Abe estaba recibiendo fuertes presiones para declarar estado de emergencia, luego que el número de casos nuevos en Tokio comenzara a duplicarse cada pocos días a finales de marzo. La ciudad de 14 millones de habitantes tenía 1.339 casos hasta hoy, unos 600 más que hace una semana. Japón se enfocó en lidiar con grupos de infecciones y pruebas selectivas para el virus, una estrategia que no ha podido cumplir con el objetivo de aplanar la curva de contagios. Expertos hallaron que un tercio de los casos recientes en Tokio, estaban vinculados a clubes nocturnos y distritos de entretenimiento para adultos, donde el rastreo se hace más difícil. En tanto, la respuesta a los llamados para el trabajo remoto y otras medidas de distanciamiento social, ha sido débil.
AFPEl estado de emergencia anunciado el martes aplica sólo a Tokio, además de las vecinas Chiba, Kanagawa y Saitama; Osaka y Hyogo hacia el oeste; y Fukuoka en el sur. Esto significa que sólo hay emergencia en siete de las 47 prefecturas que tiene Japón. Se le ha solicitado a los residentes evitar cualquier tipo de viaje no esencial dentro y fuera de las áreas designadas, pero no existen restricciones de viaje. Algunos residentes de Tokio fueron foco de críticas, al apurarse a escapar de la ciudad hacia el interior del país.
No, tanto Abe como otras autoridades aseguran que Japón no puede legalmente aplicar cierres totales. El transporte público está operando normalmente. La mayoría de las medidas del estado de emergencia son sólo requerimientos y solicitudes, pero quienes no cumplan no pueden ser castigados, con excepción de quienes no acaten órdenes relacionadas con el almacenamiento y envío de suministros médicos y de ayuda para aliviar la emergencia.
AFPLa historia de represión de Japón durante gobiernos facistas antes y durante la Segunda Guerra Mundial, dejó a la población cautelosa de un gobierno que se sobrepase. Por ello la Constitución japonesa de posguerra establece estrictas protecciones a las libertades civiles. El gobierno de Abe además estaba renuente a las duras repercusiones económicas que derivarían de medidas más severas.
Este escenario permite a los líderes de las prefecturas a solicitar a los residentes que se queden en casa. También pueden solicitar el cierre de escuelas, centros de cuidados para niños o adultos mayores, centros comunitarios, tiendas y negocios que no sean considerados esenciales. Pueden aconsejar a organizadores que cancelen o pospongan eventos. Los gobernadores también pueden solicitar el uso de propiedad privada para construir hospitales u otro tipo de instalaciones médicas.
APLas actividades e instalaciones esenciales, incluyendo bancos, tiendas de abastecimiento, correo, farmacias y servicios públicos, permanecen abiertas. A algunas tiendas de retail y lugares de entretenimiento, como cines, salas de conciertos y parques recreacionales, se les podría solicitar cerrar. Las escuelas públicas en Tokio y algunas zonas vecinas, ya han cerrado al menos hasta principios de mayo.
Sí, los residentes pueden salir por propósitos que pueden ser considerados esenciales, como trabajar, visitas hospitalarias y compra de alimentos, de acuerdo a un cominicado de las autoridades. Los residentes en las áreas afectadas, también pueden salir para caminar, trotar o hacer otro tipo de ejercicios individuales.
Shinzo Abe, el Primer Ministro japonés. | ReutersAbe repitió hoy su solicitud a la población para que se quede en casa y reduzca las interacciones con otros en un 80%. Pero en el distrito de Shibuya, en el centro de Tokio, todo funciona casi de manera normal. Los vagones del tren urbano estaban tan llenos como siempre en la hora punta, aunque se veía menos personas en otras áreas de la capital. Akihito Aminaka, un trabajador en el sector de educación, dijo que la solicitud de Abe era difícil porque "para mí, suena como decir: 'por favor no salgan, pero no los ayudaremos'".
Abe anunció un paquete de estímulos económicos sin precedentes de 108 billones de yenes (US$ 1 billón de dólares), equivalente a un quinto del PIB anual de Japón, para pagar por las medidas contra el coronavirus, proteger a los negocios y los empleos. Esto incluye 300.000 yenes (US$2.750) que se entregan directamente a los hogares más golpeados. Si el estado de emergencia en toda el área de Tokio se extiende por un mes, podría causar que el gasto de los consumidores caiga en unos 2,5 billones de yenes (US$23 billones), de acuerdo al Instituto de Investigación Nomura.