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Santiago: Sábado 13 de diciembre del 2025 | Actualizado 22:16
Hay que retroceder casi 20 años para comprender la historia detrás del derrumbe del proyecto de centro comercial que Cencosud —a través de su filial Cenco Malls— planeaba levantar en la comuna de Vitacura, a un costado del colegio Saint George y donde pretendía invertir un total de US$125 millones.
La empresa decidió desistir del proyecto tras un severo revés regulatorio sufrido el pasado 20 de noviembre.
La Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Transportes de la Región Metropolitana dejó sin efecto la resolución que validaba el Informe de Mitigación de Impacto Vial (IMIV) y ordenó reiniciar el procedimiento desde la etapa de revisión del documento, considerado clave por la compañía para avanzar hacia la obtención de los permisos ambientales del mall.Esto, luego de que las agrupaciones vecinales del sector alertaran sobre "vicios de ilegalidad" en el proceso. Cuestionaron la existencia de una tercera versión del IMIV que —según plantearon— introdujo cambios sustanciales destinados a responder las observaciones previamente formuladas. A su juicio, el permiso debió ser rechazado, ya que las medidas de mitigación propuestas eran "insuficientes" frente a las proyecciones de tráfico motorizado y sus efectos sobre la calidad de vida de los residentes.
La Municipalidad de Vitacura, liderada por Camila Merino, también manifestó reparos respecto del impacto vial que generaría tanto la construcción como la operación del futuro centro comercial. La Municipalidad de Huechuraba presentó observaciones similares, al igual que la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), por una eventual afectación —de existir— a comunidades indígenas de la zona.
Así, la larga historia de intentos de Cencosud por levantar un mall en el lugar se anotó un nuevo fracaso.
Fue a fines de 2007 cuando Cencosud se adjudicó el arriendo del terreno de 12,5 hectáreas perteneciente a la congregación Holy Cross, dueña del mencionado colegio. ¿El objetivo? Desarrollar un centro comercial bautizado "Portal Vitacura", de tres niveles, cuatro edificios de oficinas de hasta siete pisos y un hotel. La inversión en ese entonces era cercana a los US$230 millones y las obras debían comenzar en enero de 2009, según la planificación inicial.
Sin embargo, en septiembre de 2008 la compañía recibió diversos reparos por las mitigaciones viales propuestas. En 2015 rediseñó la iniciativa y descartó la construcción del hotel, pero todo quedó en pausa, debido a que se exigió la construcción de un túnel subterráneo como medida de mitigación.
Ocho años más tarde, en 2023, Cencosud Shopping retomó la idea reduciendo la escala y altura del mall. Pero nuevamente surgió la oposición de comunidades y de la Municipalidad de Vitacura por su impacto vial, por lo que la empresa desistió de su tramitación ambiental.
La firma insistió y reingresó el proyecto a mediados de 2024, tras recibir la aprobación del IMIV. La propuesta contemplaba un bulevar de baja escala y altura, con tiendas ancla, restaurantes, locales de entretención, supermercado, gimnasio, cine, oficinas y un centro médico.
En junio de este año, la Seremi acogió los argumentos de los vecinos y abrió un proceso de invalidación del informe vial. En septiembre, la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino, presentó un informe respaldando la solicitud.
La resolución final de la Seremi marcó el punto de quiebre que terminó por hundir, una vez más, el proyecto.
"Lamentamos profundamente esta decisión de la autoridad, especialmente porque el IMIV había sido aprobado hace 16 meses, tras un proceso técnico riguroso", sostuvo la compañía. Agregó que "durante todo este tiempo, la firma cumplió de manera diligente con cada solicitud de la autoridad. Sin embargo, la Seremi optó por anular el permiso, argumentando errores que, paradójicamente, provienen de su propia conducción del procedimiento".
La empresa añadió que invitó a los propietarios del terreno "a dialogar sobre la mejor forma de concluir la tramitación del proyecto y sus permisos, lo cual debería acontecer dentro de los próximos días".
El municipio indicó su disposición a reunirse con Cencosud e iniciar una mesa de trabajo en caso de que la compañía considere retomar el proyecto.
La Municipalidad de Huechuraba, encabezada por Max Luksic, también expresó lamentos, subrayando que se trataba de una iniciativa "positiva para la ciudad", aunque requería "mayores mitigaciones, proporcionales a su impacto".Desde la Seremi de Transportes señalaron que "es nuestra obligación velar para que los proyectos se ajusten tanto técnica como normativamente a los requisitos que su envergadura revista". Añadieron que "en este caso, el proyecto incurrió en falencias procedimentales, así como también en aspectos técnicos relevantes que fueron advertidos por esta Seremi".
A su vez, Manuel Herrera, gerente general de la Junta de Vecinos A-13 de Santa María Maquehua, sostuvo en una carta a El Mercurio que "los vecinos no nos oponemos al desarrollo ni al mall en sí; por el contrario, puede ser un aporte al barrio y a la comuna. Pero sí exigimos que el proyecto aborde y solucione sus impactos reales, para no hipotecar la movilidad y calidad de vida de toda la comunidad".
