Jiles será la segunda invitada del nuevo ciclo de "El cubo".
Chilevisión
SANTIAGO.- Tras el comentado debut de la segunda temporada de "El cubo" —que inició la semana pasada con el jugador de la "Roja" Marcelo Díaz—, el programa de Diana Massis contará con otra invitada que dará de qué hablar con sus confesiones en el programa de Chilevisión.
En esta oportunidad será el turno de la periodista Pamela Jiles, quien en el episodio que se emitirá esta noche a las 22:30 horas revelará que
adoptó a un niño del Sename junto a su pareja, Pablo Maltés.
"Un día nos llamaron, nos sentaron y nos dijeron: está su hijo. Desde ese minuto yo no escuché nada (...) Estaba en un estado de shock que se llama. Y ella nos dio la noticia de que íbamos a ser papás", contó Jiles en el programa, según constató el diario La Segunda.
"Después cuando volví en mí, y empecé a asimilar lo que estaba pasando nos dijo: 'Bueno, ¿quieren ver una foto de su hijo?'. Y Pablo dijo: 'No, no necesitamos ver la foto, es nuestro hijo'", añadió.
Jiles señaló que la primera vez que él y su pareja vieron al menor "fue increíble. Primero, (el encuentro) fue muy esperado, porque pasa un tiempo desde que te dicen esto hasta que puedas conocerlo, como un mes. La ansiedad es insoportable".
"Desde el punto de vista del impacto emocional, es una cuestión que te deja vuelta loca, pero además de eso te preguntas: '¿le iré a gustar a mi hijo? ¿Me irá a encontrar muy vieja? ¿Muy fea? Qué ganas de gustarle, quiero estar bonita'", dijo.
La comunicadora sostuvo, además, que el día en que se encontraron con su hijo estaba nerviosa junto a Pablo Maltés y describió así la situación del día en que se conocieron: "Se abre la puerta, se empiezan a asomar unos ojitos y después una carita. Y entonces ese chiquitito se asoma entero, corre hasta donde tú estás y te abraza. Y más encima te dice: 'mamita, mamita'. Es la situación más increíble que me ha tocado en la vida", confesó entre lágrimas.
Por otro lado, la panelista de "Primer Plano" ahondó en el episodio que vivió a los 15 años cuando fue secuestrada y abusada sexualmente. "En la puerta del liceo me agarraron, me metieron adentro del auto, me amarraron las manos, y me pusieron una capucha gigante (...) Recibí todo tipo de tormentos, heridas, no intermitente porque no paraban", señaló.