El fuerte repunte del precio del cobre registrado en los últimos meses llevó al Banco Central a revisar al alza sus proyecciones para el principal producto de exportación de Chile, aunque con una advertencia relevante: el efecto macroeconómico para Chile podría ser más acotado que en episodios anteriores.
Según un recuadro especial contenido en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre publicado hoy, el precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres superó los US$5 por libra, alcanzando un máximo histórico nominal y ubicándose cerca de 15% por sobre el nivel considerado en el cierre estadístico del IPoM de septiembre. Estos valores también exceden con holgura el supuesto de convergencia de US$4,3 la libra utilizado en IPoM anteriores.
A partir de este escenario, el Banco Central ajustó su proyección y ahora estima que el precio promedio del cobre se ubicará en torno a
US$4,6 la libra en 2027, reflejando que parte de los factores que explican el alza tendrían un carácter más persistente.
Demanda fuerte y oferta restringida
El instituto emisor explicó que el actual escenario del mercado del cobre combina una demanda particularmente robusta con una oferta restringida, afectada por disrupciones recientes en importantes yacimientos a nivel global.
Por el lado de la demanda, el IPoM destaca factores "geopolíticos y tecnológicos".
"El aumento de las tensiones geopolíticas ha llevado a varios países a expandir sus planes de gasto en defensa y de protección de minerales estratégicos", destacó el IPoM. En ese contexto, estudios citados por el Banco Central estiman que la industria armamentista podría incrementar su demanda por cobre en unas 485 mil toneladas en la próxima década, equivalente a cerca del 2% del consumo mundial actual.
A ello se suma el rápido avance de la inteligencia artificial, que está elevando significativamente la demanda por el metal. Estimaciones conservadoras citada por la entidad indican que la construcción de centros de datos asociados a esta tecnología requerirá entre **300 mil y 500 mil toneladas adicionales de cobre por año hasta 2030**, sin considerar el consumo indirecto derivado de la expansión de la infraestructura eléctrica.
En paralelo, una política monetaria más laxa en Estados Unidos y un mayor apetito por riesgo en los mercados financieros también han contribuido a presionar al alza los precios de las materias primas, según el IPoM.
En contraste, la oferta se ha visto golpeada por accidentes y recortes de producción en minas relevantes, tanto en Chile como en otros países productores. El Banco Central estima que estos eventos implicaron recortes cercanos a 400 mil toneladas en la producción mundial de este año, con efectos que podrían extenderse hasta 2026 y 2027.
Pese a este escenario favorable en términos de precios, el Banco Central subraya que el efecto sobre la economía chilena podría ser menor al habitual. La razón principal es que el alza del cobre responde a una combinación de shocks distinta a la observada en otros ciclos.
"El impacto macroeconómico en Chile de este aumento podría ser menor al habitual, debido a las razones detrás del aumento del precio y a los mayores costos de producción".
IPoM
"Cuando el alza de precios se debe a una menor producción local, la actividad económica se contrae en lugar de expandirse, y los efectos sobre la entrada de divisas y el tipo de cambio son más limitados", señala el IPoM, como ocurrió en el tercer trimestre de 2025 y "explicó la contracción de la actividad total del periodo".
Además, afirma que los shocks de origen geopolítico tienden a generar episodios de mayor aversión al riesgo a nivel global, depreciando las monedas de economías emergentes y elevando sus costos de financiamiento. "Esto compensa el efecto positivo del mayor precio del cobre sobre el tipo de cambio", sostiene.
A ello se suma otro factor relevante: los costos de producción del sector minero han aumentado de forma significativa en los últimos años. Por lo mismo, una fracción del alza del precio internacional opera más bien como una compensación frente a esos mayores costos, reduciendo el efecto neto sobre la actividad, las cuentas fiscales y otras variables macroeconómicas, señala el Banco Central.
En ese contexto, concluye que, si bien el precio del cobre se mantendría en niveles más altos que los previstos anteriormente, "el impacto macroeconómico en Chile de este aumento podría ser menor al habitual, debido a las razones detrás del aumento del precio y a los mayores costos de producción".