Guerrero"


Una de las aristas en este caso tiene que ver con la suplantación de identidad. Y es que a Coeymans se le ha acusado de aprobar operaciones utilizando claves digitales que no le pertenecía.

Al respecto, Amenábar sostuvo que "ignoraba absolutamente que Francisco Coeymans suplantaba a Eduardo Guerrero en el sistema Workflow desde que nos quitaron las atribuciones en Primus Capital".

"Es posible que el señor Coeymans haya tenido también mis credenciales, y por ende pudo incluso haberme suplantado en el sistema y aprobar por mí muchísimas operaciones que hoy son cuestionada", añadió.
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