Joe Exotic / Captura Instagram
Joe Exotic, el extravagante
protagonista de la docuserie de Netflix
"Rey Tigre" que actualmente cumple una condena de cárcel por planificar el asesinato de su enemiga Carole Baskin,
reveló a través de una carta manuscrita publicada en sus redes sociales,
que padece un cáncer agresivo.
"Es con tristeza que tengo que contarles que los doctores me llamaron hoy para darme la noticia de que
la biopsia de mi próstata arrojó un cáncer agresivo. Todavía estoy esperando el resultado de otros estudios", señaló Exotic, cuyo verdadero nombre es Joseph Maldonado-Passage.
"Por ahora
no quiero la lástima de nadie (...)
Lo que necesito es que el mundo sea mi voz para ser liberado (...) De manera que pueda ir a casa y ser tratado, y disfrutar lo que la vida me ha dejado con mis seres amados", agregó.
"Carole tendrá su propia fiesta sobre esto", afirmó Exotic en referencia a Baskin, propietaria de un zoológico privado que competía con el suyo.
"Por favor, recen. Por favor, sean mi voz", finalizó.
Joe Exotic cumple su condena en una prisión federal en Fort Worth, Texas.
Fue sentenciado a 22 años de prisión en 2020 después de ser declarado culpable de violar leyes federales sobre vida silvestre y de un complot fallido para contratar a alguien para asesinar a Baskin.
Un panel de tres jueces de la corte federal de apelaciones del 10mo circuito en Denver
ordenó en julio que la sentencia de Maldonado-Passage fuera modificada para un periodo más corto, tras concluir que la corte trató incorrectamente de forma separada las dos sentencias al calcular sus condenas.
El panel dijo que
el rango recomendado de sentencia debería ser de entre 17 años y medio y casi 22 años, en vez de la condena de entre casi 22 y 27 años en prisión que se usó en el primer juicio.
La noticia de la enfermedad de Exotic surge precisamente la misma semana en que
Carole Baskin presentó una demanda en contra de Netflix para evitar que su imagen aparezca en la segunda parte de "Rey Tigre", cuyo estreno está previsto para el 17 de noviembre.
Según Baskin, los directores de la producción
solo tenían derecho a emitir un documental con las imágenes que grabaron bajo su autorización y, por lo tanto, su uso en
la secuela docuserie ilegal.
Sin embargo, la jueza Virginia Hernández Covington estimó que
no era necesario impedir el estreno de la producción, argumentando que "no parece que la inclusión de las imágenes vaya a causar un daño inmediato que no
pueda compensarse con dinero".