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"Nos dejaron a la deriva": El escenario que viven los venezolanos en la frontera de Perú y Ecuador

Aunque Quito les dio esperanzas, trasladando a cientos de inmigrantes que viajan a pie desde Venezuela, muchos aún esperan poder cruzar a Perú, donde la solicitud de pasaporte rige desde este fin de semana.

27 de Agosto de 2018 | 13:04 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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AP
SANTIAGO.- Recorridos a pie de varios días, precarias condiciones, frío, hambre y fronteras colapsadas. Estas son algunas de las características del viaje que deben enfrentar miles de venezolanos que diariamente deciden salir de su país, huyendo del desabastecimiento de alimentos y medicamentos producidos por la dura crisis económica y humanitaria en Venezuela.

Luis Miguel Figueroa, escultor y carpintero venezolano, empezó su camino hace un mes y medio. Permaneció un mes en Cúcuta, en Colombia, durmiendo en la calle hasta que logró trabajar y pagar un arriendo. "Todo este esfuerzo es porque tengo un hijo de cinco añitos", dijo al portal de noticias colombiano La Opinión.

Figueroa es uno de los miles de ciudadanos que forman parte de este éxodo, que ha comenzado a afectar al resto de la región y que este fin de semana tuvo a Ecuador y Perú como protagonistas: ambas naciones decidieron imponer como restricción de ingreso la solicitud de pasaporte. La medida se tradujo en decenas de inmigrantes que sin tener el documento - especialmente difícil de conseguir - quedaron varados en las fronteras a la espera de una solución.

Ecuador y el corredor humanitario

Ecuador fue el primero en imponer esta medida el pasado 18 de agosto, sorprendiendo a muchos venezolanos que ya se encontraban en tránsito y que debieron asentarse en el lugar, a la intemperie. El escenario se mantuvo hasta este viernes, cuando un tribunal de Quito anuló la regulación al considerar que violaba el derecho a la movilidad. La corte reinstauró la cédula como único documento necesario y dio 45 días al Ministerio de Relaciones Exteriores para que presente un plan de contingencia.

La alegría se hizo patente en la frontera entre Colombia y Ecuador. "Una emoción grande, de verdad que no nos esperábamos eso. Es una ayuda muy humanitaria. Venezuela está que no se puede. Salimos con la intención de ayudar a nuestra familia, a los niños que se mueren porque no hay medicinas", dijo a Efe Nazareth Márquez, de Caracas, en la zona limítrofe.

Así, el Gobierno ecuatoriano decidió abrir un corredor humanitario para que los venezolanos atestados el límite norte fueran trasladados hacia Perú. Más de 700 inmigrantes fueron llevados en buses, algunos con pasaporte y otros solo con cédula.

Uno de ellos fue Luis Enrique Ortíz, procedente del estado de Trujillo. "Nos han tratado bien", dijo a Efe, agradecido por la comida y las carpas que le brindaron desde el Ejército ecuatoriano. "Nos pensamos quedar aquí en el país porque nos dieron buena esperanza (de) que nos iban a ayudar acá, nos van a apoyar ya que no tenemos documentación para pasar a Perú", subrayó.

Y es que pese a este corredor, gran parte de los buses no logró llegar antes de las 00:00 horas de este sábado, hora en la que comenzaba a regir en Perú la exigencia de pasaporte. Una situación que provocó indignación y frustración en varios de los ciudadanos venezolanos que tenían como destino final la nación vecina o incluso Chile.

"Los funcionarios (ecuatorianos) nos engañaron", afirmó a la agencia AFP Audrey Mojica (25), que viajó en bus y que junto a un grupo de amigos llegó la madrugada del sábado a Huaquillas, el último punto migratorio ecuatoriano antes del ingreso a territorio peruano. Les brindaron transporte "para sacarnos del Ecuador, nos tenían como presos y nos retrasaron para dejarnos prácticamente a la deriva, ni en Ecuador ni en Perú", denunció.

Desde entonces, la incertidumbre volvió a ser la tónica. Lucía Gil, que llegó de Maracaibo, no sabía cuál sería su destino. Aunque ella y su hijo contaban con pasaporte, su madre solo tenía cédula. En cualquier caso, afirmó que no retornará a su país. "A Venezuela no llegaría (...) a menos que cambie de gobierno, porque en Venezuela están las cosas muy feas, es un caos total, no hay alimentación, no hay vivienda, no hay comida, no hay trabajo", aseveró.

La mayoría de los que no pudieron ingresar decidió alojar en Ecuador mientras buscan alguna solución; otros, en tanto, se quedaron en la frontera, preparando café y compartiendo pan. Esperando ayuda.

El refugio como alternativa en Perú

Por el puesto fronterizo de Tumbes, en Perú, 1.630 venezolanos cruzaron el sábado la frontera desde Ecuador. Casi la mitad que el promedio de inmigrantes de ese país que pasaban por dicha frontera en días anteriores. Eran las primeras 24 horas desde que comenzó a regir la nueva normativa.

El Gobierno respaldó su decisión argumentando que la cédula de identidad venezolana no dispone de las garantías suficientes de seguridad y que es fácilmente falsificable. Tal como sucedió en Ecuador, a muchos esta medida los tomó por sorpresa. Algunos recorrieron los 2.250 kilómetros que separan Venezuela del límite peruano a pie, y no se enteraron del anuncio hasta llegar al puesto fronterizo.

Pese a ello, algunos de los venezolanos que no cuentan con su pasaporte han optado por una alternativa: la solicitud de refugio, que permite a los inmigrantes permanecer legalmente en Perú por un año y conseguir empleo, mientras se busca una solución definitiva a su situación.

Mariana Medina, de 19 años, llegó a la frontera a las cuatro de la madrugada, luego de haber soportado seis días de viaje desde el estado de Vargas. "En Colombia nos engañaron, nos dijeron que nos traerían a Perú antes de que cierren la frontera. Pero fue una estafa: nos trajeron y nos abandonaron aquí", dijo al diario El Comercio de Perú.

Incrédula al inicio, hizo caso a la recomendación que le entregaron miembros de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en la zona. Concurrió a la oficina de la Cancillería peruana y recibió su acreditación como solicitante de refugio, pudiendo así desplazarse por el país sin temor de ser deportada. "Apenas llegue a Lima me han aconsejado tramitar mi permiso de trabajo, y entonces ya estaré más tranquila", afirmó.

Desde enero hasta julio de este año se recibieron en promedio 14 mil solicitudes de refugio por mes en Perú. Según dijo a El Comercio Patricio Rubio, funcionario de la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería y secretario ejecutivo de la Comisión Especial para los Refugiados, la cifra de solicitudes se disparó en los últimos años: si en 2015 hubo 433, en 2016 éstas alcanzaron 4.360 y el año pasado llegaron a ser 34 mil. Añadió que aún no se termina de resolver las peticiones de 2017.
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