SANTIAGO.- Avanzan los días y el 23 de abril se ve cada vez más cerca. Se trata de una fecha importante para los franceses, ya que ese día se realizarán las elecciones presidenciales en las que se definirá al sucesor de François Hollande al mando del país. Y francamente, viendo el panorama actual, es difícil hacer una proyección concreta de qué ocurrirá.
Esto, porque en las últimas semanas el panorama electoral en el país europeo ha cambiado rotundamente, luego de una serie de hechos que han involucrado a los candidatos principales y que prevén un incierto futuro.
Investigaciones judiciales, altibajos en las encuestas y acusaciones varias han sido la tónica en esta dura campaña que para muchos ha tenido resultados insospechados.
Los candidatos
Se prevé una papeleta bastante larga para el 23 de abril, con unos 12 postulantes, pero de este largo listado son cinco los candidatos que acaparan mayor atención y que tienen más o menos posibilidades de llegar a la segunda vuelta contemplada para mayo. Además, esta elección cuenta con un condimento especial luego de que Hollande haya decidido no ir a la reelección, debido al amplio rechazo popular que concita.
De estos cinco candidatos, son tres los aspirantes con las posibilidades más claras de optar a la Presidencia: la ultranacionalista Marine Le Pen (Frente Nacional), el conservador François Fillon (Los Republicanos) y el "liberal de izquierda" Emmanuel Macron (En Marcha).
Meses atrás, el que lideraba las encuestas con absoluta tranquilidad era Fillon, proclamado candidato de la centroderecha luego de vencer en las primarias a personajes como el ex Presidente Nicolas Sarkozy. Su perfil y el respaldo popular le daban un buen augurio, pero los últimos escándalos judiciales, en el que se le acusa de contratar ilícitamente a su esposa y a sus hijos, le han jugado en contra y lo han relegado al tercer lugar en las preferencias, con cerca del 20%.
Ahora, quien lidera los sondeos es Le Pen con cerca del 25%, gracias a un discurso cargado al populismo nacionalista que tanto impulso ha tomado en el último tiempo con hechos como la llegada de Donald Trump al poder en EE.UU. o el triunfo del Brexit en Reino Unido.
De esta forma, la líder del Frente Nacional (autodenominada como la "inspiradora" de las ideas proteccionistas de Trump) ha prometido medidas como una mayor restricción a la inmigración y la salida de la Unión Europea, generando también alarma en otros sectores políticos, que ven con preocupación su posible llegada al poder.
En el segundo lugar (25%) está Macron, ex ministro de Economía de Hollande que se distanció del Mandatario y fundó su propio partido, En Marcha, perfilándose como un "liberal de izquierda". Y si en un principio sus posibilidades de llegar a una segunda vuelta eran lejanas y todo hacía prever que el nuevo mandatario se definiría entre Le Pen y Fillon, las últimas semanas ha experimentado un gran aumento de su adhesión, con un discurso que promete realizar cambios "radicales" en el país.
No obstante, hay dos candidatos que están más a la izquierda en el espectro político: el oficialista Benoit Hamon (Partido Socialista) y el independiente de izquierda Jean-Luc Mélenchon. Ambos sumarían 24% de adhesión de acuerdo a las últimas encuestas, por lo que no son pocos los que han hablado de una alianza entre estos dos abanderados para así hacerle peso a Macron, que representa un discurso más liberal en lo económico.
Con todo, en una eventual segunda vuelta, Marine Le Pen vería frustradas sus aspiraciones y sería Macron el triunfador, con cerca del 58% de los votos. Por otro lado, en caso de ser Fillon el contrincante de la líder del Frente Nacional, el abanderado conservador también se impondría.
La debacle de Fillon
Pero todo este escenario actual tiene como factor principal la fuerte caída de François Fillon en las encuestas producto de la investigación judicial en su contra por crear empleos ficticios para su mujer e hijos. Ante esto, el abanderado de la centroderecha es investigado por desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades.
Así, la que parecía ser una campaña que crecería de modo exponencial, poco a poco ha ido cayendo y, pese a que el propio candidato ha asegurado que no dará un paso al costado pese a que el 15 de marzo deberá comparecer ante la justicia, está perdiendo apoyo en su propia coalición.
De este modo, personajes importantes como el ex ministro Bruno Le Maire, el director y "cerebro" de la campaña, Patrick Stefanini, y el vocero de la candidatura de Fillon, Thierry Solere, han renunciado y dejado de apoyar al abanderado de centroderecha, quitándole un gran piso. A ellos se suma el partido Unión de los Demócratas e Independientes (UDI), que anunció también su salida de la candidatura.
Asimismo, en las últimas horas ha surgido el nombre de Alain Juppé, quien perdió en las primarias con Fillon, como nuevo candidato de Los Republicanos ante estos escándalos judiciales. La medida está siendo estudiada con dedicación en la centroderecha y es mirada con buenos ojos, porque incluso podría restarle votos a Emmanuel Macron.
Así las cosas, los problemas de Fillon han opacado el lío judicial que también involucra a Marine Le Pen, también acusada de contrataciones ilícitas desde su cargo de eurodiputada. No obstante, la candidata se ha negado a colaborar con la justicia, amparándose en su inmunidad parlamentaria.
Como se ve, el ambiente está agitado en Francia y es difícil dar con una predicción correcta: aún queda un mes y medio para los comicios y podría pasar cualquier cosa.