VIÑA DEL MAR.- Quedaban pocos minutos para que comenzara la transmisión televisiva de la segunda jornada del Festival de Viña. A pesar de eso, el dúo Sin Bandera salió al escenario casi a oscuras para hacer una última e inesperada prueba de sonido entre la impresión y un poco de emoción de su público.
Tras su show, y quizás con el plan de aplacar a un "monstruo" que claramente quería seguir escuchando a los encargados de partir la jornada, Carolina de Moras y Rafael Araneda se quedaron unos minutos sacándose selfies con quienes se acercaban al escenario.
En una noche dedicada a la música romántica, gran parte de la Quinta Vergara estaba llena de mujeres y más que alguna pareja. Este cambio de proporción en cuanto a los representantes de cada género trajo una consecuencia poco importante, pero notoria: la aparición en cantidades industriales de coronas de flores en sus cabezas.
Las mayores sorpresas de la noche llegaron con Camila, pues la llegada al escenario de Mario Domm fue de la mano de Ester, una mujer que perdió su casa en Santa Olga y a quien el presidente del jurado invitó a ver su presentación desde primera fila.
Ya hacia el final de la noche, De Moras y Araneda bailaban abrazados lado a lado "Coleccionista de canciones" del dúo mexicano. Esto ocurría a un lado del escenario y la modelo hacía gestos y saludaba a personas sentadas cerca de la tarima.
La noche también marcó el regreso de Power Peralta a este escenario tras su obertura de la versión anterior. Esto se debió a que los bailarines miembros del jurado, se sumaron a Camila para la canción "Yo quiero", consiguiendo el aplauso general.
Cuando llegó la hora de entregar la gaviota de oro, los presentadores hicieron algo inédito: invitaron a Ester para que hiciera la entrega, generando uno de los momentos más emotivos de la noche.