(De izq a der) Los sospechosos del atentado a la Universidad de Garissa de 2015, Hassan Aden Hassan, Mohamad Ali Abdikadir, Rashid Charles Mberesero que fueron declarados culpables este miércoles.
EFE
Tres de los cuatro sospechosos del atentado en la Universidad de Garissa en Kenia, que causó 148 muertos en 2015, fueron declarados culpables este miércoles por el Tribunal Superior de Nairobi.
Según concluyó el juez instructor del caso, el tanzano Rashid Charles Mberesero y los kenianos Hassan Edin Hassan y Mohamed Abdi Abdikadir - alias Mohamed Ali Abikar - planearon activamente el ataque junto a miembros del grupo radical islamista somalí, Al Shabab.
"El tribunal considera que conocían el complot y que formaron parte de los atacantes, ya que fueron arrestados mientras viajaban desde Garissa dos días después del ataque", afirmó el magistrado Francis Andayi, en declaraciones recogidas por los medios locales, y señaló que serán sentenciados el próximo 3 de julio.
Los tres acusados fueron declarados culpables de los cargos de conspiración para cometer un ataque terrorista y por pertenecer a Al Shabab.
Un cuarto sospechoso, el keniata Sahal Diriy - alias Sahali Diriye Hussein -, fue absuelto ante la ausencia de pruebas, decretó el magistrado.
El 2 de abril de 2015, un comando terrorista tomó el control del campus de la Universidad de Garissa, ciudad próxima a Somalia, durante 16 horas. Las fuerzas de seguridad tardaron más de doce en llegar a la zona.
Al menos 148 personas fueron asesinadas en este atentado, muchas de ellas estudiantes, y otras 79 resultaron heridas. El ataque en Garissa constituye el peor sufrido en Kenia desde el atentado de la red Al Qaeda contra la embajada de EE.UU. en Nairobi en 1998, en el que murieron 213 personas.
El 15 de enero de este año, Al Shabab golpeó de nuevo al país africano, al
abrir fuego y detonar varios vehículos en un lujoso complejo hotelero también Nairobi. Al menos 21 personas fallecieron.
Al Shabab, grupo afiliado a Al Qaeda, controla parte del territorio del centro y sur de Somalia, y combate desde hace una década con el fin de instaurar un Estado islámico de corte wahabí.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.