LOS ÁNGELES.- El mexicano José Inés García Zárate, quien se transformó en ícono de la campaña electoral del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue declarado no culpable de homicidio de una mujer que en 2015 recibió un disparo mientras paseaba por un muelle en San Francisco. Un juicio que además generó enormes críticas a las "ciudades santuario".
Tras seis días de deliberaciones, un jurado de California determinó que García Zárate, que había sido deportado cinco veces de EE.UU., no debía ser sancionado por los delitos de homicidio en primer grado, homicidio en segundo grado y de homicidio involuntario por el crimen de Kathryn Steinle.
Los seis hombres y seis mujeres que conformaron el jurado, tres de ellos inmigrantes, sí hallaron al mexicano culpable del delito de posesión de arma de fuego mientras se encontraba en libertad condicional, delito por el que enfrenta una pena máxima de tres años en la cárcel. Sin embargo, ya habría cumplido la mitad de su condena, pues pasó cerca de año y medio en prisión.
Trump, como acostumbra, reaccionó a través de Twitter y catalogó el veredicto de "vergonzoso". "¡Un veredicto vergonzoso en el caso de Kate Steinle! No es de extrañar que la gente de nuestro país esté tan enfadada con la inmigración ilegal", publicó.
En tanto, Alex Bastian, portavoz de la Oficina de la Fiscalía de San Francisco, señaló que aunque no era el resultado que esperaban, respetarán la decisión del jurado. En medios y redes sociales, la decisión del jurado ha recibido numerosas críticas y en un comunicado la familia Steinle ha manifestado su "profunda consternación" por la decisión.
Caso símbolo contra indocumentados
El 1 de julio de 2015, Kathryn Steinle, de 33 años, transitaba por el Muelle 14, una de las zonas más concurridas por turistas en la ciudad de San Francisco. Se encontraba paseando del brazo de su padre cuando, de pronto, recibió un disparo en su espalda que le atravesó la aorta abdominal, provocándole la muerte. Según determinó la investigación, la bala rebotó en el piso de concreto antes de impactar en la mujer.
Por dicho homicidio fue indicado Zárate, de 45 años. La fiscal Diana García, aseguró que la muerte de la joven fue un acto intencional y presentó testigos que indicaron que vieron al indocumentado apuntando el arma. Afirmó que él estaba jugando su propia "versión secreta de la ruleta rusa".
5 veces fue deportado de EE.UU. antes de 2015
En tanto, según la defensa, Zárate habría encontrado debajo de una banca del muelle una pistola Sig Sauer de calibre 40. Aunque en un interrogatorio policial, admitió haber disparado el arma, diciendo que apuntaba a un sello, también afirmó que la pisó y ésta se disparó accidentalmente.
El caso se hizo especialmente relevante, luego de que los antecedentes migratorios del mexicano motivaran que el jefe de Estado del país norteamericano utilizara electoralmente este caso durante la campaña de las presidenciales de 2016.
Deportado en 1994, 1997, 1998, 2003 y 2009, García Zárate fue capturado a finales de 2009 tratando de cruzar la frontera en Eagle Pass, en Texas, y se declaró culpable del delito grave de reingreso. Estos antecedentes de migración ilegal, fueron tomados por Trump para insistir en la necesidad de endurecer las políticas migratorias y reforzar la frontera con México mediante un muro.
"Déjenme recordarles que ellos mismos están bajo investigación", señaló en declaraciones a la prensa el abogado defensor, Matt González, en alusión al uso político que el Presidente y miembros de la actual administración de la Casa Blanca hicieron del caso.
Críticas a "ciudades santuario"
Pero además, el caso puso de relieve la política de "ciudad santuario" de San Francisco. Este término se usa para aquellas ciudades que limitan la cooperación entre las fuerzas de seguridad locales y las autoridades migratorias de EE.UU. Por lo general, implica que cuando un residente de alguna de estas localidades entra en contacto con la policía, no se le pregunta por su estatus migratorio.
Esto, porque el 26 de marzo de 2015, por requerimiento del Departamento Alguaciles de San Francisco, la Oficina de Prisiones (BOP) lo entregó a las autoridades de esa ciudad por una orden de arresto por drogas. La orden era de 20 años atrás, por lo que las autoridades de San Francisco no la hicieron cumplir y lo dejaron en libertad unas semanas después.
El problema es que el mexicano, quien al momento de la muerte de la joven se encontraban en libertad condicional, también era requerido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU., que emitió una orden de retención pidiendo que fuera mantenido en custodia para que las autoridades migratorias lo pudieran detener. Sin embargo, debido a que San Francisco se acoge a las políticas de "ciudad santuario", las autoridades no cumplieron con la solicitud del ICE.
Dicha decisión fue criticada posteriormente por la fiscalía, donde además cuestionaron el actuar constante de las "ciudades santuario". "Nosotros somos y permaneceremos como una ciudad santuario", aseguró por el contrario el alcalde San francisco, Ed Lee, en declaraciones a KGO, en relación al caso de García Zárate.
El mismo Trump también se ha mostrado en contra y tras llegar a la Casa Blanca en enero, firmó una orden ejecutiva para congelar los fondos de este tipo de localidades. Por lo demás, ha demostrado que insistirá en su polémica iniciativa de construir una gran muralla en la frontera con su vecino del sur.
"El asesino de Kate Steinle volvió y volvió por la débilmente protegida frontera de Obama, siempre cometiendo delitos y siendo violento, y sin embargo, esta información no fue utilizada en la corte. Su exoneración es una completa farsa de la justicia. ¡Construyan el muro!", tuiteó.