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Trío Natalino relata su experiencia tras presenciar la tromba marina en Talcahuano: "Es lo más impresionante que me ha tocado vivir"

Dos de los integrantes de la banda se tomaron un tiempo previo a su show en Osorno para contar lo que fue, aseguran, "una locura", enfatizando en que el país no está preparado para enfrentar este tipo de fenómenos.

02 de Junio de 2019 | 13:17 | Por Tomás Molina, enviado a Talcahuano.
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El Mercurio
TALCAHUANO.- Todavía, en el frontis del casino Marina del Sol, en Talcahuano, está desplegada la gigantografía para publicitar lo que sería el show de la noche del viernes 31 de mayo: el trío Natalino iba a tocar en el lugar. Y ese mismo día, a eso de las 15.00 horas, bajo una torrencial lluvia, llegó el bus con todo su staff para hacer ingreso al Hotel Sonesta, a un costado del casino, viviendo en primera persona lo que fue la destructiva tromba marina que azotó la zona.

Ya en Osorno, y haciendo una pausa a su preparación para el espectáculo que estaban a minutos de iniciar ayer sábado, Cristián Natalino y Hugo Manzi, ambos miembros de la banda de música romántica, se tomaron el tiempo para conversar con Emol y entregar detalles de lo que, aseguran, fue una "traumática experiencia".

"Nos bajamos, parte del equipo se quedó en el bus descargando, nosotros entramos, a los 10 minutos nos empiezan a pasar las tarjetas de las habitaciones y cuando me están pasando la tarjeta de mi habitación, yo la tomo y la luz empieza a parpadear", comenzó contando Natalino.


Tras ello, nervioso, el músico relata que le preguntó al recepcionista si aquello era normal. "Me dijo que no. La lluvia era fuertísima, yo me imaginaba que para la gente del sur era normal. Para uno como santiaguino era impresionante. Le pregunté si la luz se iba a cortar, me dice que no, que tenían generador, que no me preocupara. Bueno, me dirijo al ascensor, se abre la puerta y me subo. Se corta la luz. Me doy vuelta y en el pasillo del lobby escucho gritos de gente, miro al pasillo y veo millones de cosas volando. Una locura".

"Alcanzo a gritar que corrieran todos. Empieza a quedar un desastre de proporciones. Fue una locura, una pesadilla. Cuando atinamos a agarrarnos, nos fuimos para un lado nos tiramos al suelo entre todos. Como que nos abrazamos. Era un ruido, vidrio, yo quedé con la cabeza llena de polvo. Fueron como un minuto y medio, dos minutos. No pasaba nunca esto", agrega Natalino.

A su juicio, aquello fue "peor que un terremoto", y asegura que "la sensación es tremenda. Estábamos de rodillas tirados en el suelo. La tromba se metió en el lobby del hotel, pasó por encima de nosotros", añadiendo que dos miembros del equipo terminaron con lesiones leves. "Fue una algo que en mi vida había vivido, con una angustia. Te juro que pensé que nos moríamos", recalca.

"Uno no está acostumbrado a eso. En un terremoto por último sabes qué hacer, empieza a temblar y uno se va al marco de una puerta. Pero aquí como que nos miramos y dijimos qué hacemos. No hay un protocolo para esto ni tampoco hay educación a nivel de seguridad de qué hacer. Entonces nos entregamos. Yo me imaginaba que me iba a caer el techo, un vidrio o algo y te mueres no más. Estábamos vueltos locos", expuso.

Pasado lo peor, y ya de pie, el intérprete de "Desde que te vi" señala que "ahí recién atinamos a pensar que había sido un tornado, obviamente el día anterior había habido uno (en Los Ángeles), entonces era otro (...). Entonces nos empezamos a alejar de todo lo que podía ser peligroso y al rato después anunció la Onemi que venía supuestamente otra tromba marina u otro tornado, y nos fuimos al subterráneo del hotel", donde se quedaron hasta que todo se calmó.

"Pero por algo pasan las cosas y hoy seguimos acá no más, haciendo música. Ya sería nuestra segunda vez, el terremoto también nos pilló arriba del bus", pero, afirma, "esto -la tromba- es lo más impresionante que me ha tocado vivir. Ya, lo terremotos son heavy, pero esta cuestión es una locura de ruido, de vidrios, de polvo. Corres para un lado, se está cayendo esto, corres al otro lado...es como, no sé, una locura".

"A fuera del hotel había un auto que parecía papel porque volaba en el aire, que fue al final el auto que se quedó en la pileta del hotel"

Hugo Mazi de Natalino

Por su parte, Manzi indicó que ya antes de bajarse del bus "había una sensación extraña, pero no sabíamos que tanto. Había mucho viento, entramos al hotel y empezamos ahí a hacer el check in para irnos a nuestras habitaciones y en ese momento, de repente, alguien grita: ¡Corran!".

"Corrimos. En mi caso, corrí hasta el restaurante, ahí se empezaron a quebrar los vidrios de las ventanas. Ahí me aferré no más a la puerta del baño. No sabíamos qué iba a pasar. Fue algo muy heavy, muy difícil de explicar. En realidad, hay que vivirlo (...). Afuera del hotel había un auto que parecía papel porque volaba en el aire, que fue al final el auto que se quedó en la pileta del hotel", dice, agregando que el bus en que ellos viajaban terminó con el parabrisas destruido, además de algunas ventanas de los lados reventadas.

E insiste en que "fue una experiencia traumática para todos. Nuestro baterista sufrió una herida leve en una pierna y nuestro iluminador también le cayó una cosa en la espalda, pero justo él tenía una mochila".

"Fue una cosa muy increíble, nunca nos había pasado. Yo creo que Chile está preparado, y tiene protocolos, para lo que son los terremotos, tsunamis, pero en lo que no tenemos preparación para nada es justamente en esto. Pero fue una situación muy traumática y para mí fue terrible. De hecho, al contarlo a uno le da algo especial. Ha sido el tema de todo el staff durante el día de ayer y hoy. Estamos sanos y salvos gracias a Dios, y damos gracias al universo de poder estar contándolo", finalizó Manzi.

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