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Entre abrazos y sonrisas, los líderes de las Coreas cierran una reunión histórica

Moon Jae-in y Kim Jong-un estuvieron reunidos por casi 12 horas en la ciudad fronteriza de Panmunjom, en un encuentro que estuvo marcado por simbolismos y palabras de buena intención.

27 de Abril de 2018 | 09:26 | EFE/Redactado por Ramón Jara, Emol
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Los líderes de ambas Coreas junto a sus esposas en el show de cierre de la histórica cita.

Reuters
SANTIAGO.- En medio de diversas muestras de afecto y un notorio ambiente de camaradería, el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, junto al líder norcoreano Kim Jong-un, pusieron fin a la histórica reunión sostenida por ambos en la ciudad fronteriza de Panmunjom.

Fueron casi 12 horas de reunión, que estuvieron marcadas por diversos simbolismos y gestos de unión entre ambos países, mostrando una seria intención de poner fin a décadas de conflictos.

Moon y Kim mantuvieron un emotivo encuentro durante el cual intercambiaron algunas palabras, bromearon y cruzaron a ambos lados de la línea divisoria en varias ocasiones tomados de la mano, todo ello en el único punto de la demarcación donde las tropas del Norte y el Sur se ven cara a cara.

"Ha sido una decisión muy valiente por su parte el venir hasta aquí", dijo Moon, quien también se preguntó cuándo podría devolver él esta visita a Kim y viajar al Norte, según las palabras recogidas por la cadena surcoreana KBS y la oficina presidencial de Seúl.

"Quizás ahora es un buen momento para que vengas", respondió Kim, y acto seguido lo llevó de la mano al lado norteño de la demarcación en un gesto que no estaba previsto en la milimétrica planificación del encuentro y al que Moon accedió con naturalidad.

El Presidente surcoreano, de 65 años, se mostró muy sonriente en todo momento, mientras que Kim, al que Moon casi dobla en edad, apareció con un semblante más serio, aunque también hizo alarde de buen humor y carisma en su primera gran aparición mediática en directo y seguida a nivel mundial.

Al inicio de las reuniones formales ambos continuaron intercambiando bromas sobre cómo los lanzamientos nocturnos de misiles del Norte interrumpían el descanso de Moon, o sobre la popularidad en el Sur de la hermana del líder, Kim Yo-jong, directora de propaganda, asesora muy cercana del mariscal norcoreano y hoy también participante en la cumbre.

Tras replantar juntos un pino, cuyas verdes agujas simbolizan "la llegada de la primavera al Norte y al Sur", Kim y Moon dieron un paseo por un bosque próximo a Peace House, y en este bucólico escenario protagonizaron una íntima y larga conversación sentados frente a frente en sendos bancos y sin compañía de asesores.

Diversas muestras de afecto

La cercanía que quisieron escenificar ambos líderes contrasta con el período de tensión máxima que se vivía hace solo unos meses en la península coreana, y que Norte y Sur quieren dejar atrás de forma definitiva con la declaración conjunta firmada al término de la cumbre.

"No habrá más guerra en la península. Con esta declaración abrimos una nueva era", dijo el Presidente surcoreano en un discurso junto a Kim Jong-un al término de la reunión, en la primera ocasión en la que mandatarios de las dos Coreas comparecen juntos y realizan una intervención al término de una cumbre intercoreana.

Kim, por su parte, destacó que "el mundo les observa" y afirmó que lo acordado hoy permitirá "evitar que se repitan los errores del pasado", además de destacar que Norte y Sur "son un mismo pueblo" y "no deben volver a enfrentarse" sino "avanzar juntos hacia la unificación".

Los dos líderes culminaron su maratónica jornada con la asistencia a un banquete celebrado en Peace House, edificio situado al lado sur de la frontera donde mantuvieron sus dos rondas de encuentros.

En la cena, Kim y Moon estuvieron acompañados de sus respectivas esposas, Ri Sol-ju y Kim Jung-sook, y también contaron con la compañía de artistas del Norte y del Sur y de amplias delegaciones de alto nivel.

Moon dijo en su brindis durante el banquete que él y Kim se han convertido en "grandes compañeros" y bromeó pidiéndole al mariscal que por favor le deje visitar el Monte Paektu, en Corea del Norte, la cumbre más alta y venerada a ambos lados de la península coreana.

Kim, por su parte, afirmó que el acuerdo sellado hoy es "la punta del iceberg de lo que alcanzaremos en el futuro", y quiso destacar que ambos países podrán cumplir lo pactado "con el fuerte apoyo de la comunidad internacional".

Los comensales disfrutaron de un menú compuesto por platos de los dos países cargados de simbolismo, entre ellos pescado a la parrilla de Busan, donde creció Moon, acompañado de patatas rosti al estilo de Suiza, donde se educó Kim, o fideos fríos típicos de Pyongyang, cuna del líder norcoreano.

Tras la cena, los líderes presenciaron agarrados de la mano un espectáculo de luz y sonido que puso punto final de manera festiva a una jornada histórica para las dos Coreas, la que concluyó con la partida de ambos líderes del centro de reunión en medio de aplausos y abrazos varios.
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