Un nuevo episodio ha causado cierta división en el Gobierno de España. Esta vez, se trata de una campaña iniciada por el ministro de Consumo,
Alberto Garzón, para consumir menos carne, argumentando que mejora la salud de las personas y ayuda a combatir el cambio climático. La propuesta no cayó bien en parte del Ejecutivo, incluyendo al Presidente
Pedro Sánchez, remarcando las diferencias entre los miembros del PSOE y los de Unidas Podemos.
El debate interno se acaloró a tal punto que el jefe de Gobierno intervino desde Lituania, donde realiza una visita oficial. La posición de Sánchez fue inequívoca: "A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible", dijo.
Desde que ocupó el puesto a principios de 2020, el
Partido Socialista de Sánchez -de centro-izquierda- y los ministros que representan al socio menor de la coalición,
Unidas Podemos -de extrema izquierda- están en desacuerdo en temas como derechos de los transgéneros, los precios de alquileres crecientes, el aumento de impuestos y beneficios sociales para los españoles más vulnerables.
Esta semana la carne se unió a la lista de desacuerdos.
En un video publicado el miércoles en redes sociales, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, dirigente de Unidas Podemos, pidió a la gente que contemple la posibilidad de comer menos carne.
"Estoy preocupado por la salud de nuestros conciudadanos y estoy preocupado por la salud de nuestro planeta", dijo.
El ministro citó datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que muestran que España es el principal consumidor de carne de la Unión Europea: 98 kilogramos por persona al año comparado con el promedio del bloque de 76 kilogramos.
Garzón dijo que 70 millones de vacas, cerdos, ovejas, gallinas y otros animales de granja son sacrificados cada año para consumo en España, un país de 47 millones de habitantes, y que la producción de carne de res, en particular, requiere cantidades desproporcionadas de agua y libera gases que producen efecto invernadero responsables del calentamiento global.
"Esto no significa que no podamos hacer una barbacoa con la familia de vez en cuando", agregó, "sino que
lo hagamos con más moderación y que, al mismo tiempo, seamos capaces de compensar esos días en los que nos permitimos comer carne con consumo en los días siguientes de mayor peso de ensaladas, arroces, legumbres, verduras".
La propuesta de Garzón molestó al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien dijo que la campaña del titular de Consumo era "desafortunada" e "injusta" para una industria que produce una quinta parte de las exportaciones de España, un sector valuado en 10.000 millones de euros (11.800 millones de dólares).
"Creo que nuestros ganaderos y nuestras ganaderas no se merecen una campaña de estas características", dijo Planas en una entrevista con la radio Cadena SER. "Mi opinión es que el sector ganadero está siendo objeto de críticas profundamente injustas y merece un respeto por el trabajo honesto que hace por todos nosotros en la alimentación y en la economía".