SANTIAGO.- El martes, ministros de Relaciones Exteriores y representantes de 17 países de Latinoamérica se reunieron en Lima para analizar la situación de Venezuela, en medio de la profunda crisis que afecta al país, mostrándose como una señal clara del amplio rechazo internacional a las medidas del Presidente Nicolás Maduro.
Tras siete horas de conversación, los cancilleres entregaron una declaración que aborda 16 puntos en donde desconocieron la Asamblea Constituyente convocada por el Gobierno de Maduro y expresaron su condena a la "ruptura del orden democrático" en ese país, junto con otros aspectos que reiteran su rechazo a las políticas respaldadas por el Mandatario venezolano.
Entre las medidas acordadas, resaltan su llamado a detener la transferencia de armas hacia Venezuela, el apoyo al Mercosur por su decisión de suspender a Caracas, no respaldar a las candidaturas del país caribeño en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales y continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
A partir de este anuncio, para el analista internacional y académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, uno de los principales ejes de la declaración de los cancilleres corresponde a no tomar en cuenta las decisiones que no sean apoyadas por la Asamblea Nacional, donde radica el Parlamento de mayoría opositora.
"La declaración explícita de los países de no avalar las decisiones de la Asamblea Constituyente que no estén respaldadas por el Parlamento venezolano, significa que la validez de lo que está haciendo Venezuela no va a ser reconocido internacionalmente ni regionalmente", explica Holzmann en conversación con Emol.
Bajo esa línea, señala que el enfriamiento de las relaciones entre los países que participaron de la declaración y Venezuela, traería distintos conflictos a nivel diplomático.
"Se limitan las cooperaciones financieras asociadas a proyectos de tecnología, cultura y desarrollo que le importan a Venezuela, lo que perjudica la ayuda bilateral que tiene hoy ese país", advierte el experto, asegurando que con esta situación "se le plantea a Venezuela un aislamiento que se suma a su suspensión o retiro de los organismos internacionales de los cuales participa".
"Si Nicolás Maduro no valida el sistema electoral con el acuerdo de la Asamblea Nacional con plena participación va a significar una concentración de poder que va a ir transformando a Venezuela en la Cuba del siglo XXI en término de que no hay en la práctica alternancia en el poder ni pleno derecho en libertades políticas", agrega.
Dentro de las medidas analizadas, Holzmann destaca el llamado a limitar la venta de armas, el cual "está en el sentido preventivo de evitar a que pueda haber un incentivo a la guerra civil", que se suma al mensaje de la Declaración de Lima de no apoyar "cualquier opción que involucre el uso de la fuerza".
Por otro lado, para el analista internacional y académico de la Universidad del Desarrollo, Guido Larson, esta declaración aumentaría "la posición perjudicial y desanclada en la que ya se encuentra Venezuela desde el punto de vista de la comunidad latinoamericana", por lo que califica estas medidas como un "error" .
Larson apuesta a la negociación y critica la posición coactiva que, asegura, demostraron los países que se reunieron en Lima. "Este acuerdo probablemente no va a desarticular a la Asamblea Constituyente o cambiar la situación. La idea es probar alternativas distintas de las que ya se han usado y una de ellas es tratar de acercase a Venezuela a partir de aquellos aliados moderados que tiene, como Ecuador, en vez de tratar de representar este conflicto político como un conflicto binario en donde en un lado están los que tienen la razón y al otro lado los que están equivocados", asegura.
Además, coincide en que esto le traerá consecuencias críticas a nivel diplomático. "Venezuela está muy aislado en el marco regional y que cada vez son más los países latinoamericanos que verbalizan su oposición, lo que puede llevar a repensar instituciones u organizamos regionales donde Venezuela hoy día está integrada. Mercosur fue un paso, otros pasos pueden seguir con organismos económicos y no me sorprendería de que se integre a la agenda de discusión de las Naciones Unidas el caso venezolano", afirma.