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Violencia y corrupción: La profunda crisis que mantiene a México sometido a los carteles de la droga

En 2015, la cifra de homicidios alcanzó las 8.156, mientras que sólo en los últimos seis meses ya se han registrado 9.413. Autoridades corrompidas por el crimen organizado y la ineficiencia en el sector político son las principales causas.

10 de Agosto de 2016 | 08:05 | Por Valentina Salvo U., Emol
SANTIAGO.- Julio de 2016 se convirtió en el mes más violento que ha vivido México desde enero de 2013. Durante sus 31 días, se cometieron 1.054 homicidios a nivel nacional, un promedio de 34 muertes dolosas por día. Así es como, sometido al narcotráfico, corrupción y una grave inestabilidad institucional, el país norteamericano ve aumentar uno de sus principales problemas desde hace décadas: la inseguridad.

Lo sabe la periodista chilena, Mónica González, quién reveló este martes que hace algunas semanas fue víctima de un secuestro mientras se encontraba en la localidad de San Cristóbal de Las Casas; y también los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, que desaparecieron en septiembre de 2014 en la localidad de Iguala.

Y es que la notoria ola de muertes está lejos de ser algo puntual. Según las cifras reveladas por el diario Milenio, desde julio de 2015, las muertes violentas han aumentado en un 32,9 %. Durante todo el año pasado el saldo de muertes por asesinato alcanzó las 8.156, mientras que sólo desde enero a julio de 2016 ya se han registrado 9.413.

Violencia estructural


Guerrero registra el triste récord de ser el estado federado con más número de muertes por sexto mes consecutivo. En dicha zona, al igual que en muchos otros sectores de México, el gobernador, el alcalde y hasta la policía están vinculados a los carteles del narcotráfico. Allí se encuentra la ciudad de Iguala, donde los estudiantes normalistas habrían sido abordados por agentes de seguridad antes de ser secuestrados.

Es precisamente éste el principal problema que detecta el analista político del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México (CIDE), Jorge Chabat. Según explicó a Emol, las bandas del crimen organizado se han multiplicado principalmente debido a la inestabilidad institucional.

"Las instituciones del Estado son muy débiles que están penetradas por la corrupción y el grado de impunidad es muy alto. Los costos por ejercer violencia, por asesinar, son muy bajos y eso es un incentivo para que haya nuevos grupos y para que los que ya llevan operando algunos años sigan asesinando, secuestrando y desapareciendo personas sin mayor problema", sostuvo.

Lo mismo piensa Patricio Gajardo, analista internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián. "El problema principal es que la violencia, a pesar de tener impactos locales y focalizados, es una situación estructural (…) Está todo tan penetrado, los jueces, la policía y todos los actores institucionales. La gente no llama a la policía porque le tiene igual o más miedo que a los delincuentes", enfatizó.

Ello, según Gajardo, provoca una "normalización" del conflicto. "El problema es que el país se aclimata, se acostumbra y las instituciones se adaptan a esa sensación de inseguridad permanente", afirmó. Pero para Chabat, por mucho que los casos aparezcan continuamente, la ciudadanía nunca se acostumbra. "Uno lo ve en las noticias y dice, bueno, uno más. Pero las personas que viven en las zonas afectadas no se acaban por acostumbrar y es algo que cada vez preocupa más, porque no se resuelve", aseguró.

Ineficiencia estatal y la solución


El analista mexicano añade que el gran poder de las bandas criminales que operan en México se consolidó en la década pasada. "El Gobierno mexicano lo toleraba, pensaba que los narcos eran algo que no afectaba al país (…) hasta que éstos se volvieron más poderosos que el Estado mismo", explicó.

Para Gajardo, el conflicto se incrementó poco después, durante la gestión de Felipe Calderón, quién combatió las organizaciones con las Fuerzas Armadas. "Lo que intentó hacer el Presidente anterior fue una forma de declararle la guerra a los carteles, pero fue una guerra que aumentó los niveles de violencia de una forma excesiva, sin un cambio a nivel institucional (…) se mató a mucha gente, pero todo siguió funcionando igual”, aseveró.

Pero respecto a la situación en la actualidad, para Chabat, el problema está en la clase política. "No quieren hablar del tema y quisieran que no existiera, pero tienen que hacerlo constantemente. Una vez que pasa la crisis el tema se archiva y por eso estamos donde estamos (…) El Presidente Peña Nieto quiso cambiar el discurso y hablar de otras cosas. Y pudo hacerlo unos meses, hasta que la inseguridad lo alcanzó y ahora tiene que hablar de la inseguridad todos los días", afirmó.

Aún así, los dos investigadores coinciden en una única solución: un acuerdo político transversal que permita crear una nueva institucionalidad, libre de la potente influencia de la droga y la corrupción. "Si las instituciones del Estado son tan poco creíbles, tan amenazantes, es imposible que haya un nivel de confianza mínima para atacar a los actores principales que cometen ilícitos. Se necesita un acuerdo real, con un liderazgo efectivo", dijo Gajardo. "Va a ser difícil, pero esto debe ser una prioridad, porque si esto no se resuelve, lo demás no va a caminar", sentenció Chabat.
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