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¿Ganó Trump o Xi?: Cómo leer la tregua arancelaria entre EE.UU. y China

Según distintos análisis, el acuerdo entregó un respiro necesario a Donald Trump, pero la victoria, al menos por ahora, se la llevó Xi Jinping.

13 de Mayo de 2025 | 13:39 | Por Tomás Molina J., Emol.
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En la disputa abierta por Donald Trump, terminó siendo el propio Presidente de Estados Unidos quien cedió ante China, según el análisis que hacen desde territorio norteamericano.

Esto, luego de que ayer EE.UU. y China anunciaran, en una declaración conjunta cuidadosamente coordinada, una desescalada en su guerra comercial con una suspensión de 90 días en la mayoría de los aranceles que se habían impuesto mutuamente, superando la expectativas que se tenían del encuentro entre ambas potencias en Suiza durante el fin de semana.

La tregua redujo las probabilidades de un escenario de recesión e impulsó una potente alza de los principales mercados bursátiles del mundo, entregando un respiro necesario a Trump, pero una victoria -al menos por ahora- para Xi Jinping.

"La decisión de Xi Jinping de mantenerse firme frente a Donald Trump no podría haber salido mejor para el líder chino", señaló Bloomberg en una nota. Es que el acuerdo terminó satisfaciendo casi todas las demandas fundamentales de Beijing. El elevado arancel "recíproco" para China, que Trump fijó en un 34% el 2 de abril, ha sido suspendido, lo que deja a su principal rival con la misma tasa del 10% que se aplica al Reino Unido, un aliado tradicional.

Estados Unidos también accedió a la petición de China de nombrar a una persona encargada de las negociaciones mediante la creación de un mecanismo dirigido por el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Además, ambas partes acordaron tomar "medidas agresivas" para frenar el flujo de fentanilo.

"Podría decirse que este es el mejor resultado que China podía esperar: EE.UU. cedió", dijo a Bloomberg Trey McArver, cofundador de la empresa de investigación Trivium China. "De cara al futuro, esto hará que la parte china se sienta segura de que tiene influencia sobre EE.UU. en cualquier negociación", agregó.

Por otra para, en una nota de prensa, el New York Times señala que la decisión de Trump de imponer, y luego retirar, los aranceles de tres dígitos a los productos chinos dejó en evidencia las limitaciones del enfoque agresivo del mandatario estadounidense.

"Al final, los aranceles afectaron demasiado a las empresas estadounidenses como para que Trump pudiera mantenerlos", indicó el citado medio, agregando que "queda por ver qué acuerdos pueden alcanzarse en futuras negociaciones. Pero las conversaciones de este fin de semana, y el caos arancelario del mes pasado, no parecieron generar ninguna otra concesión inmediata por parte de China, aparte del compromiso de seguir hablando. Eso ha puesto en duda que las perturbaciones comerciales del mes pasado -que llevaron a muchas empresas estadounidenses a cancelar pedidos de importaciones chinas, congelar planes de expansión y advertir sobre precios más altos- hayan valido la pena".

De hecho, según señaló Scott Kennedy, experto en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, "el acuerdo de Ginebra representa una retirada casi completa de Estados Unidos que reivindica la decisión de Xi de tomar represalias enérgicas".

En tanto, El Mercurio, en una editorial publicada este martes, señaló que "quizá la alternativa más plausible para explicar el actual escenario sea la de que el Gobierno de Estados Unidos se ha dado cuenta de que el propósito de su política es en realidad inalcanzable. Una protección efectiva de su industria resulta altamente costosa para su economía".

"La decisión de Xi Jinping de mantenerse firme frente a Donald Trump no podría haber salido mejor para el líder chino".

Bloomberg
"Para China, esto también es un alivio, toda vez que los efectos negativos del cierre del comercio con Estados Unidos han sido muy significativos", añadió.

Xi adoptó un tono desafiante a penas Trump comenzó con sus ataques arancelarios. A diferencia de otros líderes mundiales, se negó a las repetidas llamadas de Trump para negociar, incluso cuando los aranceles alcanzaron niveles que China calificó de "broma".
Mientras tanto, las autoridades de Beijing recortaron las tasas de interés de referencia y tomaron otras medidas para fortalecer la economía china. Asimismo, enviaron a diplomáticos por todo el mundo en una ofensiva para asegurar nuevos mercados para los productos chinos y denunciar el "acoso" de EE.UU.

Pese a sentir el dolor económico de los aranceles, reflejado en la caída de su actividad industrial, Xi se vio beneficiado del auge del nacionalismo en su país, mientras que Trump se enfrentó a una creciente presión por parte de empresarios, actores del mercado y miembros de su partido.
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