WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó de "acto de terrorismo y odio" el tiroteo perpetrado en un club nocturno homosexual en Orlando (Florida), que causó -al menos- 50 muertos y 53 heridos.
"Esto fue un acto de terrorismo y un acto de odio y, como americanos, estamos unidos en el dolor, la indignación y la determinación para defender a nuestra gente", afirmó Obama en una declaración realizada en la Casa Blanca.
El tirador "era una persona llena de odio y en los próximos días descubriremos por qué y cómo sucedió esto", indicó el Mandatario, quien envió sus condolencias a las víctimas y familiares.
El Presidente subrayó que se trata del "tiroteo más letal en la historia" de Estados Unidos, en una declaración efectuada tras reunirse con el director del FBI y sus asesores en materia de seguridad nacional.
"Todavía estamos conociendo los hechos", apuntó Obama, al confirmar que el FBI investiga la masacre como "un acto de terrorismo".
El Presidente ordenó también que las banderas ondeen a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios federales "como señal de respeto por las víctimas del acto de odio y terrorismo".
El ataque, que empezó en torno a las 02:00 hora local, es el peor tiroteo masivo en la historia del país.
El supuesto responsable, que portaba un fusil de asalto y una pistola, se atrincheró con rehenes en la discoteca y posteriormente murió en un enfrentamiento con agentes de las fuerzas del orden.
El presunto autor fue identificado como Omar Mateen, según confirmó el congresista Alan Grayson, quien visitó el lugar de los hechos.
Las reacciones en el Vaticano
El Papa Francisco y la Santa Sede también se sumaron a la condena internacional por el ataque en el club "Pulse". El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, calificó el incidente como una "manifestación de locura homicida y de odio insensato".
"El terrible crimen sucedido en Orlando, con un número altísimo de victimas inocentes ha suscitado en el Papa Francisco y en todos nosotros los sentimientos más profundos de condena, de dolor y de perturbación", planteó Lombardi.
La Santa Sede agregó de que el Sumo Pontífice "se une en la oración y en la compasión al sufrimiento indecible de las familias de las víctimas (...) Todos esperamos que se puedan identificar y contrastar eficazmente lo más pronto posible las causas de esta violencia horrible y absurda que turba así profundamente el deseo de paz del pueblo americano y de toda la humanidad".
