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Moderados vs. conservadores: La división en el Partido Republicano que complica al Gobierno de Trump

Aunque posee mayoría en el Congreso, el proyecto de salud del Presidente de EE.UU naufragó al no contar con el apoyo necesario. Una situación que evidencia la falta de acuerdo en su coalición, que pondría poner en aprietos más de una de sus reformas.

20 de Julio de 2017 | 13:15 | Por Valentina Salvo U., Emol
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EFE
SANTIAGO.- El Congreso tiene frustrado a Donald Trump. El Presidente de Estados Unidos se ha mostrado indignado tras el reciente fracaso legislativo que debió enfrentar esta semana, al no obtener los votos necesarios para impulsar su reforma de salud. Un proyecto que le permitiría derogar el polémico Obamacare, uno de los pilares de su campaña presidencial.

Sin embargo, lo que tiene especialmente enojado al máximo líder de la Casa Blanca es no haber podido sacar adelante la medida a pesar de contar con mayoría republicana en ambas cámaras. Ello, ya que cuatro senadores republicanos sentenciaron a muerte el proyecto, fijado para votarse la próxima semana en el Senado, al anunciar que no respaldarían la propuesta por considerarla perjudicial para los sectores más vulnerables del país.

Dicha decisión, más allá del proyecto en sí, ha evidenciado uno de los principales conflictos con los que ha debido lidiar el Presidente que hoy cumple seis meses en el poder: el enfrentamiento entre moderados y conservadores. El tradicional Partido Republicano, que posee el control de los poderes Legislativos y Ejecutivo, enfrenta un periodo de especial división que muchos atribuyen, en parte, al liderazgo del mismo Trump.

Factor Trump

Desde el comienzo de su candidatura, el ex magnate generó reticencias y rechazo al interior del conglomerado. Incluso, varios de los representantes republicanos nunca pudieron prever que el excéntrico multimillonario dueño de un imperio inmobiliario pudiera llegar siquiera a convertirse en candidato a la presidencia. Sin embargo, las propuestas antiestablishment del empresario tuvieron tal éxito que lograron llevarlo al liderazgo del país.


Pero su característica impulsividad y su cuestionada buena relación con Rusia continúan generando desconfianzas entre algunos sectores tradicionalistas al interior de la colectividad. "Muchos de los problemas que enfrenta son él mismo, y no va a cambiar su personalidad", dijo Zelize Julian Zelizer, profesor de historia en la Universidad de Princeton a la AFP.

Ello le ha costado al Gobierno no contar con el respaldo universal del partido, que además se encuentra en medio de disputas internas entre aquellos más conservadores y los que se catalogan más moderados.

Moderados versus Conservadores

La promesa de derogación del Obamacare ha sido especialmente difícil para los republicanos y ha dejado al descubierto más que nunca las diferencias entre sus facciones internas: mientras los moderados se han mostrado preocupados porque el proyecto genere una eliminación de seguros a millones de personas con bajos ingresos, los conservadores quieren recortes más profundos al actual sistema, que incrementó el número de ciudadanos con cobertura de salud.

Esta nueva propuesta ya hacía latente esta diferencia a comienzos de la era Trump, cuando en una intención por cumplir con el compromiso de campaña, el recién estrenado Ejecutivo propuso mantener ciertos aspectos del programa. Ello provocó la inmediata reacción de los sectores más conservadores que criticaron duramente al Gobierno por impulsar lo que denominaban un "Obamacare light".

La división interna ha puesto en aprietos a Trump, pues mientras la bancada demócrata está unida en el objetivo de hacerle las cosas difíciles al Presidente, los republicanos aún se debaten entre apoyar o no las polémicas iniciativas de su Gobierno.

Reformas en peligro

Y la preocupación de la Casa Blanca no es en vano. La próxima semana deberán votar sobre los 1.600 millones de dólares en fondos solicitados por el Gobierno para comenzar la construcción del muro que prometió Trump, en la frontera entre EE.UU. y México. Pero los demócratas y algunos republicanos, se oponen firmemente a destinar fondos para la construcción de dicha barrera.

Según consigna la agencia Associated Press, fuentes del partido declararon el martes que dirigentes han decidido vincular los fondos a un proyecto de gasto del Departamento de Defensa y otras dependencias, como el Departamento de Asuntos de Veteranos. Así, se descartaría la presentación de todo el plan en un solo paquete, algo que era muy difícil de aceptar para varios miembros del conglomerado.

Con ello, que implica enormes incrementos de recursos para el Pentágono, se garantizaría su aprobación en la Cámara de Representantes, aunque aún está por verse si los legisladores de estados fronterizos permitirán el paso de la medida.

Por otro lado, los republicanos presentaron esta semana un plan de presupuesto fiscal para 2018 que podría representar un nuevo desafío para la agenda legislativa del Presidente, ya que combina una reforma tributaria con un controvertido recorte de gastos.

A pesar de que han mostrado especial confianza en que el proyecto logrará superar los obstáculos de los demócratas, la idea de reducir beneficios a los más pobres y recortar impuestos a empresarios ya es fuente de conflicto entre los republicanos más conservadores, que quieren mayores reducciones, y los moderados que se oponen.

De todas formas, Trump ya ha golpeado la mesa. La frustración del proyecto de reemplazo del Obamacare lo llevó incluso a citar a los legisladores de su partido a un almuerzo. Una medida para ejercer presión a sus aliados que, de continuar sin ponerse de acuerdo, podrían hacer fracasar el resto de las políticas del Gobierno del ex magnate.