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Joe Biden y la pena de muerte: Las medidas que podría tomar para poner fin a las ejecuciones federales

El actual Presidente de EE.UU. ha sido un férreo opositor de la pena capital y se espera que retroceda con la práctica que se había acelerado a niveles históricos en la era Trump.

08 de Febrero de 2021 | 15:53 | AP / Equipo Multimedia Emol
Joe Biden, el primer Presidente de EE.UU. que abiertamente se opone a la pena de muerte, ha discutido la posibilidad de instruir al Departamento de Justicia para que deje de programar nuevas ejecuciones, según admitieron fuentes a la agencia AP.

Si así lo hace, terminaría una importante seguidilla de ejecuciones llevadas a cabo por el gobierno federal, todas ocurridas durante una pandemia que también ha afectado a prisioneros en cárceles, empleados federales e incluso en algunos casos a quienes habían sido condenados a la pena capital.

Las fuentes de AP tenían conocimiento de discusiones privadas que había sostenido Biden, pero no estaban autorizados a divulgarlas de forma pública.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, fue consultada el viernes sobre los planes de Biden y la pena de muerte, pero dijo que por ahora no tenía nada que adelantar sobre este tema.

La acción de frenar nuevas ejecuciones podría aliviar de inmediato la presión sobre Biden por parte de los opositores a la pena de muerte. Sin embargo, lo que buscan es mucho más profundo: desmantelar la cámara donde se realizan las ejecuciones en Terre Haute, Indiana, y eliminar totalmente la pena de muerte de los estatutos.

Esta es una miarada a los pasos que podría tomar Biden y los desafíos con los que se puede encontrar.

  • ¿Por qué se quieren tomar acciones ahora?

    Aunque la pandemia por coronavirus y la cobertura electoral dominaron las noticias el 2020, muchos estadounidenses siguieron con atención la reanudación de las ejecuciones federales bajo el gobierno de Donald Trump, sorprendidos por su escala y por el aparente apuro por llevarlas a cabo.

    Las ejecuciones, comenzando el 14 de julio y terminando cuatro días antes del juramento de Biden el 20 de enero de 2021, fueron las primeras en 17 años. Durante los últimos seis meses bajo la presidencia de Trump, se realizaron más ejecuciones federales que en los 56 años anteriores.

    Las ejecuciones también afectaron a prisioneros cuyos abogados reclamaron que sus defendidos se encontraban con enfermedades mentales o intelectualmente incapaces de entender por qué serían sometidos a la pena capital.

    Abogados de Lisa Montgomery, convicta por asesinar a una mujer embarazada, dijo que su enfermedadad mental había sido parcialmente gatillada por años de horribles abusos sexuales cuando niña. El 13 de enero, se convirtió en la primera mujer en ser ejecutada en casi 70 años.

  • ¿Una decisión de detener la programación de nuevas ejecuciones terminaría con la práctica?

    La prisión de Terre Haute. | AP

    Biden puede garantizar que no se realicen ejecuciones federales durante su presidencia, simplemente diciéndole al Departamento de Justicia que nunca programe una. Pero eso no detendría a futuros presidentes que apoyen la pena capital de reanudarlas.

    Barack Obama, con quien Biden trabajó como vicepresidente, puso una moratoria informal a las ejecuciones federales, ordenando una revisión de los métodos utilizados en 2014, luego de una ejecución fallida en Oklahoma.

    Pero Obama nunca tomó pasos adicionales en búsqueda de terminar con las ejecuciones federales para siempre. Eso dejó la puerta abierta para que Trump las reanudara. Los críticos de la pena de muerte quieren que Biden cierre la puerta completamente.

  • ¿Cuáles son las opciones que tiene Biden?

    La manera más segura de prevenir que un futuro presidente reanude las ejecuciones, se firmar una ley para abolir la penal capital a nivel federal. Esto requeriría que el Congreso la apruebe.

    Un grupo de 37 miembros del Congreso le solicitaron a Biden el 22 de enero que apoyase la Ley de Prohibición de la Pena de Muerte Federal, llevada adelante por los congresistas demócratas Ayananna Pressley y Dick Durbin.

    Pero Biden tendría que persuadir a los republicanos. En los 22 estados en que se ha eliminado la pena de muerte, siempre se requirió apoyo de ambos partidos para aprobar las leyes correspondientes.

    Biden podría también usar sus atribuciones presidenciales y hacer algo que Obama no hizo: conmutar las sentencias a muerte de unos 50 convictos que están esperando ser ejecutados, convirtiéndolas en penas de cárcel de por vida. Si hiciese esto, ninguna sentencia de muerte podría ser restaurada.

    Las conmutaciones no detendrían a los fiscales a buscar la pena de muerte en nuevos casos. Esto podría ser frenado por ahora si se instruyera al Departamento de Justicia de no autorizar a los fiscales a buscar este tipo de sentencias.

    El grupo Death Penalty Action ha llamado a Biden a demoler el edificio donde se realizan las ejecuciones en Terre Haute. Demoler la instalación, asegura Abe Bonowitz, director del grupo, sería un símbolo del compromiso de Biden por detener las ejecuciones federales para siempre.

  • ¿Las ejecuciones durante la era Trump renovaron el movimiento opositor a la pena de muerte?

    Un manifestante se opone a la ejecución de Brandon Bernard. | AP

    El ritmo con que se llevaron a cabo y la presión del gobierno en las cortes para conseguir la máxima sentencia, sí movilizó a los opositores. Y también habría servidor para atraer a nuevos adherentes a la causa, según Robert Dunham, director del Centro de Información de la Pena de Muerte.

    "Trump graficó más que ningún otro momento cómo luce el abuso de la pena capital", afirmó Dunham. "Ha creado una oportunidad política, que es la razón por la cual los opositores a la pena de muerte quieren que el Presidente la elimine mientras el tema está candente", agregó.

    Death Penalty Action, que organizó protestas fuera del centro penal de Terre Haute durante las ejecuciones, vio crecer los números de firmas para peticiones escritas o para solicitar información de 20.000 a 600.000 en los últimos seis meses.

    Bonowitz dice que el interés despuntó luego que la celebridad televisiva Kim Kardashian pidiera a través de Twitter a Donald Trump, que conmutara la sentencia de muerte de Brandon Bernard, quien finalmente fue ejecutado el 10 de diciembre.

  • ¿Qué resistencia tendrá Biden si busca terminar con las ejecuciones federales?

    La tendrá no sólo de quienes apoyan la pena de muerte en el Partido Republicano, sino que también por parte de algunos miembros de su propio partido, que ven las propuestas de acabar con la pena capital como un tema que trae un costo político.

    Si Biden conmuta las penas de quienes están en este momento condenados, significaría perdonar la vida a asesinos como Dylann Roof, un supremacista blanco que en 2015 asesinó a nueve afroamericanos miembros de una iglesia en Carolina del Sur. Biden se vería en una posición complicada de tener que explicarle a las familias de las víctimas por qué Roof y otros asesinos no deberían morir.

    Aunque el apoyo a la pena de muert ha bajado casi al 50%, muchos estadounidenses no quieren quedarse sin la posibilidad de aplicarla en casos de terrorismo, como el ataque con bombas en la Maratón de Boston. Dzhokhar Tsarnaev fue condenado en ese ataque, en el que murieron tres personas y cientos sufrieron lesiones.

    La Corte Suprema está actualmente considerando una apelación realizada durante el gobierno de Trump para revertir una decisión de una corte de descartar la pena de muerte para Tsarnaev. El gobierno de Biden podría decidir próximamente si continúa gestionando esa apelación o acepta la decisión inicial.

  • ¿Existen pistas sobre los pasos que tomará Biden?

    Joe Biden podría tomar distintas medidas sobre la pena de muerte. | AFP

    Biden no ha hablado extensamente sobre la pena de muerte desde que llegó a la presidencia. Y tampoco hizo que fuese un tema prominente durante su campaña presidencial.

    En su sitio web de campaña sobre reforma al sistema de justicia penal, Biden sí se comprometió a "aprobar legislación que elimine la pena de muerte a nivel federal, e incentivar a los estados a que sigan el ejemplo del gobierno federal", aunque sin ofrecer caminos específicos.

    Biden también podría sentirse obligado a hacer un gran gesto sobre la pena de muerte, por el antecedente del apoyo que le entregó en el pasado. Siendo senador, jugó un papel central en la aprobación de una ley en 1994 que expandió el número de crímenes federales que podían ser castigados con la pena capital. Muchos prisioneros que fueron ejecutados durante el gobierno de Trump, habían sido condenados y sentenciados bajo provisiones que estaban en esa ley.

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