Este jueves se concretó el esperado cara a cara en Corea del Sur entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario chino, Xi Jinping. Los líderes de las dos principales economías del mundo se dieron la mano tras una cita que Trump calificó como "increíble".
El republicano prometió reducir los aranceles vinculados al fentanilo a cambio de que Beijing suspenda sus restricciones a las tierras raras y compre más productos agrícolas.
"Creo que fue una reunión increíble", dijo Trump tras el encuentro en la ciudad surcoreana de Busan. Elogió al dirigente como "un tremendo líder de un país muy poderoso" y anunció que visitaría China en abril.
Por su parte, Xi destacó que alcanzó un "consenso" con Trump para resolver sus enfrentamientos comerciales y pidió finalizar el trabajo de seguimiento "lo antes posible", según la prensa estatal china.
El magnate republicano también reveló que tras la reunión "se van a comprar grandes cantidades, enormes cantidades de soja y otros productos agrícolas de forma inmediata".
La medida puede significar un balde de agua fría para países latinoamericanos como Brasil y Argentina, que han aumentado sus exportaciones al gigante asiático en medio de la disputa entre Washington y Beijing.
Trump añadió que se firmó igualmente un acuerdo prorrogable de un año sobre el suministro por parte de China de tierras raras, esenciales para industrias como la defensa y la tecnología.
“Se ha resuelto todo lo relacionado con las tierras raras, y eso es para el mundo”.
Donald Trump
"Se ha resuelto todo lo relacionado con las tierras raras, y eso es para el mundo", dijo el magnate a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One.
A principios de octubre, Beijing había anunciado restricciones sobre la exportación de esos materiales, un sector en el que China tiene un enorme dominio.
"En cuanto al fentanilo, acordamos que él iba a trabajar muy duro para detener su flujo (...). He impuesto un arancel del 20% a China debido a la entrada" de ese opioide, dijo Trump, que por la misma razón ha amenazado a México.
"Voy a reducirlo en un 10%", añadió.
"Socios y amigos"
La disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo ha sacudido por meses los mercados y las cadenas de suministro. Ninguno de los dos líderes hizo declaraciones inmediatamente después de su reunión, que duró alrededor de una hora y 40 minutos.
Trump se dirigió directamente al Air Force One, saludando y levantando el puño, mientras Xi subió a su limusina.
El presidente chino dijo antes de que comenzara el encuentro que ambas potencias "deben ser socios y amigos".
Sentados frente a frente durante su cita, cada líder estuvo flanqueado por altos funcionarios, entre ellos el secretario de Estado, Marco Rubio, y su par chino, Wang Yi.