SANTIAGO.- Múltiples manifestaciones y desencuentros entre ciudadanos y autoridades españolas ha provocado el referéndum convocado por el Gobierno de Cataluña, que busca la autonomía de la región como un estado independiente de España, y que debería realizarse el próximo 1 de octubre.
Entre las protestas que se han vivido en el país, el pasado miércoles la Guardia Civil española desplegó un operativo en contra de la votación popular que es organizada por la Generalitat catalana (gobierno regional).
La movilización registró la detención de catorce altos responsables del gobierno catalán y la incautación de millones de papeletas. Un día después, el Gobierno catalán admitió que se había "alterado" la organización del referéndum.
Este episodio refleja el quiebre total entre Cataluña y el Estado español, cuyas instituciones principales (Gobierno y Poder Judicial) han catalogado este proceso independentista como inconstitucional, por lo que anunciaron que usarán todas las herramientas que tengan a su alcance para evitar el desarrollo de esta votación.
Y este conflicto también lo ha sentido la ciudadanía. Una encuesta realizada por el
ObSERvatorio en España arrojó que el 57% de los ciudadanos españoles rechaza la independencia de Cataluña, en tanto, siete de cada diez catalanes se declararon a favor de dirimir en un referéndum la independencia de su región.
Es en este escenario de creciente tensión y posturas en contra, donde cabe preguntarse cuáles son las verdaderas implicancias de la separación de Cataluña como un estado independiente de España.
Las razones para impulsar el referéndum
Desde el punto de vista económico, quienes están a favor de la separación afirman que como estado Cataluña tendría soberanía fiscal para recaudar la totalidad de sus impuestos y para administrarlos e invertirlos de la forma en que ellos estimen conveniente.
Asimismo, muchos catalanes declaran no sentirse identificados con la nación española y están convencidos que una separación les otorgaría un mayor autogobierno al contar con una soberanía propia para decidir sobre las necesidades propias del pueblo catalán.
Otros aseguran que a Cataluña le iría mejor fuera de España y que es un derecho legítimo y legal, comparándolo con la frustrada independización de Escocia del Reino Unido, que en el año 2013 decidió sobre su futuro en un plebiscito luego de que las autoridades británicas le dieran la oportunidad.
Sin embargo, el mayor argumento yace en un tema cultural. Los catalanes sostienen que la independencia les permitirá preservar su cultura, la cual forma parte de su pasado histórico, como lo es el uso de su propia lengua.
Los que rechazan el referéndum
Economistas españoles explican que el proceso soberanista impulsado por la comunidad catalana generará incertidumbres políticas que derivarán en consecuencias económicas, considerando que Cataluña representa el 20% de la capacidad de producción de bienes y servicios del conjunto del estado español.
Asimismo, el nuevo estado catalán tendría que asumir la totalidad de los gastos en diplomacia, seguridad, Hacienda y su realización se encuentra fuera del marco de la Constitución española.
Por otra parte, los expertos argumentan que se produciría un debilitamiento bilateral en un mundo globalizado donde los países grandes tienen más capacidad política y económica, perjudicando tanto a España como a Cataluña si se convirtiesen en dos estados independientes.
La región de Cataluña es una comunidad autónoma española situada en el noreste de la península ibérica. El independentismo catalán remonta sus bases al año 1922, bajo sus principios de autonomía e independencia. Son estos mismos ideales los que por estos días sostienen los catalanes a favor de la separación y que acudirán a las urnas el 1 de octubre para decidir sobre su futuro con respecto a España, en un plebiscito rechazado por la mayoría del país.
