Multitiendas Corona, empresa chilena del sector retail -que cuenta con 51 sucursales y 1.800 trabajadores- solicitó recientemente la apertura de un nuevo procedimiento de reorganización judicial a fin de reestructurar su situación financiera y así evitar la quiebra.
La firma enfrenta un delicado escenario, derivado de una combinación de factores como la baja en el consumo, la inflación, y la imposibilidad de acceder a financiamiento. Y a pesar de las medidas adoptadas, incluyendo el cierre de negocios no rentables y la apertura de nuevas oficinas en China para optimizar costos, la empresa no ha logrado estabilizarse.
Esta
no es la primera vez que la compañía atraviesa por una crisis de este tipo.
En 2020, la empresa ya había solicitado una reorganización judicial sus pasivos, producto de los efectos del estallido de 2019 y la pandemia. Tras algunos meses, finalmente sus acreedores respaldaron el plan de reestructuración y la firma logró esquivarla quiebra. Sin embargo, en menos de cinco años, Corona volvió a acogerse a una reorganización.
En esta ocasión, la solicitud se debe a una serie de problemas financieros que no pudieron ser resueltos a pesar de los esfuerzos operacionales y financieros adoptados.
En el documento de solicitud, el abogado de la empresa, Nelson Contador Rosales, detalló los motivos de la reorganización.
"Mi representada, Multitiendas Corona S.A., ha solicitado nuevamente este procedimiento debido a las dificultades económicas que enfrenta actualmente, las que se han agudizado en los últimos meses", señala Contador.
Entre los factores que han impactado -según la compañía- se encuentran la disminución sostenida de la actividad económica en Chile, la caída del consumo y el impacto de la inflación en los costos operativos.
¿Por qué Corona atraviesa esta crisis?
Desde el 2019, el camino de Corona ha ido cuesta arriba. La empresa enfrentó fuertes pérdidas tras los saqueos ocurridos durante el estallido de octubre de ese año. Según lo describe el documento, "el saqueo afectó aproximadamente al 50% de las tiendas, algunas de ellas en múltiples ocasiones, lo que resultó en daños en infraestructura y pérdidas de mercadería imposibles de reemplazar".
Estos hechos, sumados a la pandemia de covid-19 que impidió la apertrua de sus tiendas, empujaron a la empresa a su primera reorganización judicial en 2020. En 2021, la situación parecía mejorar con un crecimiento sostenido en las ventas, lo que le permitió a la empresa cumplir con sus acreedores.
"Durante el año 2021 se logró un Ebitda superior a los $30.000 millones, y se pagó la totalidad de las deudas con $20.000 millones provenientes de recursos propios", señala el informe. No obstante, la economía chilena comenzó a experimentar un "frenazo" en 2022, afectando gravemente las ventas de Corona.
La empresa describe que la inflación también ha jugado un rol clave en su crisis actual, ya que los costos operativos, como el arriendo de locales, han subido en más de un 15% desde marzo de 2022.
Ante esta realidad, la compañía ha intentado reducir gastos, pero se ha encontrado con dificultades para acceder a financiamiento, lo que la ha llevado a depender casi exclusivamente de su flujo de caja operativo.
"A pesar de nuestros esfuerzos por obtener financiamiento, las condiciones del mercado han imposibilitado el acceso a créditos", indican.
Principales problemas que enfrenta Corona
Uno de los principales problemas que enfrenta la compañía es la disminución de las ventas debido a la baja en el consumo. Según exponen, la situación económica del país, marcada por una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) y 18 meses consecutivos de contracción en el consumo minorista, ha afectado especialmente a empresas como Corona.
Como lo expresa la solicitud, "las ventas han sufrido fuertes disminuciones debido a que el poder adquisitivo de la población ha caído, lo que ha hecho que los clientes prioricen el gasto en bienes de primera necesidad".
Además, la empresa acusa que enfrenta dificultades para obtener financiamiento bancario, lo que ha obstaculizado sus intentos por mantenerse a flote en medio de la crisis. "El mercado actual ha cerrado casi completamente las puertas al financiamiento, lo que ha impedido que la empresa acceda a los créditos necesarios para continuar operando", puntualizan.
Otra medida que la empresa ha tomado ha sido el cierre de su negocio de tarjetas de crédito no bancarias. Según el documento, el negocio de la Tarjeta Corona había acumulado pérdidas de $19.657 millones entre 2022 y 2024, lo que forzó la decisión de dar término a los contratos relacionados.
2020 vs. 2024
En un esfuerzo por estabilizarse, la compañía y sus accionistas decidieron implementar una inyección de capital de $27.000 millones mediante la postergación del cobro de rentas de arrendamiento y otros pasivos relacionados, lo que representa el 40% de la composición del pasivo actual de Corona.
El informe presentado al tribunal incluye un análisis comparativo de la deuda no relacionada de la empresa en 2020 y en 2024.
Los datos muestran una disminución de la deuda bancaria, la cual bajó de $43.024 millones en 2020 a $14.330 millones en 2024.
En cuanto a la deuda con proveedores, ha habido un aumento, pasando de $15.475 millones en 2020 a $25.459 millones en 2024, lo que evidencia que Corona ha debido financiar gran parte de sus operaciones recientes a través de acuerdos con sus proveedores.
Además, el apartado de deudas con empresas relacionadas también muestra un incremento, pasando de $21.745 millones en 2020 a $26.834 millones en 2024.
Así, la deuda de la empresa ha disminuido, pero los problemas de liquidez y la falta de acceso a financiamiento bancario persisten. Hoy la deuda total alcanza los $66.963 millones, mientras que hace cuatro años llegó a $80.803 millones.