SANTIAGO.- La imagen ha sido analizada prácticamente por todos los medios del mundo. El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luce derrumbando a una persona con el logo del canal CNN en su cara y propinándole un par de golpes en un evento de lucha libre. Posteriormente, aparece un nuevo nombre propuesto por el Mandatario para la estación televisiva: FNN, "Fraude News Network" (Red de Noticias Fraudulentas).
Se trata de un video que fácilmente se puede mezclar con los miles de virales que ya se han acumulado en la red durante los meses que lleva Trump en la Casa Blanca, pero tiene una salvedad: fue publicado por el propio Mandatario en su cuenta de Twitter y se enmarca en su ya firme "batalla" contra los medios de comunicación, a quienes acusa de ser "falsos". Esto se suma al ofensivo tuit hecho días atrás contra la apariencia de una periodista que lo criticó en pantalla.
Sí, es verdad, este nuevo episodio ya no le extraña a nadie. Desde su periodo de campaña hasta hoy, el otrora magnate inmobiliario se ha tranzado en una lucha con la prensa y ha ocupado la mencionada red social como el medio principal no sólo para dar a conocer lo que piensa, sino que también para entregar información relevante sobre su Gobierno.
Así, dentro de todo este accionar de Trump en la plataforma del "pajarito" -que incluso ha valido que muchos sugirieran el cierre de su cuenta en la red social-, surge un nombre para muchos desconocido, pero cuyo rol es clave para entender la forma de comunicarse del Presidente estadounidense: Daniel Scavino, director de redes sociales y comunicación digital de la Casa Blanca.
Del campo de golf a la Casa Blanca
La relación de Scavino con el ahora Mandatario data de muchos años. Empezó cuando él tenía 16 años y era "caddie" del empresario en uno de sus clubes de golf, el Trump National Golf Club Westchester. Es decir, era el encargado de acompañar, asesorar y trasladar los utensilios y palos del magnate mientras éste se desenvolvía por los prados. Así, nació una relación de cercanía y complicidad.
Pasaron los años y Dan se convirtió en administrador del campo de golf donde empezó desde abajo. Posteriormente, en 2015, pasó a integrar el equipo de campaña de Trump, tomando las redes sociales. Fue así como, con el triunfo del abanderado republicano, el paso a la Casa Blanca de este hombre de 41 años fue sencillo.
Según él mismo lo ha señalado, su función es escribir en Twitter lo que el Presidente le dicta, trabajo que empezó con la campaña presidencial. "Cualquiera de sus mensajes y todo lo que se pone en su cuenta de Twitter es 100 por ciento de él", dijo a CNN en julio de 2016. No obstante, una vez llegada la noche, el Mandatario tuitea por su cuenta.
Y la filosofía de este hombre es clara, tal como lo señaló en un acto de campaña el año pasado: "Cuando las cosas no funcionan necesariamente con CNN o con cualquiera, podemos poner videos en su plataforma y obtener más puntos de vista sólo en una de esas cuentas de medios sociales que el Sr. Trump tiene".
El "mini Trump"
Ahora, el rol de Scavino ha sido cuestionado al interior de la Casa Blanca, ya que mientras muchos asesores y abogados le han pedido a Trump que deje de lado los tuits ofensivos y se comporte como un jefe de Estado, en el Gobierno estadounidense está claro que el gran aliado del Mandatario en esta materia es el propio jefe de redes sociales.
De este modo, está claro que es Scavino quien le da el sí a todo a las propuestas de Trump y no cuestiona absolutamente nada.
Y una de las claves de todo esto tiene que ver con la personalidad de este hombre, que también han quedado reflejada en sus cuenta personal de Twitter. Así, según el medio Politico, "Scavino es en muchos sentidos el 'mini-yo' del Presidente, un hombre cuya pompa, control de impulso e instinto para un buen golpe coinciden con los de su jefe".
Y eso ha quedado demostrado en las múltiples acciones del jefe de redes sociales, como la vez que, a través de la cuenta de Twitter de Trump, subió una imagen antisemita contra Hillary Clinton, rival del republicano en las pasadas elecciones.
También estuvo en el ojo de la polémica al aparentemente violar la ley que prohíbe a los empleados federales a usar su influencia para apoyar u oponerse a un candidato político. Esto ocurrió cuando ocurrió su cuenta de Twitter personal para abogar por la destitución del congresista republicano Justin Amash por rechazar la reforma sanitaria de Trump.
Así las cosas, mientras las críticas a Trump por su actuar en Twitter aumentan, Scavino es firme a sus ideas: "Él (Trump) está en la Casa Blanca hoy gracias a las redes sociales", aseguró a Fox News.
"Es como ganó la Casa Blanca, y él sólo va a seguir tuiteando", recalcó.