El país entonces conocido como Myanmar o Birmania se independiza del dominio colonial británico.
El líder militar Ne Win da un golpe de Estado y gobierna el país a través de una juntagasa 1988.
Estudiantes universitarios de Yangon comienzan protestas contra el estado totalitario de Ne Win, a las que se suman cientos de miles de personas y se extienden por todo el país. Un mes después, la junta militar del Consejo Estatal de Restauración de la Ley y el Orden toma el poder. Mueren cerca de 350 personas.
Aung San Suu Kyi, hija del héroe de la independencia Aung San, regresa a su país de origen mientras estallan protestas a favor de la democracia contra la junta. Las fuerzas de seguridad abren fuego contra los manifestantes en las protestas de agosto y cientos mueren.
Suu Kyi, más abiertamente crítica de la junta, es puesta bajo arresto domiciliario.
La Liga Nacional para la Democracia (LND), fundada por Suu Kyi, obtiene una victoria aplastante en las elecciones, pero los militares se niegan a entregar el poder.
Suu Kyi recibe el Premio Nobel de la Paz por su lucha pacífica contra el régimen.
La última junta castrense aprobó una Constitución que le reserva amplios poderes (el 25 por ciento de los asientos del Legislativo y el control de los ministerios de Interior, Defensa y Fronteras, entre otros) y que abrió la puerta hacia una "democracia disciplinada", como la bautizaron los militares.
Un partido pro-junta gana las primeras elecciones en Myanmar en 20 años, una votación que fue boicoteada por injusta y manipulada a su favor.
Encaramada en el muro de la casa donde vivió bajo arresto domiciliario, Aung San Suu Kyi, líder del movimiento democrático birmano, celebra su puesta en libertad con los miles de seguidores concentrados a las afueras de su residencia en Rangún.
La Dama, como la conocen con afecto sus fieles, que pasó 15 de 21 años bajo arresto domiciliario, fue liberada al expirar su última condena, pocos días después de las elecciones que iniciaron la transición hacia la democracia marcada en la hoja de ruta por los militares.
Thein Sein, un general reconvertido en político, asume la presidencia de Myanmar al frente de una plataforma repleta de antiguos militares e inicia una serie de reformas políticas y sociales en el país, entre ellas la liberación de presos políticos o el fin de la censura.
La Comisión Electoral aprueba la legalización de la LND, que anuncia sus intenciones de participar en los próximos comicios.
Suu Kyi, al frente de la LND, logra ser elegida parlamentaria al arrasar en unas elecciones parciales, celebradas para ocupar un puñado de escaños vacíos.
La líder de la oposición de Myanmar, Aung San Suu Kyi (C), saluda a sus partidarios al salir de las celebraciones para conmemorar el centenario del héroe de la independencia del país, su padre Aung San, en el centro remoto Ciudad de Natmauk en Myanmar.
El partido de Suu Kyi se alza con una victoria aplastante en los primeros comicios generales democráticos celebrados en décadas en Myanmar. En detalle, ganan 255 asientos de la Cámara de Representantes y 135 asientos de la Cámara de las Nacionalidades.
Suu Kyi, excluida de la presidencia al incumplir una cláusula establecida en la Constitución sancionada por los militares (ganar por al menos 2/3), asume el Ministerio de Exteriores, entre otras carteras, y más adelante el cargo de Consejera de Estado, lo que le confiere de facto el poder del Ejecutivo.
Un grupo armado de la etnia rohingya, no reconocida por las autoridades birmanas, lanza un ataque contra tres puestos policiales fronterizos, al que responde el Ejército birmano con una implacable campaña de represalias. Otro episodio mayor de violencia -el 25 de agosto de 2017- concluye con la huida a la vecina Bangladesh de unos 800.000 rohingyas.
Suu Kyi, criticada por la comunidad internacional y denigrada por varias ONG's como ícono democrático, defiende ante el Tribunal de la Haya la actuación castrense contra los rohingyas frente a una acusación de genocidio presentada por Gambia.
El Parlamento birmano, donde los militares cuentan en la práctica con derecho a veto, rechaza el último intento para reformar la Constitución impulsado por el partido de Suu Kyi, cuya enmienda de la Carta Magna fue una de sus principales promesas electorales.
Suu Kyi y la LND vuelven a imponerse de manera arrolladora en las urnas al sumar el 83% de los escaños en liza. Los comicios fueron tachados de "fraudulentos" por los militares.
Un portavoz militar se niega a descartar la toma del poder por parte del Ejército tras las denuncias de supuestas irregularidades en las elecciones y dispara los rumores sobre un posible golpe de Estado.
Los militares se comprometen en un comunicado a obedecer la Constitución y garantizan su compromiso para defenderla.
El Ejército birmano detiene a Suu Kyi y fuerza la declaración del estado de emergencia durante un año para que el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, tome el poder.