SANTIAGO.- Este domingo Mike Pence inició su primera visita latinoamericana como vicepresidente de Estados Unidos, la misma que el miércoles 16 de agosto lo traerá a Chile y en el marco de la cual agendó una cita con la Presidenta Michelle Bachelet. Una gira que se realiza en medio de un escenario clave para el país norteamericano, especialmente por la ofensiva comunicacional que ha emprendido Washington sobre la crisis de Venezuela y las disputas con Corea del Norte.
La segunda autoridad más importante de la Casa Blanca se reunió ayer con el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en Cartagena de Indias, y se espera que el martes viaje a Argentina y el viernes se traslade a Panamá tras su paso por Chile, que será el tercer destino de su gira latinoamericana.
Un bloque contra Venezuela
Uno de los principales temas que buscará tratar el republicano tiene que ver con la crisis política y económica que vive Venezuela, tema que ha sido uno de los focos de la era de Donald Trump en la región. Precisamente, la elección de los cuatro países que recorrerá Pence y su equipo no fue cosa del azar: Colombia, Argentina, Chile y Panamá fueron parte del grupo de 12 países que firmó la semana pasada la llamada Declaración de Lima, en la que anunciaron que no reconocerán las decisiones de la Asamblea Constituyente instalada por el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
"El Presidente me ha enviado aquí para seguir buscando el apoyo de América Latina y lograr la restauración pacífica de la democracia en Venezuela", aseguró Pence tras haberse reunido con Santos el domingo, dando cuenta de los primeros trazos de la que será su agenda de temas esta semana.
Sin embargo, la controversial sugerencia de la opción militar que realizó Trump la noche del viernes en su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey), ha generado la reticencia de los países de la zona, sobre la realidad de los esfuerzos diplomáticos estadounidenses y respecto de cuál será la dirección de las acciones de Washington en la región.
"La posibilidad de una intervención militar no debe ser contemplada (…) Ni Colombia ni América Latina, desde el sur del río Grande hasta la Patagonia, podrían estar de acuerdo. América es un continente de paz. Mantengámoslo así", enfatizó Santos tras la cita con Pence. Chile también rechazó las insinuaciones de Trump y Argentina hizo lo propio a través del comunicado emitido por el Mercorsur.
Por ello, el principal desafío de Pence será la búsqueda del equilibrio. Y así lo ha dejado en claro al menos en sus declaraciones brindadas en el primer destino de su gira. "Tenemos muchas opciones para Venezuela, pero el Presidente (Trump) tiene confianza de que al trabajar con nuestros aliados en América Latina vamos a poder lograr una solución pacífica a la crisis", sostuvo en palabras que fueron consideradas de un tono más conciliador.
Aún así, no ha dejado de lado el sello político que busca marcar la administración Trump. "No vamos a aceptar que surja una dictadura en nuestro hemisferio, el pueblo merece algo mejor", dijo, anunciando que EE.UU. emitirá nuevas sanciones a Venezuela, pronto.
Presiones por Corea del Norte
La otra gran temática que buscaría tratar Pence es la escalada de tensiones entre su país y Corea del Norte, producto de las amenazas de fuego cruzadas entre Trump y el régimen de Kim Jong-un en los últimos días. Una situación que tiene en extremo preocupada a la comunidad internacional, principalmente por las advertencias realizadas por Pyongyang sobre su inminente ataque a la isla de Guam, territorio estadounidense en el Pacífico.
Según consignó "La Tercera" citando fuentes diplomáticas, hace algunas semanas el Departamento de Estado de EE.UU. habría planteado a la Cancillería chilena que dentro de la agenda de temas a tratar en la cita de Pence con la Presidenta Bachelet y el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñóz, se incorpore también la problemática con Norcorea.
Incluso, según el diario, lo que más habría llamado la atención de los representantes nacionales en la coordinación de la visita del vicepresidente a Santiago, es la petición de que se incorpore la evaluación de que Chile corte sus relaciones diplomáticas con Corea del Norte, retomadas en 1992.
La postura de Pence respecto del país asiático ha sido dura, aunque sin muchas declaraciones públicas. En abril pasado envió un mensaje a Pyongyang asegurando que "la paciencia estratégica (de EE.UU.) se acabó" y "que todas las opciones están sobre la mesa", sin descartar una acción militar. En tanto, en medio de la disputa comunicacional entre Washington y el régimen norcoreano, su despacho dio a conocer que el jueves Pence se había comunicado por teléfono con el Primer Ministro de Australia, Malcolm Turnbull, para tratar el conflicto.
La visita del segundo hombre más importante de la potencia norteamericana en Chile finalizará con una reunión junto a los empresarios nacionales, momento en que se espera envíe un mensaje a toda la región. Tras ello, dejará el país y viajará a su cuarto destino, Panamá. Allí pondrá fin a su gira, considerada la de mayor envergadura de la nueva Administración en el continente.