EMOLTV

George H.W. Bush da explicaciones tras segunda denuncia de acoso a una actriz

El nuevo hecho habría ocurrido en 2016 durante una función de teatro. Desde la oficina del ex Mandatario afirmaron que nunca hubo otra intención más allá que ser afable con la gente.

26 de Octubre de 2017 | 11:32 | Emol
imagen
AFP
SANTIAGO.- Una nueva denuncia pública por acoso sexual enfrenta el ex Presidente estadounidense George H.W. Bush, luego de la acusación hecha esta semana por la actriz Heather Lind, quien aseguró que el ex Mandatario le realizó tocaciones indebidas.

Esta segunda acusación la hizo otra actriz, identificada como Jordana Grolnick, quien trabaja habitualmente en Nueva York. Según cuenta al medio Deadspin, este hecho ocurrió en agosto de 2016 durante la presentación de la obra teatral "Hunchback of Notre Dame", donde ella participaba.

De acuerdo al relato, el ex Mandatario asistió a una de las funciones junto a su esposa, Barbara Bush, y aprovechó ir tras bambalinas durante un intermedio. Fue ahí cuando el elenco se acercó para tomarse una fotografía con la pareja.

Golnick dice que había escuchado comentarios de colegas que se habían tomado antes fotos con Bush sobre su reputación, pero ella no les tomó importancia. "Creo que estaba pensando, 'está en una silla de ruedas, ¿qué daño podría hacerme'?", afirmó. Sin embargo, el ex líder político habría actuado de una forma bastante similar a como lo hizo con Heather Lind.

"Todos lo rodeamos a él y a Barbara para tomar una foto, y yo estaba junto a él", sostiene la actriz quien agrega que Bush padre "llevó su mano derecha a mi trasero, y mientras sonreíamos por la foto, le preguntó al grupo: '¿Quieren saber quién es mi mago favorito?' Al sentir su mano hurgar en mi carne, dijo: '¡David Cop-a-Feel!'", haciendo así un juego de palabras en alusión a agarrar alguna parte del cuerpo de otra persona.

Tras el episodio, la artista afirma que sus compañeros de elenco "se rieron de forma políticamente correcta y sin molestias", mientras que la esposa del ex gobernante "dijo algo como '¡lo van a meter en la cárcel!', y nos reímos más'", agregó.

Grolnick dice que contó lo ocurrido a parte de su círculo cercano, que reaccionó de distinta manera. Ella, por su parte, no le dio mayor importancia en su momento. "Solo pensé, 'no importa, es un viejo sucio".

No obstante, dice que esta visión cambió a raíz de la campaña "Me too" (yo también), que incentiva a las mujeres a contar sus experiencias de acoso con el fin de visibilizar un hecho que ocurre cotidianamente. "Ahora que el movimiento #metoo ha sacado esto a la luz, creo que debería haber estado un poco más alarmada por haber sido tocada de manera tan inapropiada por un hombre que alguna vez fue el líder del mundo libre. Él conoce el poder que tiene, y la reverencia que merece, incluso mientras está sentado quizás algo senil en una silla de ruedas", afirma.

"De lo que me he dado cuenta es de que si toleramos estos pequeños comentarios y comentarios de los hombres de la calle o de los ex presidentes, pueden suponer que nos está bien y pueden tomarlo como un permiso para hacer quién sabe qué otra cosa . Me doy cuenta de que eludir la situación fue una decisión equivocada. No estaba bien que él me hiciera eso", agrega.

La respuesta de Bush

Desde la oficina de George H.W. Bush, en tanto, hablaron nuevamente tras esta segunda acusación. En un comunicado, su vocero Jim McGrath afirma que "a los 93 años, el Presidente Bush ha estado confinado a una silla de ruedas durante aproximadamente cinco años, por lo que su brazo cae sobre la cintura inferior de la gente con la que toma fotos".

Así, sobre la broma de mal gusto que hizo, Mc Grath asegura que "para tratar de tranquilizar a la gente, el Presidente suele contar el mismo chiste y, en ocasiones, ha acariciado a las mujeres en lo que pretendía ser una actitud afable. Algunos lo han visto como inocente; otros lo ven claramente como inapropiado".

"A cualquiera que haya ofendido, el presidente Bush se disculpa sinceramente", concluyó el comunicado.