SANTIAGO.- Este domingo se llevó a cabo la elección de los 545 miembros -364 por territorios y 181 por sectores sociales- que serán los encargados de redactar la carta magna de Venezuela. La cita electoral causó gran rechazo tanto a nivel interno como mundial, desatando enfrentamientos y una ola de violencia que dejó al menos diez personas fallecidas.
Y es que para los opositores, liderados por el conglomerado Mesa de la Unión Democrática (MUD), esta iniciativa oficialista sólo es un intento del Presidente Nicolás Maduro de crear una Constitución a su medida, por lo que decidieron no participar de la instancia y desplegarse en una serie de manifestaciones en las calles. Sin embargo, el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente ya es un hecho y está recién comenzando.
La Constituyente será un "suprapoder" por encima de todos los poderes ya constituidos en el país latinoamericano, incluido la Asamblea Nacional (Parlamento) que actualmente es controlado por una mayoría opositora. Además, creará no solo la nueva Carta Magna, sino leyes constitucionales de cumplimiento obligatorio. "Puede regenerarlo todo, crearlo todo, es el poder de poderes", sostuvo Maduro sobre el proceso.
Pasos siguientes
Según el decreto de convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, la instancia "se instalará en las 72 horas siguientes a la proclamación de los constituyentes y las constituyentes electas y tendrá como sede el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo". De ello es posible inferir que en este caso, la nueva iniciativa se volvería una realidad este miércoles en la sede del Congreso, el que de hecho sesionará paralelamente.
Aún así, ello no es del todo seguro, puesto que desde el oficialismo han afirmado que los integrantes podrían constituirse incluso lunes o martes. La oposición convocó para ese día a una gran protesta en Caracas.
Una vez redactada, tal como lo ha anunciado Maduro y otras autoridades de Gobierno, la nueva Carta Magna que sustituirá a la que promulgó en 1999 el fallecido Presidente Hugo Chávez, se someterá a referendo, tal como se hizo en el proceso de hace 18 años. Sin embargo, no existe una fecha para tal consulta, puesto que tampoco hay un periodo determinado para la duración del proceso de creación de la Constitución.
En el caso del último proceso constituyente, en tres meses y medio, los 131 miembros pusieron fin a la creación de la carta. De todas formas, algunos han puesto plazos mucho más extensos que ello. "Creo que en general, por lo que he escuchado, hay la tesis de que dure un año (…) Pero en realidad eso lo decide la Asamblea Constituyente", dijo Hermann Escarrá, uno de los ideólogos del proceso, a BBC Mundo.
Sus posibles implicancias
Dado que la instancia tomará decisiones relativas tanto al poder Ejecutivo y Legislativo, la preocupación opositora recae en la posibilidad de que el oficialismo, que ha anunciado sanciones y persecución de los responsables por los enfrentamientos en contra del Gobierno, pueda significar "una cacería de brujas", que termine por incrementar el número de "presos políticos" en el país latinoamericano y por radicalizar la ola de violencia en las calles.
Además, temen que la cita pueda disolver distintas instituciones como la Asamblea Nacional, el único bastión político sobre el que tiene poder la MUD, o la Fiscalía. De hecho, la fiscal general, Luisa Ortega, chavista que quebró relaciones con Maduro, advierte que podría instaurarse "un sistema totalitario".
Según cifras de la consultora Datanálisis, la Constituyente y la gestión del mismo Mandatario, poseen un 80% de desaprobación popular. Por ello, quienes rechazan una nueva Constitución también afirman que la instancia permitirá que el Gobierno no convoque a nuevas elecciones presidenciales para 2018, pues perdería.
Una de las rectoras del poder electoral, Socorro Hernández, dijo que los comicios de gobernadores, que debieron hacerse en 2016 pero fueron pospuestos para el próximo 10 de diciembre de 2017, dependerán de "las decisiones" de los asambleístas.
Para Maduro, por el contrario, la Constituyente traerá "la paz" frente a las masivas protestas que exigen su salida del Gobierno, y que se han saldado con al menos 125 personas muertas en los últimos cuatro meses.
Sumado a ello, asegura, otorgará una estabilidad frente al colapso económico, aunque se desconocen las medidas que se impulsaría para lograrlo. Según la consultora Ecoanalítica, si las protestas siguen hasta fin de año, el PIB se contraería 9% frente a una previsión original de -4,3%, consagrando cuatro años de caída.
