SANTIAGO.- Rodeado de niños de la clínica pediátrica de Santa María y soplando una vela sobre una pizza de cuatro metros. Así comenzó el Papa Francisco el día de su cumpleaños número 81 y aunque en el Vaticano no suele conmemorarse estas celebraciones - se opta por los onomásticos- el Pontífice lo recordó junto a pequeños en situación de vulnerabilidad y fue felicitado por cientos de fieles, quienes recordaron su historia e hitos.
Desde el comienzo, Jorge Bergoglio ha hecho historia. El argentino es el primer latinoamericano en convertirse en Papa y el primer jesuita en ser elegido para el mismo puesto. Pero además, una vez designado, dejó su nombre de nacimiento y optó por uno nunca antes utilizado por ningún Pontífice: Francisco, en honor a San Francisco de Asís y por su mensaje sobre el prójimo.
Sus inicios
Hijo de los inmigrantes italianos Mario José Bergoglio, empleado ferroviario, y Regina María Sívori, ama de casa, nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre del 1936. Es el mayor de cinco hermanos y sus primeros años de escolaridad los pasó en el colegio salesiano Wilfrid Barón de los Santos Ángeles de la localidad de Ramos Mejía.
Ya de joven, estudió humanidades, filosofía, teología y química. De hecho, antes de dedicar su vida a la religión, trabajó como técnico químico en el laboratorio Hickethier-Bachmann, realizando análisis bromatológicos destinados a controlar la higiene de productos alimenticios, según consigna la página web de los Jesuitas de Chile.
Un año antes de entrar a la Compañía de Jesús, cuando tenía solo 20 años, sufrió una enfermedad respiratoria que le costó un operación y la extirpación de parte de uno de sus pulmones.
Ya durante sus estudios en el noviciado, viajó a Chile donde se quedaría dos años, formándose en la actual casa de Padre Hurtado. Finalmente, fue ordenado sacerdote con casi 33 años. Poco después se desempeñó como Provincial de la Compañía de Jesús de Argentina y a comienzos de la década de los noventa fue enviado a Córdoba, donde según él mismo ha afirmado, pasó por un momento de "purificación interior".
El "obispo de los pobres"
Ya en 1992 recibió el título de obispo de Auca y luego obispo auxiliar de Buenos Aires. Seis años después, fue nombrado Arzobispo de la misma región. Durante dicho periodo trabajó en parroquias, pastorales y sectores más vulnerables, lo que le valió el apodo de "obispo de los pobres". En 2001 fue designado cardenal por el entonces Papa Juan Pablo II.
En este rol como una de las más altas autoridades católicas trasandinas, siempre llamó la atención por su sensibilidad política y su humildad, algo que sus pares religiosos valoraban. Además, se hizo conocido por modernizar la iglesia argentina, que figuraba entre las más conservadoras de la región.
Ya como cardenal y tras la muerte del Pontífice de origen polaco, Bergoglio participó del cónclave de 2005 que eligió a Joseph Ratzinger, posteriormente conocido como Benedicto XVI, siendo su gran rival y obteniendo la segunda mayoría de los votos.
A pesar de lo anterior, luego de la histórica abdicación de Ratzinger, no se consideraba a Bergoglio, que representaba una línea más progresista en la Iglesia y de origen latinoamericano, como uno de los favoritos para sucederlo. Contra todo pronóstico lo consiguió, siendo nombrado Pontífice el 13 de marzo de 2013.
Su sello
Desde entonces, su gestión en la cabeza de la Iglesia Católica ha mantenido un marcado discurso dedicado a la protección del medio ambiente, de los menos favorecidos y la unidad. Sin embargo, también se ha caracterizado por impulsar una serie de medidas que buscan "modernizar" la institución y que han provocado la molestia de la curia.
Endureció las penas contra la pedofilia, que implicó una modificación del Código Penal del Vaticano e hizo que el trámite de nulidad del matrimonio eclesiástico sea más ágil, simple y gratuito.
Sin embargo, entre las medidas más polémica, estuvo su exhortación apostólica sobre la familia Amoris Laetitia (alegría del amor), e la que recalcó que las personas divorciadas que viven en nueva unión "no están excomulgadas". Además, permitió a los sacerdotes "absolver del pecado del aborto" a las mujeres que lo hayan realizado e incorporó el dar libremente la vida por otros, como una nueva razón para que una persona pueda ser beatificada y canonizada.
Sumado a lo anterior, ha emprendido viajes fuera de los comunes realizados por sus antecesores, como el más reciente que lo llevó a Myanmar y Bangladesh. Entre el próximo 15 y 18 de enero será el turno de Chile, cuando el Pontífice que hoy cumplió un año más de vida visite tres ciudades del país.
