La industria del salmón en Chile ha debido convivir en el último tiempo con un preocupante y creciente fenómeno: el crimen organizado. Algo que fue destacado por el medio británico The Economist, que en una nota de prensa señaló que el robo de salmones es la "última bonanza de la mafia" en territorio nacional.
El semanal, en su artículo, sostuvo que los robos se han convertida en un gran problema para el segundo negocio exportador más importante del país, los cuales se han disparado desde 2018. Ese año hubo tan solo dos robos reportados, mientras que entre 2019 y 2023 hubo 158 robos, la mayoría de los cuales tenían como objetivo robos de cargamento de pescado entregados por camiones.
Según SalmonChile,
se estima que las pérdidas desde 2019 producto de este fenómeno ascienden a los $67 mil millones.
Además del lucrativo negocio ilícito detrás del robo de camiones de salmón, con cargamentos que suelen rondar los $200 millones, detrás de este creciente delito estaría la hipótesis de que el crimen organizado, principalmente en la Región del Biobío, estaría cambiando el robo de madera por el salmón, dado que en el último tiempo se ha endurecido en Chile la ofensiva contra lo primero.
"El robo de salmones es una realidad", subrayó el Emol el director corporativo del Consejo del Salmón -gremio que agrupa a las cinco principales empresas productoras de ese pescado en territorio nacional-, Rodrigo Pinto.
"Nos preocupa por la amenaza de crecimiento potencial de crimen organizado. Nos preocupa por el riesgo a la salud pública", agregó. Dicho eso, destacó que las policías, el poder Ejecutivo y, en particular, la Cámara de Diputados, han estado llevando a cabo un trabajo serio para enfrentar esta situación.
"Esta es una industria país con un producto estrella valorado en los más exigentes mercados internacionales por lo que es responsabilidad de todos cuidarla", añadió Punto.
A su vez, desde SalmonChile, señalaron que "en los últimos años hemos visto con preocupación el fenómeno del robo de salmón cometido por bandas especializadas y cada vez más sofisticadas. Este delito se comete en distintas etapas del proceso de producción, pero en el último tiempo hubo un incremento de ataques al transporte terrestre del producto terminado, en el viaje entre las plantas del sur austral del país hacia los puntos desde donde se exporta a mercados internacionales".
"Estos hechos generan pérdidas económicas, retrasos en materias comerciales, y aumento de costos, en materias de seguros de carga, resguardos de la biomasa y cargas", subrayó el gremio, el cual afirmó estar llevando a cabo un intenso trabajo para hacer frente al tema.
También valoró que la Cámara de Diputados haya constituido una Comisión Especial Investigadora. "Como resultados de esa instancia, se han generado nuevas coordinaciones con organismos fiscalizadores, además de protocolos de trazabilidad y rastreabilidad de carga y fiscalización en los puntos de venta final, donde se podría estar comercializando productos robados. Asimismo, se inició un trabajo para mejorar la seguridad de los transportistas de carga en carreteras".
En cuanto a las empresas, SalmonChile sostuvo que se "han tenido que implementar diversas medidas en materias del resguardo patrimonial en centros de cultivo, además de medidas extraordinarias para el resguardo de la seguridad de conductores y la carga, implementando medios tecnológicos, estándares y protocolos cada vez más estrictos".
"Gracias a este trabajo coordinado entre el gremio, empresas, delegaciones regionales, servicios públicos, policías y autoridad marítima, hemos visto que la tendencia al alza en las denuncias registradas entre 2018 a diciembre de 2023 (160 denuncias) se han reducido en lo que va de este año. Sin embargo, aún quedan medidas importantes por implementar, como fortalecer la fiscalización en puntos de venta, mayor coordinación entre entes fiscalizadores, fortalecimiento en las investigaciones tributarias, habilitación de centros de descanso seguro y mayores medidas de seguridad en rutas", concluyó.
