El diseño interior de la catedral de Notre-Dame de París –que quedó parcialmente destruida debido a un incendio en 2019– será presentado hoy ante la Comisión Nacional de Patrimonio y de Arquitectura, en medio de un apasionado debate entre tradicionalistas y partidarios de modernizar el templo.
Una veintena de expertos en patrimonio nacional francés examinarán la presentación del proyecto, que fue encargado por la diócesis de París, el cual ha generado controversia al contemplar, por ejemplo, la posibilidad de introducir mobiliario contemporáneo e iluminación moderna en la nave de la catedral, que tiene más de 850 años de antigüedad.
La diócesis quiere aprovechar la restauración de la catedral gótica, cuyo tejado se desplomó tras el voraz incendio, para llevar a cabo una renovación total, antes de su reapertura en 2024. Los responsables de la renovación han contactado a destacadas figuras del diseño contemporáneo, como Ernest Pignon-Ernest, conocido por su mobiliario urbano, o artistas como Anselm Kiefer o Louise Bourgeois.
Sus propuestas convivirían con las obras de los grandes maestros que ornaron la catedral parisina a lo largo de siglos, como los hermanos Le Nain o Charles Le Brun, informó el diario Le Monde. Una información que fue confirmada a la AFP por el Ministerio de Cultura, que "no se opone en absoluto" a ese tipo de operación.
Entre las propuestas, hay banquetas con ruedas o un sistema de luces a la altura de los ojos, así como la proyección lumínica de frases de la Biblia en varias lenguas en los muros.
Modernización navega "entre la nimiedad y lo vulgar"
Un centenar de personalidades, entre ellas el filósofo Alain Finkielkraut, escribieron en el diario Le Figaro que ese tipo de mobiliario e iluminación "desvirtúan totalmente la decoración y el espacio litúrgico".
850 añosde antigüedad tiene la famosa catedral parisina
Notre Dame de París fue construida durante dos siglos, y sufrió varios incendios a lo largo de su historia. Su aspecto actual se debe en gran parte a una importante restauración que realizó en el siglo XIX un arquitecto, Eugène Viollet-le-Duc. "Respetemos la obra de Viollet-le-Duc, respetemos el trabajo de los artistas y artesanos que lucharon para ofrecernos esta joya", explicaron esos intelectuales, quienes critican que la actual propuesta de modernización navega "entre la nimiedad y lo vulgar".
Por su parte, el canónigo Gilles Drouin, responsable del proyecto de renovación, afirma que el objetivo es "acoger mejor" al público sin olvidar "el respeto al culto" religioso.
La restauración interior no solamente aborda el mobiliario. La nave central, desde la entrada hasta el coro, será depurada para dar más espacio a turistas y fieles, y las catorce capillas que la circundan serán limpiadas a fondo. La limpieza de las capillas permitirá redescubrir los enormes cuadros con motivos bíblicos que fueron encargados por el gremio de orfebres a grandes artistas de la época, entre 1630 et 1707, y que quedaron ennegrecidos por el incendio.
Los expertos en patrimonio darán su veredicto esta jornada, tras realizar un debate a puerta cerrada.